El 26 de diciembre de 1996, Patricia ‘Patsi’ Ramsey, encontró una nota en la mesa de la cocina de la casa familiar en Boulder (Colorado). La carta, explicaba que su hija JonBenét, de apenas seis años, había sido secuestrada y se exigían 118 000 dólares por su rescate. De inmediato, la madre despertó a su esposo John y, juntos, telefonearon a la policía. Siete horas después, el cadáver de la niña fue encontrado en el sótano de la casa, con señales de violencia y abuso. Comenzaba, así, uno de los casos de asesinato infantil más escalofriantes del siglo XX y un desafío para los métodos de investigación policial de la época. También, un enigma que continúa sin resolverse. 

Todo lo anterior, lo relata el nuevo true crime de Netflix. Caso no resuelto: ¿Quién mató a JonBenét Ramsey? En tres capítulos, la producción indaga desde un punto de vista novedoso, no solo en lo ocurrido alrededor del homicidio. También, en todo lo sucedido, a lo largo de casi tres décadas de errores técnicos y de método, acusaciones públicas y hasta una confesión en apariencia falsa. Algo que brinda la posibilidad de reavivar el interés en el suceso, en un momento en que el padre de la víctima, John Ramsey, aboga por una revisión de las pruebas, con tecnología actual

El director Joe Berlinger logra, gracias a entrevistas que incluyen a parientes, oficiales y fiscales, profundizar en un ángulo más completo sobre lo ocurrido. Lo anterior, para llegar a una conclusión dolorosa y obvia: las múltiples equivocaciones en el transcurso de la investigación, entorpecieron la posibilidad de una resolución real del caso. Mucho más, lo convirtió en un conjunto de graves errores que involucraron a los detectives encargados hasta los miembros del Gran Jurado, último recurso de la fiscalía.

Un caso confuso y lleno de equivocaciones

Patsy Ramsey y JonBenét Ramsey, dos días antes de la muerte de la niña.

Veintiocho años después de que el cuerpo de la víctima se encontrara, la identidad del posible asesino sigue siendo un misterio. Mucho más, debido a la confusa serie de situaciones que rodearon la investigación y que la convirtieron en fuente de alarmantes errores, polémica y hasta un escándalo público. Todo, en medio de las sospechas acerca de la culpabilidad de los padres de JonBénet e incluso, de su hermano, que por entonces contaba con 9 años. Sin apenas huellas del asesino y la presión sobre sus hombros, la policía de Boulder, se vio envuelta en críticas y señalamientos. 

Gradualmente, cada elemento relacionado con el caso se volvió parte del debate público y, también, de un agrio escándalo. Eso, mientras las fotografías de la pequeña víctima, con maquillaje y trajes de gala, llenaban los tabloides y los noticieros de televisión. A la vez, la incómoda historia de que Patsy, era una fanática de los concursos de bellezas para niñas, en los que JonBenét era conocida y admirada. Lo que se consideró como un extremo turbio de un crimen sin respuesta y cada vez con más puntos perversos. 

John Ramsey, padre de JonBenét Ramsey.

El documental profundiza en la responsabilidad de los medios de comunicación con respecto a las acusaciones contra los padres y hermano de la víctima. Lo que brinda una perspectiva más profunda acerca del papel de la prensa y la televisión en los días posteriores al asesinato y hasta su percepción actual. Lo que convierte a la miniserie en una oportunidad única de reflexión acerca de un caso que marcó época. 

Los hechos alrededor de un crimen controvertido

JonBenét Ramsey

Luego de la denuncia de Patsy Ramsey acerca del secuestro de su hija, la policía de Boulder de inmediato tomó cartas en el asunto. Pero debido a una serie de confusiones y a un desorden general alrededor de la escena del crimen, los primeros indicios desaparecieron. Lo que abarcó huellas, posibles indicios acerca de cómo el o los secuestradores habían irrumpido en la casa y hasta señales de violencia en la casa. Lo que sí estaba claro, es que la carta de rescate, era mucho más larga que lo usual. Además, contenía detalles específicos — como la suma por la liberación de la víctima, la misma del bono de Navidad de John Ramsey — que revelaban que el secuestrador conocía de cerca a la familia. 

En medio de la caótica búsqueda que siguió a la denuncia, la agente de policía Linda Arndt pidió al padre de JonBenét revisar la casa de forma exhaustiva. Eso, para comprobar si había algo fuera de lugar en medio de las múltiples habitaciones de la enorme mansión familiar. En medio de la búsqueda, John bajó al sótano y descubrió el cadáver de su hija, envuelta en una sábana y con las manos atadas. En medio del pánico, levantó el cuerpo y corrió escaleras arriba, pidiendo ayuda. Lo que contaminó por completo no solo la escena del crimen, sino también, cualquier muestra en el cuerpo de la niña.

Lo que ocurrió después, fue una mezcla de conmoción y una caótica sucesión de eventos que empañaron cualquier intento de descubrir la identidad del asesino. Mientras se realizaba la autopsia legal, se les pidió a los Ramsey muestras de escritura y de sangre, lo que ofrecieron de inmediato. Eso, para luego seguir el consejo legal de sus abogados y negarse a declarar a la policía. Además, contrataron a un experto en relaciones públicas, que les facilitó entrevistas con varios medios. En medio de la consternación por el asesinato, los padres de JonBénet se convirtieron en centro de críticas y sospechas.

Una sucesión desafortunada de eventos

La situación alrededor de la familia Ramsey se volvió más crítica. En especial, cuando, en medio del escrutinio de los medios, salieron a la luz las fotografías de la víctima, en diversos certámenes de belleza infantil. La imagen de JonBenét con maquillaje y trajes de gala de corte adulto, asombró y desconcertó al público. Pero mucho más, pareció insinuar que su asesinato era algo más que la obra de un atacante desconocido. 

Para entonces, la policía de Boulder, había dado claros indicios de considerar a los padres sospechosos. Mucho más, cuando la experticia forense mostró que la niña había sido asesinada con un garrote confeccionado con una correa de nilón y el mango de una brocha. Todos, objetos que se encontraban en el sótano de los Ramsey. Más sospechoso aún, es que no había indicios de entradas forzadas. 

De hecho, el único, era una ventana del sótano rota, que conducía al jardín. Pero la policía descartó de inmediato que el asesino pudiera haber entrado a través del cristal roto. Para probarlo, los agentes del FBI encargados del caso, mencionaron que el rectángulo que rodeaba a la ventana, estaba cubierto una gruesa capa de telaraña que estaba intacta. Por lo que todas las sospechas de culpabilidad, recayeron sobre la familia Ramsey.

La presión de la prensa sobre un caso turbio

No obstante, para octubre de 1997, era claro que ningún indicio con respecto a la culpabilidad del padre, la madre o el hermano de la víctima era contundente. A pesar de eso, la opinión pública estadounidense se obsesionó con los Ramsey y su posible culpabilidad. Mucho más, cuando la policía de Boulder, en un intento de ejercer presión en los sospechosos, filtrara algunas pruebas circunstanciales. Pronto, tanto Patsy como John, eran considerados asesinos. Una sospecha que se extendió a su hijo de por entonces diez años. 

Uno de los puntos más importantes del documental, es el papel de la prensa escrita y televisiva acerca del despiadado escrutinio de los medios contra la familia. De las portadas escandalosas de los tabloides, con acusaciones sin fundamento y señalamientos sin sustento, hasta situaciones controvertidas.

La más notable, el juicio simulado que se llevó a cabo en The Geraldo Rivera Show en 1997. Durante el programa, un panel de supuestos expertos opinó sobre el caso. Lo que incluyó una supuesta psiquiatra dedicada al campo infantil que insistió en que JonBénet había sufrido abuso sexual continuado. Una afirmación que terminó por provocar una crisis nerviosa en Patsy Ramsey.

Un desenlace agrio

Finalmente, el 15 de septiembre de 1998, se convocó a un gran jurado, que debía decidir si había una causa real o pruebas más allá de la duda razonable, para enjuiciar a la pareja. Todavía sin decisión, en 1999, el grupo de funcionarios intentó llevar adelante un proyecto de ley, que sancionaba a los Ramsey por haber puesto en peligro a JonBenét. Eso, debido a su participación en los certámenes de belleza infantil, en dónde se suponía podía exponer a la niña a violencia o agresiones. 

Finalmente, el fiscal de distrito del condado de Boulder, Alex Hunter, no procesó al matrimonio, debido a que no había pruebas concluyentes en su contra. Tampoco, contra su hijo Burke, que según declaró la oficina del funcionario, jamás fue considerado sospechoso. La decisión cerró el capítulo con relación a los Ramsey, pero dejó al estado de Colorado sin culpables ni tampoco sospechosos. El caso fue cerrado, solo para reabrirse por orden judicial en el 2002.

El caso en la actualidad

El tercer y último capítulo de Caso no resuelto: ¿Quién mató a JonBenét Ramsey?, está dedicado a explorar la posibilidad de una confesión. Todo, a través de una serie de llamadas anónimas que recibió uno de los investigadores del caso. Luego de varios años de comunicación, el misterio remitente terminó por admitir su culpabilidad en el crimen. Para probar la veracidad de su testimonio, incluyó datos que solo el asesino podía conocer. 

Por lo que, después de una larga investigación, el 15 de agosto de 2006 se detuvo a John Mark Karr, un maestro de escuela con docenas de denuncias por abuso infantil. No obstante, cuando se comparó su ADN con las muestras recabadas en el lugar del crimen, no hubo coincidencia entre sí. Lo que provocó su absolución y que el caso volviera a un punto muerto. 

Según explica John Ramsey en el documental de Netflix, en la actualidad, la familia presiona para que las muestras de ADN sean analizadas con tecnología más precisa. Lo que permitiría, no solo ampliar las posibilidades de descubrir al culpable, sino, finalmente, dar punto final a una historia dolorosa que devastó a los Ramsey por completo.