Llevamos casi un mes en el que en algunas partes de España ha llovido sin parar. Los pantanos, algunos de ellos a niveles preocupantes hasta hace bien poco, se han repuesto bastante, pero también ha habido mucha agua desperdiciada. La dejamos caer y acumularse en nuestras terrazas y techos, donde no tiene ningún beneficio. ¿Pero qué pasaría si buscásemos formas de recogerla y almacenarla? ¿Podríamos usar el agua de lluvia en algunas de nuestras tareas cotidianas?
La respuesta es que sí. Puedes tener un sistema de canaletas en el techo que te ayude a recoger el agua. O simplemente poner cubos en el balcón. Todo depende de para qué queramos usar el agua de lluvia y cuánta necesitemos en total.
Hay muchas aplicaciones, pero lo primero que queremos dejar claro es que no debes usarla para beber ni para cocinar bajo ningún concepto. Tampoco es recomendable usar el agua de lluvia para el aseo personal. En periodos enormes de sequía se podrían requerir técnicas de filtrado que permitieran limpiar ese agua antes de usarla. Pero, si no es el caso, lo mejor es no emplearla en el consumo humano. Dicho esto, sí que hay algunas tareas cotidianas en las que podríamos aprovechar la lluvia. Ya que no para de llover, al menos podemos intentar sacar algún beneficio mientras esperamos a que vuelva la luz del Sol.
Prueba a usar el agua de lluvia para lavar el coche

El agua de grifo suele estar tratada con cloro, ya que así se eliminan microorganismos que podrían ser peligrosos para el consumo humano. No es una cantidad enorme de cloro, pero sí suficiente para que algunos expertos desaconsejen emplear esta agua para lavar el coche. Se debe a que el cloro puede provocar manchas en la carrocería. Además, si el agua es muy dura, con mucha cal, esta también puede dejar manchas.
Regar las plantas siempre es una buena opción

Está claro que a las plantas les va de perlas el agua de lluvia. Al fin y al cabo, ese es el único riego que reciben en la naturaleza. Por eso, si vamos a hablar de formas de usar el agua de lluvia, no podemos dejar de comentar esta.
Hay varios motivos por los que almacenar agua de lluvia puede ser una buena opción para regar nuestro jardín. La primera es que el objetivo del cloro es eliminar microorganismos. Eso es muy útil si vamos a bebernos el agua. Sin embargo, las plantas necesitan convivir con algunos microorganismos. Por ejemplo, para el crecimiento de las raíces.
Siguiendo con el crecimiento de las raíces, tanto el cloro como la cal pueden acumularse a su alrededor y dificultar el crecimiento. Por eso, al usar el agua de lluvia, eliminamos este problema.
Además, si el agua se recoge inmediatamente después de una tormenta, puede ir cargada de nitrógeno, muy necesario para las plantas. Normalmente lo obtienen del suelo, pero algunos suelos son demasiado pobres en este elemento. En la atmósfera hay mucho nitrógeno, pero para que pueda ser utilizado por las plantas requiere una descarga de energía, como la procedente de los rayos de las tormentas. Por otro lado, el propio cloro puede dificultar la absorción del nitrógeno del suelo, por lo que es un doble motivo para usar el agua de lluvia.
Es cierto que el agua del grifo no tiene cantidades ingentes de cloro, pero sí suficiente para que, si podemos elegir, el agua de lluvia sea una mejor opción.
¿Has probado a usar el agua de lluvia para la cisterna?

En realidad, el agua que usamos en la cisterna da un poco igual. No importa si está clorada o no. Simplemente se va a ir por el desagüe. El problema es que tiramos de la cadena muchas veces al día y con cada vez que lo hacemos gastamos muchísima agua. De hecho, según un informe de la Agencia de Protección del Medioambiente (EPA) de los Estados Unidos, en los hogares de este país un tercio del agua que se consume va destinada a dicho fin.
Por ese motivo, para ahorrar agua, puede ser recomendable aprovechar la de la lluvia. Un científico de la Universidad de Drexel, Franco Montalbo, calculó en 2016 la cantidad de agua que se podría ahorrar en Filadelfia, Nueva York, Seattle y Chicago si se pudiese usar el agua de la lluvia para tirar de la cadena. Diseñó un sistema de recogida del agua que cae en el techo y, teniendo en cuenta las lluvias que sucedían al año en estas cuatro grandes ciudades en esa época, concluyó que una familia de 3 personas podría tener cubierto el 80% de las descargas de agua de su cisterna. Es cierto que no todas las ciudades del mundo pueden usar el agua de lluvia para esto, pues apenas llueve. Pero en épocas como la que estamos pasando ahora en España sería una aplicación interesante. Ya que no para de caer agua del cielo, es buena idea evitar que se pierda.