La península ibérica vivió este lunes uno de los mayores apagones eléctricos de su historia reciente, dejando a millones de personas sin acceso a servicios esenciales. Desde el mediodía, tanto España como Portugal han sufrido cortes de luz generalizados que paralizaron comercios, hospitales, redes de transporte y comunicaciones móviles. El impacto ha sido inmediato y extendido, afectando a zonas urbanas y rurales por igual.
Las consecuencias fueron inmediatas: semáforos apagados, trenes detenidos, aeropuertos operando con generadores y hospitales suspendiendo servicios no urgentes. El transporte público se detuvo casi por completo, dejando a miles de ciudadanos varados sin poder regresar a casa. El caos se extendió a sectores críticos como el financiero, el industrial y el de telecomunicaciones, según la BBC.
El apagón también expuso la vulnerabilidad de la infraestructura digital, al afectar seriamente a los servicios de internet y comunicaciones. Los centros de datos principales continuaron operando gracias a sistemas de respaldo, pero los equipos intermedios, esenciales para la distribución de la señal, comenzaron a fallar al agotarse sus fuentes de energía. Esto provocó la caída de servicios de internet y telefonía en diversas zonas urbanas y rurales.

Internet, una de las mayores víctimas del apagón en España
Aunque los grandes centros de datos cuentan con generadores que permiten su operación continua, la red depende de nodos intermedios mucho más frágiles. Sin estos equipos en funcionamiento, el tráfico de datos se interrumpe incluso si los servidores centrales siguen activos.
Arturo Azcorra, director adjunto de Imdea Networks, explicó a El País que Internet necesita de estos nodos distribuidos por las ciudades para mantener la conexión. La fibra óptica puede recorrer largas distancias, pero sin los conmutadores locales, las comunicaciones se vuelven inviables.
Vodafone España confirmó que su red opera al 70 % de capacidad gracias al uso de generadores de emergencia; sin embargo, el servicio podría deteriorarse si la situación no se resuelve en las próximas horas. Por otro lado, Telefónica activó el comité de crisis establecido para situaciones de emergencia, aunque no ofreció detalles sobre el estado de sus servicios.
"La compañía está trabajando, según lo previsto y establecido, para mantener el servicio, racionalizando el uso de los recursos para que permanezca operativo el mayor tiempo posible y priorizando los servicios esenciales", dijo Telefónica en su cuenta de X. "El apagón, generalizado en el país, ha afectado a los servicios de telecomunicaciones, que están siendo soportados por generadores eléctricos y baterías, a la espera de que se recupere el suministro eléctrico, del que la red es dependiente".
Las autoridades españolas y portuguesas activaron gabinetes de crisis para gestionar la emergencia. Red Eléctrica estimó que la recuperación total del suministro podría tardar entre seis y diez horas, aunque algunas zonas comenzaron a restablecerse parcialmente durante la tarde. El presidente español, Pedro Sánchez, reconoció en una comparecencia que no hay “información concluyente” sobre lo sucedido.