¿Recuerdan el smartphone de Kodak que probamos hace un año en el MWC? La historia se repite, esta vez en 2016 y en el stand de Acer, y con el salto simbólico de una edición de la feria a otra: de un smartphone pasamos a un smartwatch. O a algo así, ya que lo que propone Acer en colaboración con Victorinox es un módulo que se superpone a uno de sus relojes y le da funciones "inteligentes", aparte de un terrible aspecto.
"¿Funciona con cualquier reloj?" No, no es un módulo universal, sólo funciona con un modelo de reloj Victorinox. El módulo, de Acer, es básicamente un enorme anillo que aporta funciones en torno a las notificaciones, la monitorización de la actividad y las llamadas de emergencia, aparte de dar al reloj un aspecto grotesco que no se entiende de ninguna forma.
Así es como queda una vez puesto.
Y así con el módulo separado del reloj. La idea es poder llevar el reloj en determinadas ocasiones sin el gigantesco accesorio de Acer, como eventos algo más formales.
Mediante una app se puede configurar con el perfil del usuario para que monitorice mejor las calorías quemadas, por ejemplo. Y en ella ver los progresos: número de pasos y todo lo habitual en este tipo de accesorios y aplicaciones.
En el marco superior tiene LEDs para ver la hora, los pasos, etc. También las notificaciones de llamadas y SMS.
Sencillamente enorme, tosco, y que atenta contra cualquier principio de diseño. Una fábrica de estupor dentro del stand de Acer en el MWC. Se pondrá a la venta aproximadamente en junio y no tiene todavía un precio concreto.