Las pestañas postizas ya no están de moda. Bueno, en realidad sí se siguen utilizando. Mucho, de hecho. Igual que las extensiones de pestañas. Pero la verdad es que hay otra opción dispuesta a adelantarlas por la derecha: los sérums de pestañas. Se trata de productos que se usan diariamente durante la rutina de skincare para promover el crecimiento natural de las pestañas. Cada vez más marcas fabrican el suyo y más personas se deciden a usarlos, pues el resultado es mucho más natural y cómodo que el de las pestañas postizas. Sin embargo, cuentan con algunos inconvenientes de los que no se suele hablar.
No todos los sérums de pestañas tienen la misma composición. Sin embargo, la mayoría de ellos cuentan entre sus ingredientes con unos compuestos conocidos como análogos de las prostaglandinas. Son sustancias que se emplean para el tratamiento del glaucoma. De hecho, su utilidad en el crecimiento de las pestañas se descubrió porque este es un efecto secundario de los fármacos que lo contienen. Una serendipia en toda regla.
El problema es que el único efecto secundario de los análogos de las prostaglandinas no es ese. También pueden producir otros efectos que pueden considerarse admisibles si se quiere tratar un glaucoma, pero no cuando los fines de su uso son solo estéticos, como ocurre con los sérums de pestañas. Veamos, entonces, cuáles son esos efectos.
Luces y sombras de los sérums de pestañas
Cuando se descubrió que los análogos de prostaglandinas de los tratamientos para el glaucoma causaban crecimiento de pestañas se estudió cuál es el motivo. Se vio que son capaces de prolongar la fase de crecimiento del vello, conocida como fase anágena. Esto favorece que las pestañas crezcan más y más rápido. Por eso, se decidió que podrían ser ingredientes adecuados para la preparación de sérums de pestañas.
Inicialmente estos tuvieron muy buena acogida. Y la siguen teniendo. De hecho, según datos recogidos en Very Well Health, se calcula que para 2031 las ventas de sérums de pestañas podrían alcanzar los 1.300 millones de dólares, una cifra mucho más alta que los 752 millones de 2020.

Lamentablemente, a medida que estos productos han ido ganando fama y aumentando sus ventas, se han empezado a ver sus efectos secundarios. Se han publicado varios reportes de casos en los que los consumidores de estos productos han experimentado algo conocido como pérdida de volumen periorbital. Esto se da porque, dicho de muy grosso modo, la grasa alrededor de los ojos se funde. Como resultado, se observa una especie de cavidad alrededor del ojo que acentúa mucho las ojeras. También la piel se vuelve más rugosa, fina y pigmentada. Todo esto, por suerte, suele ser reversible si se deja de usar el sérum de pestañas. Sin embargo, cuando el producto entra por accidente en el ojo, la pigmentación puede producirse en el iris, sobre todo en personas con ojos claros, y eso sí que suele ser irreversible.
¿Cómo de frecuente suele ser?
No hay estudios que calculen la incidencia de efectos secundarios en usuarios de sérums de pestañas con análogos de prostaglandinas. La mayoría suelen ser reportes de casos. Sin embargo, en 2022 se publicó un estudio en el que se demostraba algo curioso. Este comenzaba con un reporte de caso. Concretamente el de una mujer de 35 años que tenía piel delgada, arrugada y oscura, además de un hueco periorbital, tras 10 meses usando un sérum de pestañas de este tipo. Por suerte, todos los síntomas remitieron 6 meses después de abandonar el tratamiento.
Más allá de este dato, en el mismo estudio se publicaron los resultados de un experimento curioso. En él se mostró a un grupo de estudiantes de quinto año de grado con diferente nivel de experiencia en dermatología las imágenes del antes y después extraídas de las páginas webs de varios sérums de pestañas o pestañas postizas. Había tres tipos de imágenes: de personas con sérums de pestañas con análogos de prostaglandinas, sin ese ingrediente o con pestañas postizas.

Los estudiantes habían aprendido a identificar los síntomas de la pérdida de volumen periorbital y se les pidió que intentasen identificar una incipiente en las imágenes. Tenían que calificar la probabilidad de que se estuviese desarrollando del 0 al 19. La mayor puntuación se obtuvo en fotos de sérums con análogos de prostaglandinas, con un 8,2. Los sérums de pestañas sin este ingrediente recibieron un máximo de 2,3 y las pestañas postizas un 3,2. Claramente, aun sin saber el origen de cada fotografía, los estudiantes veían aparecer este efecto secundario en usuarios de los análogos de las prostaglandinas. Y eso en las imágenes que las marcas consideraron más apropiadas.
¿Qué ingredientes deberíamos buscar en los sérums de pestañas?
Afortunadamente, no todos los sérums de pestañas contienen análogos de prostaglandinas. Sobre todo desde que se conocen estos efectos secundarios. Lamentablemente, muchos de los que aún los contienen no lo indican en el envase para que los consumidores puedan comprarlos de forma informada. O quizás sí lo ponga, pero de una manera difícil de detectar. No pone que contienen análogos de prostaglandinas. Simplemente en la composición se indica el nombre químico del compuesto.
Por eso, deberíamos buscar eso en la etiqueta si no nos la queremos jugar con estas sustancias. Los dos que más se usan en los sérums de pestañas son el isopropil cloprostenato y la decloro-dihidroxi-difluoro-etilcloprostenolamida.
Por otro lado, hay otros ingredientes mucho mejores, como las vitaminas E y C, la biotina o los péptidos de crecimiento. Los sérums de pestañas que se centran en estos ingredientes son mucho más seguros, según los expertos.

Por eso, no se trata de que no uses sérum de pestañas, sino de que conozcas los riesgos de algunos de sus ingredientes y los emplees de forma informada. Si, por ejemplo, decides recurrir a los análogos de prostaglandinas después de todo, cuidado con que no entre nada en el ojo. Obviamente es algo que debes evitar siempre, pero en este caso puede que tu ojos se coloreen irreversiblemente.