Más que por la novedad del navegador en sí mismo, o el hecho de que está hecho desde cero y me haya gustado bastante hasta ahora, la verdad es que la vida con Google Chrome cada vez es peor, y de verdad quiero una alternativa que no consuma 5GB de RAM cuando tienes una docena de pestañas abiertas.
No hace mucho escribí sobre mi desastroso fracaso al intentar pasarme a Firefox, a pesar de los recursos que consume Chrome, simplemente es el navegador que mejor se adapta a mis necesidades, y por suerte tengo suficiente RAM para su insaciable hambre. Sin embargo, no importa que tan potente sea tu PC, especialmente si usas Windows, el rendimiento se ve afectado tarde o temprano cuando usas Chrome de forma intensa, con muchos procesos, muchas pestañas, muchas appss, muchas extensiones, como lo uso yo, y como lo usan muchas personas.
Spartan
Cuando se actualizó la primera versión de Windows 10 Technical Preview a la _build_ con Project Spartan -ahora llamado Microsoft Edge- decidí probarlo de inmediato, y en aquel entonces escribí mis **primera impresiones luego de usarlo por unas cuantas horas e intentar hacer con él, todo lo que hago normalmente. La experiencia fue bastante grata, y hoy, tres meses después, y con el navegador aún en desarrollo pero casi a punto para lanzarse con la versión final de Windows 10, Microsoft Edge luce como un programa sumamente prometedor al que voy a darle la misma oportunidad que le di a Firefox: intentar usarlo como mi navegador predeterminado la mayoría del tiempo.
De hecho, mientras escribo estás líneas me encuentro en la última versión preliminar de Windows 10** y he pasado toda mi mañana y media tarde de trabajo utilizando Microsoft Edge para -casi- todo.
La posibilidad de un cambio para mejor
El rendimiento y consumo de recursos al comparar Edge con Google Chrome es casi de risa. Y, siempre, siempre voy a evaluar un navegador comparándolo con otro, con el que uso de momento, sino no tiene sentido, pues la idea es buscar el mejor y mudarse a él. Microsoft Edge para lo que yo necesito sigue sin ser mejor que Chrome, pues aún no tiene extensiones (aunque Microsoft dijo que vendrán y serán como las de Chrome). Algunas extensiones de las que uso son imprescindibles para mi trabajo, o para mi día a día por x razones. Por ejemplo, necesito la extensión de Buffer para programar actualizaciones en redes sociales tanto por trabajo como por mis cuentas personales.
También necesito cosas como **OneTab para guardar pestañas, o Pushbullet** para enviarme enlaces y notas entre dispositivos. O extras para YouTube que mejoren la carga de vídeos cuando mi conexión a Internet está inservible. **TunnelBear cuando necesito un VPN, etc. Podría vivir sin muchas de estas cosas, pero son parte de mi flujo de trabajo**, flujo que he optimizado al máximo durante varios años como para renunciar a él de un día para otro.
Edge es un navegador _barebones_ por ahora, pero a pesar de estar en los huesos, cumple a la perfección su labor básica: cargar webs correctamente y de forma rápida. Además de esto se destaca por ser muy liviano (cosa que ojalá no cambie drásticamente con la llegada de las extensiones), consume una cantidad minúscula de memoria, tiene una interfaz minimalista y bien cuidada, el modo lectura es fenomenal, su integración con Windows 10 y el plus de Cortana son cosas que no vas a tener con ningún otro. Microsoft Edge merece no solo una oportunidad por parte de power users, sino que se merece ser usado como navegador por defecto desde el mismo día que salga Windows 10, por todos aquellos que tienen menos de 8GB de RAM y vienen sufriendo la desgracia de monstruo traga memoria que es Chrome.
Se merece el título de navegador de Windows, de la "e" de Internet que hace rato Internet Explorer dejó de merecerse. Por eso, espero con ansias su versión final, y la posibilidad de un cambio para mejor.
