Llevamos desde 2011 esperando que George R.R. Martin nos dé por fin el final de Canción de Hielo y Fuego. Necesitamos un final de la saga de libros que nos quite el mal sabor de boca que nos dejó a muchos el de la serie. Pero el escritor lo sigue posponiendo y muchos piensan que jamás veremos esos dos ansiados últimos libros. Ahora bien, eso no quiere decir que Martin no siga haciendo publicaciones. Desde 2011 ha publicado varias novelas cortas, una precuela y libros complementarios. Y eso no es todo, pues justo se acaba de dar a conocer su última publicación: un estudio científico sobre física. Sí, sí, no es broma.

Lo ha publicado junto al físico Ian Tregillis, del Laboratorio Nacional de los Álamos. Este es un físico experimental que disfruta mucho con la lectura de las obras de Martin, incluida una serie de novelas conocida como Wild Cards. Esta no es exactamente una obra del autor de Juego de Tronos. Más bien es una compilación de historias de ciencia ficción de distintos autores, reunida tanto por Martin como por la escritora estadounidense Melinda M. Snodgrass. 

Es una historia sobre un virus alienígena que se liberó en 1946 sobre la ciudad de Nueva York, proporcionando superpoderes a algunos supervivientes. Sin duda, la premisa es atractiva. Por eso le gusta tanto a Tregillis. Sin embargo, el físico quiso ir un poco más allá del simple disfrute de la obra y se puso a calcular, física en mano, un modelo que describiera cómo se extiende dicho virus. Para ello, como no podía ser de otra manera, contó con George R.R. Martin quien figura como autor en el estudio que se acaba de publicar de forma independiente.

¿De qué trata el estudio de George R.R. Martin?

George R.R. Martin no se ha limitado a firmar el estudio por ser la persona que ha recopilado las historias de Wild Cards. También ha participado en la selección del método más adecuado para calcular cómo se extiende el virus. 

Juntos probaron varias opciones, como los fractales o las analogías termodinámicas, pero finalmente llegaron a la conclusión de que la mejor forma de definir la dinámica viral sería a través de la formulación lagrangiana. 

Esta es una reformulación de la mecánica clásica que simplifica en cierto modo la física tal y como se define con las leyes de Newton. Básicamente, se tienen en cuenta todos los posibles movimientos de un sistema, en este caso la evolución del virus, y se formula matemáticamente el movimiento que reduce al mínimo la acción.

wild cards
Un sistema de coordenadas para el modelo polar del sistema Wild Cards y un ejemplo de las trayectorias de vectores virales. Crédito: Ian Tregillis.

¿Para qué sirve todo esto?

En realidad, como ya imaginarás, todo esto no tiene ninguna utilidad directa para la vida real. Entre otras cosas porque el virus del que se habla ni siquiera existe. La razón por la que Tregillis decidió llevar a cabo este estudio es que supone un ejercicio simpático para explicar la formulación lagrangiana a los alumnos de física. 

Además, si el estudio tiene a George R.R. Martin como uno de sus autores, la atención de los alumnos está más que asegurada.

Es una historia simpática. Bien por Martin. Pero, en serio, ya está bien de cambiar el rumbo de lo que escribe. Necesitamos el final de Canción de Hielo y Fuego.