La impresión en 3D no tiene límites. Cada vez se imprimen más cosas, desde piezas industriales hasta joyas, pasando por zapatos, alimentos y hasta órganos. El tema de la impresión de órganos en 3D es algo más complejo que la impresión de un objeto. No obstante, ya se han conseguido grandes logros en esta área. Ahora, un equipo de científicos chinos, japoneses y estadounidenses ha ido más allá, con un gran reto que no se había logrado hasta el momento: la obtención de un pene impreso en 3D.
No, deja de imaginarlo como un vibrador. Es un pene funcional; que, de hecho, se ha implantado con éxito en conejos y cerdos con problemas de erección. Gracias al pene impreso en 3D han logrado aparearse y tener descendencia.
De momento no se ha probado en humanos. Sin embargo, los autores del estudio creen que podría ser útil para el tratamiento de la disfunción eréctil y de afecciones como la enfermedad de Peyronie. También consideran su utilidad para implantar un pene a los hombres trans que lo deseen. Sin duda, son todo ventajas.
Vascularización: el mayor reto del pene impreso en 3D
Si el pene impreso en 3D era un reto tan grande es porque la vascularización era esencial. Esta siempre lo es, lógicamente. Es importante que, una vez que se implante, el órgano se conecte bien con los vasos sanguíneos del cuerpo, ya que estos le aportarán los nutrientes y oxígeno necesarios para que sea funcional. Pero, además, en el caso del pene la sangre tiene una segunda función: mantener la erección.
Este órgano está atravesado por unas estructuras cilíndricas y esponjosas, llamadas cuerpos cavernosos y esponjoso, que se llenan de sangre durante la excitación, facilitando que el pene se ponga rígido. Esto es lo que se conoce como erección. Estos, además, están cubiertos por una capa, llamada túnica albugínea, que se estira durante la erección.

Lógicamente, para tener un pene impreso en 3D funcional se necesita reproducir todas estas estructuras. Los autores del estudio lo hicieron utilizando un hidrogel biocompatible. Pero, además, lo sembraron con células endoteliales. Estas son las células que recubren los vasos sanguíneos. Por lo tanto, el resultado debía ser un órgano capaz de llenarse de sangre cuando sea necesario y provocar una erección.
Éxito en cerdos y conejos
El proceso de llenado de los cuerpos cavernosos se produce cuando, con la excitación, se produce ácido nítrico, que provoca la relajación de los vasos sanguíneos. Los animales que participaron en el estudio no tenían alterada la función nerviosa que les permite liberar ese óxido nítrico. Solo tenían problemas funcionales o anatómicos en el pene.
Por eso, se probó a colocarles el pene impreso en 3D y comprobar qué ocurría durante la excitación. Para su regocijo, los animales consiguieron mantener una erección el tiempo suficiente para aparearse con hembras. Además, la conexión con los testículos, donde se generan los espermatozoides, se realizó con éxito, ya que muchas de estas hembras quedaron embarazadas.
Cabe decir que para que el animal pueda orinar y, además, eyacular, es necesaria una uretra, que también se creó en el órgano impreso. Todo función adecuadamente.
Un pene impreso en 3D para tratar la enfermedad de Peyronie
La enfermedad de Peyronie se da cuando se forman una serie de tejidos cicatriciales debajo de la piel del pene, de manera que las erecciones son curvas y dolorosas.
Los autores del estudio creen que este pene en 3D podría ser muy útil en humanos con este problema, ya que ese nuevo pene no tiene las cicatrices que causan erecciones dolorosas. También parece solucionar los problemas de disfunción eréctil, en los que algún tipo de fallo en los cuerpos cavernosos o esponjosos impide que la erección se produzca y/o se mantenga.

Por supuesto, podría ayudar a hombres trans al sustituir la faloplastia, en la que se usa piel de otras partes del cuerpo, como el antebrazo, para enrollarla y fabricar un pene que se implanta encima del clítoris.
Son muchísimas las posibilidades. Pero, si todo va bien, teniendo en cuenta la cantidad de casos de disfunción eréctil que se dan a ciertas edades y lo que preocupa a quienes la sufren, seguro que en un futuro veremos muchos penes impresos en 3D.