Se acabó, ya no más orcas cautivas en SeaWorld. Esta generación será la última, aseguran desde el parque. Una decisión que viene con inercia desde que el pasado noviembre anunciaran ya el fin de los espectáculos circenses de orcas en sus parques. La reciente noticia de otra orca más en estado crítico parece haber sido el detonante para que la compañía haya renunciado a seguir contando con estos animales entre sus paredes. La noticia parece ser celebrada por numerosas asociaciones animalistas, aunque todavía hay voces que siguen criticando las más de treinta muertes prematuras de estos animales en los tanques SeaWorld.
SeaWorld, en el punto de mira
La noticia el pasado 9 de marzo de que Tilikum, probablemente la orca (real) más famosa del mundo, se encuentra con una infección pulmonar que acabará con su vida en breve terminó de disipar los ánimos de seguir criando orcas en cautividad. Con la presentación en 2013 de Blackfish, de Gabriela Cowperthwaite, tanto SeaWorld como otros parques marinos, entre ellos Loro Parque, de Tenerife, España, se pusieron en entredicho al respecto de las orcas. Según el documental, que centraba la historia de Tilikum y las tres muertes que se le asocian, su estado se debe en gran medida al trato dispensado a este animal, el cual fue capturado con tan solo dos años de edad y alejado de su ecosistema natural. Varios biólogos marinos opinan que es precisamente este alejamiento, el trato y el entrenamiento al que se ven forzadas las orcas, la que ha provocado en Tilikum un comportamiento excesivamente agresivo e imprevisible en ocasiones.
Varios equipos de investigación que estiman que la vida media de una orca puede alcanzar los 50 años o más en libertad
Hasta la fecha no hay informes concluyentes de ataque voluntarios de orcas a seres humanos en la naturaleza. Por otro lado, sí que hay casos documentados de ataques y muertes de humanos por parte de orcas en cautividad. Otro aspecto que también se critica en Blackfish es la vida media de los animales. Según SeaWorld y otros parques, las orcas pueden vivir más en cautividad. Estos datos no son coherentes con lo observado por equipos de investigación que estiman la vida media de una orca puede alcanzar los 50 años o más (casi el doble de los 25 o 30 años estimados en cautividad). Ante la dura lluvia de críticas, parece que la compañía ha desistido al fin no solo de usar las orcas en espectáculos, sino también de seguir manteniendo orcas en cautividad.
Como explicábamos, ya en noviembre del año pasado, SeaWorld decidió terminar con los espectáculos que implican a las orcas. No obstante, no ha sido hasta la noticia del estado de Tilikum que la compañía no ha optado por cesar por completo su actividad con estos animales. No obstante, las orcas remanentes de SeaWorld permanecerán en los parques, en sus tanques, viviendo como lo han hecho hasta la fecha. Eso sí, tal y como han declarado, no se criará ningún nuevo retoño de estos animales. Con esta decisión, SeaWorld da un paso más en su operación de "limpieza de imagen" que le ha costado hasta la fecha una mala imagen en la opinión pública y un abrupto descenso en su capital.
Liberad a las orcas
Orcinus orca es un animal extremadamente complejo e inteligente con una estructura social muy sofisticada
La cuestión que algunos se plantean es ¿por qué no liberar a las orcas que quedan? Según Joel Manby, CEO de SeaWorld, es demasiado peligroso soltar a las orcas que llevan décadas habitando un espacio cerrado y controlado. Efectivamente, el consenso de biólogos marinos cree que no es posible liberar a las orcas en su estado actual. Hasta la fecha, su vida ha estado controlada en todos los aspectos, confinada social y etológicamente a un espacio cerrado. Liberarlas sin control supondría la muerte casi segura de los animales.
*Orcinus orca*, al contrario de lo que se pensaba décadas atrás, es un animal extremadamente complejo e inteligente. Su estructura social es muy sofisticada, así como su sistema de comunicación. Liberar a un montón de orcas a su suerte en un ambiente al que no pertenecen, donde no tienen estructura social y que tampoco conocen es, probablemente, una sentencia de muerte. Existe otra posibilidad consistente en un periodo de adaptación. En tal caso, no todas las orcas serán capaces de adaptarse, pero podría integrarse a un gran número de ellas en la naturaleza.
La cuestión es que no existen programas de integración llevados a cabo por parques como SeaWorld. Estos programas son costosos y requieren de varios años, controles y responsabilidades. Las orcas, recordemos, son mamíferos con un enorme cerebro y una capacidad cognitiva sobresaliente. Forman estructuras sociales, muestran comportamientos muy complejos y también una enorme cantidad de matices emocionales. La profundidad de su estructura social y sus necesidades no pueden tenerse a la ligera. Mantener en cautividad a una orca parece, cuanto menos, una mala idea, aunque eso no quiere decir, por sí mismo, que no se pueda tener a estos animales en cautividad y en buenas condiciones. Al menos, la decisión de SeaWorld servirá para avanzar en nuestras consideraciones hacia esta especie.