¿Por qué España no volverá a ganar un Nobel de ciencia? Me hago esta pregunta al conversar con Blanca, una joven investigadora de 26 años que reside en Barcelona. Allí estudia la función biológica de un oncogén implicado en el desarrollo de la médula espinal. Su caracterización podría tener implicaciones en enfermedades como la esquizofrenia, el autismo, la epilepsia o la aparición de tumores en el cerebro. Blanca lleva cuatro años realizando la tesis doctoral, y su grupo de investigación acababa de recibir financiación para nuevos proyectos de I+D. A partir de septiembre, cuando termine su contrato, podrían prorrogarle unos meses más el trabajo en el laboratorio, con el objetivo de completar algunos experimentos. Una resolución del **CSIC* impedirá que sea así. Blanca se irá a la calle. Y su trabajo se quedará, como el de miles de científicos en este país, en standby*.
A los recortes en ciencia de los últimos años y la fuga de cerebros, debemos sumarle ahora la enésima medida contra el sistema español de investigación. "No sé si es la gota que colma el vaso", explica Rodrigo, otro joven afectado por la resolución del CSIC. El científico conversa con Hipertextual desde el laboratorio, cuando son cerca de las 21:00 h de la noche. "Me encuentro en la recta final de la tesis, con algo menos de dos meses para acabarla y no voy a poder terminar los experimentos", lamenta.
El CSIC, al margen de la legalidad
A finales del año pasado, la entidad presidida por Emilio Lora-Tamayo anunciaba la intención de introducir un mecanismo nuevo en el sistema de contratación del personal temporal con cargo a proyectos de investigación, convenios y contratos. En los últimos años, el Consejo había sido denunciado en múltiples ocasiones por incumplir el Estatuto de los Trabajadores. Según el artículo 15.5, es obligatorio hacer indefinidas a las personas que, en un período de treinta meses, hubieran estado contratadas durante un plazo igual o superior a dos años.El CSIC abusó durante mucho tiempo de los contratos temporales
"El CSIC abusó durante mucho tiempo de la contratación temporal", critica Josep Moreno i Gené, profesor titular de Derecho del Trabajo de la Universitat de Lleida. Las personas que trabajaban en el Consejo iban encadenando contratos temporales durante años, hasta que algunos denunciaron la situación. En esos casos, el CSIC tuvo que consolidar su plaza de manera indefinida. El Consejo debería haber hecho contratos indefinidos desde un principio, explica Moreno, "pero el verdadero problema es la tasa de reposición y la limitación presupuestaria que ha habido en estos años".
Una opinión que también comparten desde la sección sindical de Comisiones Obreras del CSIC. Durante la última década, se ha ido sustituyendo el empleo estable del Consejo (en forma de personal funcionario o laboral fijo) por contratos temporales, abusando de un mecanismo que también se ha visto favorecido por la nula oferta de empleo público. "Antes de la crisis esta oferta ya era insuficiente, pero ahora es prácticamente inexistente", denuncian.
Según explica CCOO, el Consejo tiene parte de razón al esgrimir que "entre el 30 y el 40% de su financiación va por proyectos de I+D obtenidos mediante concurrencia competitiva". Este motivo está detrás de la elevada temporalidad de las plantillas científicas. La entrada en vigor de la ley Caldera puso en bandeja decenas de demandas laborales contra el abuso de los contratos temporales del Consejo. Se establecieron, por tanto, los conocidos como contratos indefinidos no fijos, en los que el puesto sí se consolida, pero el trabajador debe acceder a esa plaza cumpliendo los principios de igualdad, mérito y capacidad (evitando así la endogamia) y en concurrencia competitiva con otros candidatos, como sucede en cualquier puesto de la función pública.Decenas de personas denunciaron al CSIC por encadenar contratos temporales
Por su parte, la Federación de Jóvenes Investigadores no valora como "injustas" la ley Caldera ni las sentencias que han estabilizado a científicos que habían tenido contratos encadenados. Como explican a Hipertextual por correo electrónico, "no es deseable que la estabilización de personal por sentencia judicial se convierta en una forma habitual de consolidación, sino que debe responder a criterios más estratégicos de la planificación de recursos humanos del CSIC".
Una científica que prefiere no desvelar su nombre confirma a Hipertextual que el Consejo llegó a un acuerdo con la administración, para solucionar así el problema de las demandas. Con este objetivo, la presidencia del CSIC publicó el pasado 30 de abril una resolución por la que se convoca una **bolsa de trabajo** para la selección y contratación de personal temporal con cargo a proyectos de investigación, convenios y contratos. El documento incluye una cláusula en las normas generales relativas al procedimiento, introduciendo una triquiñuela que libraría al Consejo de más denuncias por el sistema de contratación:
Sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado octavo de las bases generales, con carácter general, los aspirantes que en un período de treinta meses hubieran estado contratados durante un plazo igual o superior a veinticuatro meses en cualquier modalidad contractual en un mismo Instituto, Centro o Unidad del CSIC, no serán considerados elegibles para una nueva contratación en ese mismo Instituto, Centro o Unidad hasta que no hayan transcurrido al menos cuatro meses desde la finalización de su último contrato
Precariedad laboral en ciencia
En la práctica, esa cláusula impedirá que investigadores como Blanca o Rodrigo puedan ser contratados durante unos meses más para terminar la tesis doctoral. Sus experimentos quedarán en el aire, y muchos proyectos parados. Pero la resolución del CSIC no sólo afectará a científicos a punto de terminar el doctorado. "El problema es más grave", confirma Rodrigo. La mayoría de investigadores cuentan con un contrato temporal, por lo que muchos laboratorios podrían quedarse completamente parados al depender del trabajo de científicos postdoctorales o técnicos que no puedan volver a su instituto o centro de investigación.Con esta medida, muchos laboratorios podrían quedarse completamente parados
"Es una gota más contra el sistema de I+D en España", explica este joven, que lamenta la baja movilización del colectivo. "Los primeros recortes se aplican siempre en ciencia porque no se ven, y el coste político y social es nulo". El investigador, que trabaja estudiando los procesos de replicación del ADN, denuncia que la resolución del CSIC afectará especialmente a los grupos más pequeños. Y aunque la bolsa de empleo contempla que puede haber excepciones a la "limitación a la elegibilidad", los científicos no se muestran demasiado optimistas. Hay incluso quien plantea que los cuatro meses podrían alargarse hasta el medio año, lo que frenaría por completo los proyectos de I+D.
La resolución, que entró en vigor el pasado 4 de mayo, no solucionará el gran problema de fondo del CSIC. Según la Federación de Jóvenes Investigadores, la medida sólo sirve "para evitar la estabilización por sentencia de personal que realmente trabaja en un puesto estructural encubierto". Una crítica que también comparten desde Comisiones Obreras, al denunciar que en algunos centros el 80% de los trabajadores tiene contratos temporales. "Ha habido casos en los que un investigador o técnico ha acumulado contratos temporales durante 10 ó 12 años, cuando las funciones que cubrían eran de tipo estructural", lamentan.
Hacia un CSIC de dos velocidades
La medida planteada desde la presidencia del Consejo ha sido acogida con duras críticas. Según la investigadora anónima consultada por Hipertextual, es un disparate que el CSIC funcione igual que el resto de las administraciones públicas, por lo que pide una "mayor flexibilidad para que se puedan contratar a los mejores especialistas". Sin embargo, el problema de fondo no es que el CSIC haya vivido al margen de la legalidad durante años.La edad media del CSIC se sitúa en los 53 años
Según explica Moreno, "otras entidades como el Centro de Regulación Genómica o el CNIO cuentan con una mayor libertad de contratación". Estos centros, creados como fundaciones privadas, no se encuentran tan condicionados por los presupuestos generales o por la famosa tasa de reposición -limitada al 10% hasta 2015, cuando ha vuelto a ser del 100% para los científicos-. Por contra, el CSIC se ha visto encorsetado por los recortes económicos, de manera que "ha forzado la normativa laboral al límite", describe el especialista en Derecho del Trabajo. Y es que el Consejo, el CRG o el CNIO se rigen por la misma legislación laboral, pero los dos últimos pueden impulsar contratos indefinidos con mayor flexibilidad que el propio CSIC.
La jugarreta planteada ahora no sólo dejará en la calle a cientos de investigadores. También creará un CSIC de dos velocidades, donde los grupos más pequeños, sin capacidad económica para contratar a personal fuera de convenio, se verán obligados a prescindir de científicos y frenar sus proyectos de I+D. "Los equipos más grandes, que además suelen contar con mayor financiación, podrán realizar contratos fuera de convenio, que no necesitan pasar por el mecanismo de la bolsa de empleo", según fuentes consultadas por Hipertextual.
Como reconocen en el propio Plan de Actuación del CSIC 2014-2017, los dos problemas más graves del Consejo son, por un lado, la pérdida y envejecimiento de su personal -cuya edad media es de 53 años-, y por otro, la falta de flexibilidad y alcance en la estructura y capacidad de gestión. Lejos de solucionarlos, la resolución sobre la bolsa de empleo añade más incertidumbre a la investigación española, muy tocada por los recortes y la fuga de cerebros. Si algo sabemos es que la ciencia es el transporte al futuro, pero sin científicos al volante no llegaremos jamás.