Uno de los anuncios de Qualcomm Technology, junto a sus nuevos SoCs Snapdragon 820, 617 y 430, ha sido su nuevo sistema de carga rápida Quick Charge 3.0. Es su tercera iteración y ya logra ofrecer la misma carga que su primera versión en la mitad de tiempo. Pero, ¿cómo lo hacen para no degradar la batería muy rápido en cada carga?
El sistema Quick Charge 3.0 emplea lo que Qualcomm denomina como INOV: Negociación Inteligente para la obtención del Voltaje Óptimo. Es un algoritmo que permite a un dispositivo móvil determinar qué potencia requerir de la batería, el cargador, en cada momento; de esta formar se maximiza la carga sin comprometer demasiado la eficiencia o vida útil de la batería.
Ahora soporta un rango de voltajes más alto, permitiendo que el SoC se ajuste dinámicamente al nivel de voltaje adecuado para ese dispositivo y batería en cada momento de la carga. En lugar de usar varios niveles fijos de carga acorde a un determinado porcentaje de carga remanente en la batería, Qualcomm usa incrementos muy pequeños de 200mV desde los 3.6V a los 20V. De esta forma el SoC de dispositivo puede ir gradualmente reduciendo el voltaje, y en consecuencia la potencia consumida en carga, en docenas de pasos diferentes. Es más eficiente ya que se maximiza en cada punto la potencia sin deteriorar la batería.
Quick Charge 3.0 puede ser implementado por cualquier fabricante usando conectores USB Type-A, micro USB, USB Type-C o conectores propietarios. Suele ser un algoritmo y tecnología no exclusiva de los Qualcomm Snapdragon.
El dispositivo siempre será el que pida un voltaje e intensidad máximos y no el cargador, siempre hay un circuito para que los usuarios no degraden la vida de la batería o, incluso, matarla. Por ello siempre será seguro cargar un smartphone con Quick Charge, aunque se recomienda encarecidamente los certificados.
Nunca ahorres en un cargador, unos pocos dólares ahorrados pueden significar cargas muy lentas o problemas a corto y largo plazo. La carga rápida es una tecnología necesaria, pero tiene como limitante las baterías de litio que no pueden cargarse muy rápido sin degradar su capacidad y vida útil. Problema más grave aún en los coches eléctricos.