Mucho se ha hablado de las intenciones de Apple sobre la salida al mercado de un iPhone de bajo coste. En este sentido, existen voces tanto a favor como en contra del supuesto dispositivo, como ya sucedió con el iPad mini y que se acabó materializando no solo en un dispositivo más barato si no en toda una plataforma con nuevas posibilidades, tanto para usuarios como consumidores.
En este sentido, un iPhone de bajo coste o de gama media le permitiría a Apple cubrir un segmento de mercado, entre los 350 o 400 dólares y actualmente copado por Samsung, que ayudaría a reforzar la presencia de Apple en dicho segmento del mercado y serviría como forma de entrada a los mercados emergentes donde posicionar un terminal de gama alta se antoja más que complicado.
No solo eso, si no que además permitiría a Apple aumentar la cuota de mercado en regiones como la Europea, donde debido a la recesión y al auge de los smartphones de bajo coste con Android el iPhone ha ido perdiendo parte de la penetración con la que gozaba años atrás.
Por tanto, parece que el iPhone de bajo coste podría ser una realidad ante de que acabe el año. De hecho, JP Morgan, la prestigiosa firma de servicios financieros ha realizado un estudio de mercado en el que se analizan las consecuencias directas de la salida al mercado de un iPhone de bajo coste:
Actualmente Samsung domina este segmento (del rango de precio de $ 200-500 ) con más del 35 por ciento del mercado. Creemos que Apple podría conseguir de un 20 a un 25 por ciento de este mercado en los próximos 12 meses (a partir de la escasa presencia actual en este segmento), si los precios de dicho producto producto estuvieran contenidos en niveles entorno a los 350 a 400 dólares.
Además, estos últimos días y según fuentes de ETrade Supply’s los cuales tienen gran conexión con Foxconn, la empresa china ensambladora del iPhone, dicen que el iPhone de bajo coste ya es una realidad, aunque no dejan de ser rumores sin confirmar, como ya pasó en ocasiones anteriores.
Lo que si está claro es que desde el punto de vista económico, es un oportunidad única para Apple ahora que goza de una posición privilegiada en el mercado y podría aprovecharla para potenciar la marca iPhone como no lo hemos visto hasta ahora, e introducirse paulatinamente en un mercado que les otorgaría pingües beneficios.
De esta forma, un iPhone de bajo coste no quiere tiene por que ser un iPhone barato y un mal equipo, de la misma forma que el iPad mini -más barato que su hermano mayor- no ha sido un mal dispositivo, si no que ha abierto una categoría nueva y sus ventas están en el mejor momento.
Y visto los cambios que se están produciendo en Apple, impensables en la increíble etapa de Jobs al frente de la compañía, todo parece indicar que el iPhone de bajo coste está más cerca que nunca.