Cuatro fabricantes de coches están involucrados en un nuevo escándalo en Francia. La asociación de consumidores franceses denunció a BMW, Mercedes-Benz, Volkswagen y Toyota por poner en riesgo la vida de las personas. Las empresas se encuentran en la lista de fabricantes que utilizaron airbags defectuosos de Takata en modelos de hace una década o más.

De acuerdo con France24, UFC-Que Choisir denunció ante un tribunal de Versalles a BMW, Mercedes-Benz, Volkswagen y Toyota. La asociación de protección al consumidor acusó a las compañías de prácticas comerciales engañosas, engaño agravado y puesta en peligro deliberada de la vida de terceros. La UFC-Que Choisir señaló que los fabricantes han esperado hasta estar "entre la espada y la pared" para tomar medidas contra las bolsas de aire defectuosas.

El eje de esta denuncia son los airbags fabricados por Takata. Las bolsas de aire, que se integraron en más de 34 marcas de coches de entre 2002 y 2015, presentaban defectos que pondrían en riesgo la vida de los automovilistas. Según los reportes, el inflador se degrada con el tiempo y puede explotar con demasiada fuerza al activarse, provocando lesiones mortales a los ocupantes.

"Aunque la peligrosidad de los airbags Takata se conoce desde hace más de 10 años, y a pesar de la gravedad y comprobada del riesgo, estos fabricantes también han esperado hasta estar entre la espada y la pared para tomar medidas bajo la presión mediática y regulatoria", afirmó la asociación.

La UFC-Que Choisir declaró que la respuesta de los cuatro fabricantes llegó tarde y no resuelve el problema. Por un lado, las llamadas a revisión de Toyota y Mercedes no se aplicaron a todos los coches afectados en territorio francés. Además, los avisos de retirada incluyen información imprecisa o minimizan el riesgo.

Airbags

¿De qué se acusa a Volkswagen, BMW, Mercedes-Benz y Toyota en Francia?

La denuncia penal presentada ante un tribunal de Versalles se enfoca en las siguientes acciones:

  • Deficiencias graves en la información debida a los consumidores en cuanto a la naturaleza del defecto y al riesgo, así como la especial gravedad de este último (riesgo mortal), habida cuenta del estado de los conocimientos de los operadores afectados.
  • Comunicación engañosa o, al menos, inapropiada en vista de la urgencia absoluta de la situación y del riesgo ya observado.
  • Mala gestión de las retiradas, sin instrucciones, en particular, de inmovilización clara y precisa o de apoyo individualizado.

La UFC-Que Choisir, que ya demandó a Stellantis, pidió la creación de una comisión parlamentaria de investigación. "Este escándalo ya no afecta a una marca de vehículo, ni siquiera a un grupo de fabricantes, sino a todo el mercado del automóvil, que ha fracasado claramente en términos de información al consumidor y seguridad", dijo.

Ante las acusaciones, los fabricantes criticaron la medida y respondieron que han llevado a cabo campañas de retirada. Ludovic Leguem, director de comunicaciones de BMW Francia, declaró que, de 2013 a la fecha, han retirado más de 935.000 coches afectados a través de 29 acciones de retiro. Mientras tanto, Volkswagen mencionó que están revisando sus campañas de retiro y se actualizarán en colaboración con las autoridades regulatorias.