Meta ha despedido a un número importante de empleados de su división Reality Labs. Los recortes afectaron a los equipos de Oculus Studios, la división de juegos interna de Meta, así como a los empleados que trabajan en hardware vinculado a la línea de productos Quest. Los reportes iniciales no mencionan cifras específicas, aunque Meta describió la medida como parte de su estrategia para mejorar la eficiencia y la alineación interna.
De acuerdo con The Verge, uno de los títulos afectados es Supernatural, una aplicación de fitness de realidad virtual adquirida por Meta en 2021. En una publicación en la página de comunidad en Facebook, los desarrolladores revelaron que los despidos afectarán el número de entrenamientos que se lanzarán por semana. “Estos cambios están destinados a ayudarnos a trabajar de manera más eficiente en lo que podría ser el futuro del fitness”.
Por otro lado, un portavoz de Meta confirmó la reestructuración interna y dijo que esta permitiría al equipo centrarse de manera más efectiva en la realidad mixta. “Algunos equipos dentro de Oculus Studios están experimentando cambios en la estructura y en los roles que han afectado el tamaño del equipo”, dijo Tracy Clayton. “Seguimos comprometidos con la inversión en experiencias de realidad mixta, incluidos fitness y juegos, y nuestro impulso por ofrecer las mejores experiencias posibles para las comunidades de Quest y Supernatural permanece inalterado”.

Meta no puede frenar la caída de Reality Labs y el metaverso
La reestructuración se produce mientras Reality Labs continúa reportando profundas pérdidas financieras. En 2024, la división generó 2.140 millones de dólares en ingresos, pero registró una pérdida operativa de 17.700 millones, un aumento considerable con respecto al año anterior.
A pesar de las ventas de las Ray-Ban Meta, Reality Labs continúa operando a una escala que supera ampliamente los ingresos que genera a partir del hardware y software. La unidad de negocios ha perdido más de 68.900 millones de dólares desde 2020, mientras construye las bases para la visión a largo plazo del metaverso. Una parte importante de ese gasto se destina al desarrollo de nuevas plataformas, hardware inmersivo, computación espacial y sistemas operativos para futuros dispositivos de AR y VR.
Otro problema para esta división es que Meta vende hardware como el Quest al precio de coste —o incluso por debajo de él—. Si bien esta estrategia sacrifica las ganancias inmediatas con el fin de impulsar la adopción, lo cierto es que no está rindiendo frutos. Los sueños de un futuro dentro de la realidad virtual comenzaron a desvanecerse con la irrupción de la inteligencia artificial y el futuro impulsado por robots.
Aunque los números no favorecen su visión, Mark Zuckerberg cree que 2025 podría ser un punto de inflexión para el metaverso. Mientras eso llega, los ingresos publicitarios de las principales plataformas de Meta seguirán siendo el ancla financiera de la empresa, a pesar de la creciente presión por diversificarse.