Hace una década, el único servicio por el que Apple ingresaba cientos de millones al mes era iTunes. La cuota del 30% de las compras musicales que se producían a través del ecosistema del iPod se mantuvo fuerte y al alza incluso en las épocas más duras de la industria discográfica, que hoy ha encontrado una nueva vida en el streaming de música. iTunes quedó relegado a un segundo plano con la masificación del App Store de iOS, al que se sumaron las cuotas del almacenamiento en la nube de iCloud, las de Apple Pay, etc.
Pero no todo son éxitos. Servicios como la App Store de Mac, iBooks o Apple News no son grandes fuentes de ingresos. Otros permanecen sin monetizar como Siri, iMessage, FaceTime, Apple Maps o Game Center, básicamente por el compromiso de Apple con la privacidad de sus clientes. Y elementos como iAd, la plataforma publicitaria de Apple, quedan como una decepción ante la falta de impulso interno.
Reorganización
Las pretensiones de Apple van más allá. La compra de Beats para reorganizar su ecosistema musical, la reciente inversión en Didi Chuxing o la expansión de Apple Pay a más países y bancos, podrían ser la punta de lanza de una reconversión interna de Apple. Sin ser novatos en servicios, la mera escala de la infraesctructura les causó algunos problemas a la hora de escalar iCloud y la App Store, pero ahora son un gran gigante.
Sus estrategias de precios o formas de facturar no han sido las más adecuadas, dejando la mayor parte de los ingresos de la App Store en manos de unos pocos. Año tras año esta estrategia ahuyenta a más desarrolladores independientes, que ven imposible mantener un flujo de ingresos constantes con los modelos actuales. iCloud es ahora un servicio más estable aunque no puede competir en precio o funcionalidades con el combo Google Drive/Photos, ni con las funcionalidades corporativas de Dropbox y Box.net, es suficiente para la mayoría. Hay mucho margen de mejora en el producto, así como de aumentar los ingresos al cobrar por las novedades.
Expansión
El salto de Apple Music a Android, al igual que el de iTunes para Windows, supuso un antes y un después. iTunes y Apple Music en plataformas ajenas tienen sentido, al aportar beneficios directamente. Con Phil Schiller ahora al cargo de la App Store, parece que están llegando las mejoras al fin. El rumoreado servicio de TV de Apple por suscripción podría proveer miles de millones de dólares nuevos en ingresos cada trimestre, incluso si se limita a Estados Unidos inicialmente.
La preocupación de Apple por la privacidad limita a Siri, iMessage y otros servicios
Una hipotética expansión de iMessage/FaceTime, Siri, Apple Maps o Apple Pay a sistemas operativos controlados por terceros sería un cambio total de rumbo por parte de Apple. A día de hoy, estos servicios son puntos de ventas del iPhone, atrayendo nuevos clientes, y reteniendo a los actuales. Hacer disponibles estos servicios a otros, y teniendo en cuenta cómo Apple valora la privacidad de los usuarios, haría imposible utilizar los datos ganados para mejorar otros productos, la venta de los datos, o la monetización con publicidad.
Sin monetización directa, los incentivos para desligar los servicios de Apple de de su hardware se quedan en nada. Quizá solo queden como una opción “B” en caso de que la situación del mercado presione para sacarlo adelante. QuickTime o Safari para Windows supuestamente hacían de “escaparate” de la calidad del software de Apple a clientes potenciales. Pero Apple nunca puso los suficientes recursos detrás de estos dos programas y acabaron languidecieron en el segundo plano. Si Apple quiere hacer más servicios disponibles fuera de iOS y Mac, deberán llegar con las ambición necesaria.