Uno de los beneficios de la nueva PS5 Pro es, sin duda, el aumento de su espacio de almacenamiento. Más gigas equivalen a más juegos, sin tener que preocuparte de tener que borrar uno para instalar otro. Y es que no nos engañemos, el almacenamiento de la PS5 es muy limitado teniendo en cuenta lo que ocupan los juegos a día de hoy. Pero, ¿y si te dijéramos que no necesitas una PS5 Pro para tener instalados todos los juegos que quieras?
Sí, puedes instalar una gran cantidad de juegos en tu PS5 estándar gracias a su ranura SSD M.2 y a dispositivos como la SSD Kingston FURY Renegade, una memoria SSD de hasta 4 TB de alta velocidad con la que los problemas de espacio en tu consola acabarán de un plumazo. Y ojo, porque una vez instalado podrás elegir en tu consola en qué memoria se descargarán tus juegos, poniendo fin de una vez por todas a eso de tener que borrar juegos favoritos, tus partidas guardadas o las grabaciones de tus momentos cumbre en el multijugador.
La SSD Kington FURY Renegade es una SSD PCIe 4.0 NVMe M.2 de alto rendimiento que se presenta en una versión con un disipador térmico de bajo perfil para PC, y con un disipador térmico diseñado específicamente para PS5. En ambos casos, su instalación es muy sencilla, y solo necesitarás 5 minutos de tu tiempo para tenerlo todo listo. Y cuando decimos alto rendimiento, no lo hacemos en vano: ofrece velocidades asombrosas de hasta 7,300/7,000 MB/seg de lectura/escritura, lo que significa que tus juegos de PS5 funcionarán exactamente igual que si los tuvieras instalados en tu memoria interna, con la ventaja de multiplicar por 6 la cantidad de juegos que puedes tener instalados a la vez.
El SSD de Kingston cuenta con PS5™ Ready, por lo que es Plug&Play, lo instalas en apenas unos minutos, enciendes la consola, lo formateas siguiendo los pasos que te indica la PS5 y está listo para descargar o instalar toda tu biblioteca de juego. Además, una de las grandes ventajas de la SSD Kingston FURY Renegade es que incluye disipador de aluminio integrado para una dispersión térmica óptima de modo que cuando el juego se calienta, tu consola PS5 se mantiene fría. El SSD de alto rendimiento de Kingston está disponible, además, en diferentes capacidades de almacenamiento, desde los 500 GB hasta los increíbles 4 TB y es tremendamente sencillo de instalar.
Cómo instalar el Kingston FURY Renegade en tu PS5
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- Desenchufa y desconecta todos los cables de tu consola. Coloca tu consola PS5 en una superficie plana y levanta suavemente la carcasa con la mano derecha. A vez que levantas la tapa, desliza la carcasa con el pulgar izquierdo.
- Una vez que levantes la carcasa, verás la cubierta rectangular larga sobre la ranura de expansión, asegurada con un tornillo en la parte superior.
- Deberás utilizar un destornillador Philips para desatornillar y levantar la cubierta.
- Una vez que hayas levantado la cubierta de la expansión, verás un área verde con cuatro ranuras de expansión. Retira el tornillo y el espaciador de su ranura actual.
- Deja el tornillo a un lado y mueve el espaciador a la ranura que corresponde al tamaño de tu SSD M.2.
- Sostén el borde de tu Kingston FURY Renegade SSD con el disipador de calor, alinéalo con la muesca en el conector de expansión y luego, comenzando desde una posición diagonal hacia arriba, inserta firmemente la unidad hasta el fondo.
- Inclina el SSD hacia abajo y fíjalo al espaciador con el tornillo.
- Vuelve a colocar la carcasa, colocándola ligeramente alejada del borde superior y deslízala nuevamente a su lugar.
Una vez instalado el SSD, enciende tu consola y sigue los pasos que te indica, te pedirá formatear la memoria y lo tendrás listo para jugar. Eso sí: no desconectes la alimentación mientras guardas datos o mientras se formatea tu SSD, podría perder tus datos.
Gracias a las diferentes opciones de capacidad del Kingston FURY Renegade SSD el espacio en tu PS5 no volverá a ser un problema.