Pocas son las ocasiones en que una marca o un dispositivo en concreto me ha hecho cambiar por completo mis hábitos. Pocas son las veces en que ese mismo dispositivo o marca ha sido capaz no sólo de cambiar mi hábito, también ofrecerme un producto de una calidad tan alta que no puedes creer o entender cómo vivías antes de otra manera.
De Sonos había escuchado poco hasta hace unos meses, sabía que era un sistema de sonido relativamente nuevo, que funcionaba con un control remoto bastante peculiar que podía controlar varios de los dispositivos de la marca, no mucho más. Pero fue el Sonos S5 el que me hizo investigar más de lo que hacen y como lo hacen.
Esta es una pequeña historia de como una curiosidad se convirtió en un capricho y cómo después la marca me iba a sorprender a un nivel que, sinceramente, no me esperaba. De cómo Sonos me cambió uno de los hábitos más básicos que tenemos: el escuchar música y por qué ya no puedo vivir sin el sistema de sonido en casa.
Conociendo Sonos
Mi curiosidad por Sonos inició cuando buscaba un sistema de sonido "todo en uno" integrado y compatible con los iPhones (como los que tiene Bose) pero que a diferencia de lo que produce esa marca, realmente suene bien y no tenga un precio que parece un robo. Haciendo un poco de investigación de comprador informado llegué al Sonos S5, un sistema integrado de sonido que ha recibido infinidad de reseñas positivas, un dispositivo integrado, pequeño, ligero, con tan solo dos botones y un puerto Ethernet.
Un momento. ¿Un puerto Ethernet?
Sí, Ethernet. No hay un dock para conectar el iPhone, no hay puertos de entrada HDMI o puertos de fibra óptica para sonido de alta calidad. Solo un puerto Ethernet. Sorprendido, investigué un poco más. Resulta que el Sonos S5 se conecta al router de tu casa por medio de dicho puerto, y simplemente le dices dónde está tu música, ya sea en un disco duro externo, en carpetas compartidas en tus computadoras, en la librería iTunes, etcétera. Básicamente el sistema hace un índice de toda la música que haya en la red local, la agrega y te permite escucharla. Pueden ser en formato MP3, Ogg Vorbis, WAV, inclusive FLAC.
¡WOW!
Pero reducir el funcionamiento del S5 a un pequeño aparato que hace sonar la música que hay en mi red local es injusto. Eso es tan solo el principio. Hay mucho más. Pero nada de eso lo descubrí hasta que tuve el sistema completo en casa. Y digo completo porque el S5 es un dispositivo de varios en el ecosistema Sonos. Un par de tweets demostrando mi entusiasmo por lo que hacen y la marca se puso en contacto conmigo para decirme que quieren que pruebe por mi mismo las bondades de sus productos.
Y empieza el romance.
Sonos es un sistema de sonido para el presente que parece que viene del futuro
Pensemos un momento en lo siguiente: tenemos la mayoría de nuestra música en discos duros, tenemos redes Wi-Fi en casa, tenemos al menos un router, tenemos smartphones, muchos tenemos iPads, y practicamente todos tenemos al menos una computadora en casa. Aún así seguimos usando equipos de sonido que aún vienen con reproductor de CD, conectados con un cable largo a nuestras máquinas (algunos lo conectan con un Airport Express), o usamos esos altavoces de plástico en el escritorio y escuchamos música con una calidad terrible. Todo controlado desde un software como iTunes, con mínimas posibilidades colaborativas.
Considerando cómo están las cosas, es como si Sonos llegara del futuro para adaptarse a las necesidades de sonido del presente. Tanto así que me resulta extremadamente curioso que sean la única marca que hace lo que hace. Su funcionamiento es bastante sencillo (parte de su magia):
Cada dispositivo de Sonos es parte de un ecosistema (el cual puede hacerse más grande a medida que compras más dispositivos de la marca), todos conectados por un pequeño router inalámbrico dedicado llamado Zonebridge. El (o los) Sonos S5, además del puerto Ethernet, se conectan vía Wi-Fi con el dispositivo, que a su vez está conectado a la red local de forma alámbrica. Al existir un router inalámbrico dedicado para estos dispositivos de sonido, es innecesario hacer configuraciones de cualquier tipo, la "red local de sonido" o el "ecosistema Sonos" se configura practicamente solo, simplemente inicias el auto-descubrimiento presionando un botón en cada dispositivo que agregas. También garantiza la sincronización del sonido entre dispositivos a u nivel de exactitud sorprendente.
En mi caso Sonos envió dos S5, un Zonebridge y un Wireless Dock. Al no haber ninguna pantalla en ninguno de los dispositivos o más de dos botones (volumen, mute), toda la operación del ecosistema se hace por medio de controles remotos. Venden uno de hardware (como decía, bastante curioso), pero también ofrecen versiones de software para:
Mac OS X Windows iPhone / iPod touch iPad * Android
Todos los controles remotos (independientemente si es de hardware o una aplicación de software) constituyen otro elemento más del ecosistema Sonos y por lo tanto está absoluta y totalmente sincronizado con el resto de dispositivos. Si yo hago algún movimiento en la aplicación de Mac, estas se reflejan inmediatamente en la aplicación del iPhone. Cualquier control remoto activado en el ecosistema puede ver y modificar las listas de reproducción o la cola de canciones por tocar, elegir qué suene en qué dispositivo de audio, crear grupos, deshacerlos, subir o bajar el volumen, y un largo etcétera.
Este es uno de los aspectos más importantes y más interesantes del sistema de sonido, porque una vez agregada la música, o creado las listas de reproducción, y después de darle "Play", no es necesario tener ningún software activado o abierto para que la música suene. Funcionan por si mismos; pero es que además funcionan muy bien y la comodidad absoluta de poder usar una computadora o tu smartphone para controlar cómo suena la música en toda tu casa es tan lógico y tan obvio que es increíble pensar que antes no existía nada igual de útil e igual de fácil.
Debido a que Sonos es un ecosistema propio, es posible hacer que la misma canción suene en dos dispositivos de audio o tres, o cuatro o todos los que tengas (de hecho hay un "modo fiesta") pero sorprende la exactitud absoluta que mantienen en la sincronización del sonido a lo largo de todos los dispositivos, no hay adelanto o atraso absoluto.
Llena tu casa de música
El ecosistema Sonos no tendría mucho valor y mucho sentido si su dispositivo estrella, el Sonos S5, no tuviera buen sonido. De hecho tiene una calidad espectacular, es tan pequeño que no te puedes creer que sea capaz de llenar un cuarto de música y que se escuche tan bien.
El Sonos S5 tiene 5 amplificadores digitales que están emparejados de forma individual con cinco altavoces, y se nota. Los bajos tienen bastante presencia sin exagerar y distorsionar el sonido. Los graves y los altos llenan por medio de 2 tweeters y 2 controladores de gama media. Sonos dice que han encontrado un balance preciso de tonos, intensidad de graves y variedad de sonido estéreo para la reproducción exacta del sonido. Sí, lo consiguen.
De hecho el S5 no tiene equalizador, simplemente no lo necesita. Te das cuenta que has estado escuchando música de la forma equivocada. Sobre todo si empiezas a rippear o conseguir música en FLAC.
No solo la música que tienes en tu red local
Resulta que el sistema Sonos te permite escuchar música de servicios de streaming. Por un lado es posible escuchar una cantidad inmensa de radios por internet. Pero por otro lado se pueden configurar servicios de música. Ahora mismo dan soporte para:
Audible Classical.com Deezer eMusic iheartradio iTunes Last.fm LiveDownloads.com Pandora Rdio Rhapsody SiriusXM * Spotify * Wolfgang's Vault
Los servicios aparecen (o no) dependiendo de la zona geográfica donde te encuentres, limitaciones que lamentablemente imponen las discográficas. En mi caso la integración de Sonos con Spotify me ha resultado en una combinación muy potente de música. Es increíble que cualquiera en casa pueda acceder a un catálogo extremadamente grande de música que ofrece Spotify y agregar canciones a la lista de reproducción, todo desde el software de control remoto de Sonos.
Sí, hace falta una cuenta Premium de Spotify, pero aún no puedo creer que se crea que 10€ mensuales por tener tanta música disponible en la computadora, en el smartphone y hasta en el Sonos.
Así mismo, todo lo que suene en el sistema de música Sonos se sincroniza, como debe de ser, con mi cuenta de Last.fm, es decir, no se pierde registro de la música que estoy escuchando solo porque no lo hago desde mi equipo.
Por cierto, los S5 se actualizan por software constantemete, es decir, a medida que pasa el tiempo van agregando funcionalidades y servicios, dándole aún más valor al equipo.
Conclusiones
El primer comentario que recibo cuando hablo de Sonos es, «pero es muy caro», pero en mi opinión es que es demasiado barato por todo lo que hace, por la forma en que suena, por lo extremadamente cómodo las cosas que hace.
No es un sistema perfecto, tiene fallos, son mínimos y la mayoría se limitan al diseño de interfaz del software para Mac o PC (ya que la aplicación de iOS o de Android, sinceramente, son bastante rápidas y mucho más fáciles de usar).
Sonos logró cambiarme mi forma de escuchar música, la forma en que concibo el sonido en casa. Ahora las soluciones de Apple (AirPlay + Apple TV + Airport Express) que antes me parecían buenas y sencillas me resultan complicadas, limitadas e insuficientes.
Sorprende que una empresa que fue fundada hace apenas ocho años haya innovado tanto a la hora de soluciones de sonido, por encima de muchas compañías de electrónica perfectamente establecidas que de hecho usan justamente el poder de marca para seguir vendiendo aunque innoven poquísimo.
¡Ah!, por cierto, ¿aquella idea inicial de poder conectar mi iPhone en un sistema "todo en uno"? también se puede hacer con Sonos, pero bien, por medio de un dock que es inalámbrico. Todo bien pensado.
Los equipos que use para esta reseña fueron:
- Sonos S5 (400 dólares/euros)
- ZoneBridge (100 dólares/euros)
- Wireless Dock 100 (100 dólares/euros)