Google Maps ha hecho un cambio muy importante en su aplicación y lo ha anunciado de forma silenciosa. No es para menos, pues la novedad está relacionada con un tema polémico y que ya está cabreando a algunos usuarios. ¿De qué se trata? El GPS de la gran G va a utilizar imágenes grabadas con las cámaras de salpicadero de algunos coches. ¿El objetivo? Pasarlas por una IA para que los informes sobre el tráfico de algunas zonas sean mucho más completos y reales.

Por supuesto, el debate sobre la privacidad está servido, aunque Google ha aclarado casi todos los detalles antes de poder recibir ninguna queja al respecto. Para empezar, se trata de un sistema que va a mejorar una de las funciones más utilizadas de Google Maps, las indicaciones y reportes sobre el tráfico. No tiene otras intenciones más allá de saber si una carretera tiene una circulación lenta o los vehículos están parados.

Es más, la gran G ha confirmado que solo utilizará imágenes de usuarios que confirmen sus aportes. Es decir, de aquellos que estén dispuestos a enviarlas a sus servidores con el objetivo de mejorar los reportes de tráfico. Además, todas y cada una de las grabaciones pasarán por un filtro que difumina las caras y las matrículas del resto de coches antes de ser enviadas a la herramienta IA.

Google Maps

El tráfico de Google Maps va a ser cada vez mejor y más preciso

Para rematar la jugada, Google Maps ha insistido en que solo utilizará las imágenes de algunas marcas de cámaras de salpicadero, y siempre que los usuarios se adhieran al programa específico. Por lo tanto, el anuncio es una gran noticia que ayudará a mejorar las indicaciones que todos los usuarios tienen sobre el tráfico en tiempo real.

Hasta ahora, Google Maps utilizaba la ubicación de los dispositivos Android y su velocidad, un sistema que funciona relativamente bien, pero que tiene margen de mejora. Ahora, con el uso de imágenes de la propia carretera, los avisos y reportes sobre el tráfico y accidentes podrían llegar a otro nivel.

Por desgracia, no es algo que se esté llevando a todas las partes del planeta. Google Maps ha comenzado por Reino Unido, un mercado donde las cámaras de salpicadero son bastante comunes. Allí, decenas de miles de coches las implementan para salvaguardar su posible defensa a la hora de determinar la culpa de un accidente, un atropello o un golpe mientras el vehículo está estacionado.

En España apenas se instalan, por lo que este sistema de Google Maps, en caso de desplegarse en la península, difícilmente aportará cambios significativos en los reportes del tráfico.