¿Quién le habría dicho a Gutenberg cuando mostraba su imprenta orgulloso que más de seis siglos después se podría imprimir mucho más que la lengua escrita? Gracias a la impresión en 3D, hoy en día se puede reproducir casi cualquier cosa, del mismo modo que él plasmó en el papel aquella Biblia, allá por 1440. […]