El Joker ha vuelto y esta vez no viene solo. A pesar de la compañía de Harley Quinn, interpretada por Lady Gaga, en esta segunda película vuelven a ponerse de manifiesto todos sus problemas de salud mental. Mientras que en la primera entrega no se hacía una referencia clara a cuál podría ser su trastorno, en Joker: Folie à Deux sí que hay uno que aparece recurrentemente: el trastorno de personalidad múltiple.

Este trastorno se convierte en la mejor baza de su abogada para reducir lo máximo posible su condena en el juicio al que se enfrenta. Intenta demostrar que Arthur es una personalidad y el Joker otra y que, por lo tanto, Arthur no sabía lo que hacía cuando cometió los asesinatos de la primera película. ¿Pero tiene esto sentido realmente? ¿Puede identificarse el personaje con una persona afectada por trastorno de personalidad múltiple?

Cabe destacar que en la primera película muchos psicólogos y psiquiatras se quejaron de que su trama perpetuaba el estigma hacia las enfermedades psiquiátricas. Señalaban que la sociedad podría tener miedo a estos pacientes por temor a que se conviertan en asesinos. Sin embargo, otros expertos cuentan que Todd Phillips ha captado a la perfección la esencia de un psicópata. Joker 2 se estrena en España hoy mismo, por lo que aún no ha habido muchos comentarios al respecto. ¿Pero qué podemos decir de momento sobre la representación que se hace en esta nueva película sobre la salud mental de Arthur?

Los trastornos de Arthur que intuímos en la primera película

En realidad, en la primera película de Joker no se hace referencia directa a ningún trastorno. Es más que obvio que Arthur tiene algún tipo de enfermedad que le causa una risa descontrolada.

Esto inicialmente recuerda a la epilepsia gelástica, una enfermedad cuyos ataques se caracterizan precisamente por eso. Una risa imposible de contener, aunque el paciente esté triste o no sienta ganas de reír por ningún motivo.

No obstante, se pasa de puntillas por una cuestión que podría explicar mucho mejor lo que le ocurre. En esa primera entrega se descubre que Arthur en realidad no es hijo de la madre anciana a la que cuida. Ella lo adoptó cuando era un niño, pero también lo maltrató. En uno de esos episodios de abuso se llevó un golpe que podría haberle causado un traumatismo craneoencefálico y esa podría ser también la causa de su risa.

La afectación pseudobulbar es una afección que provoca risa o llanto incontrolable. Se da por daños en el cerebro debidos a causas como un tumor, un ictus o un traumatismo craneoencefálico. También por el avance de algunas enfermedades, como el alzhéimer o la esclerosis múltiple.

En el caso de Arthur, un golpe recibido de pequeño podría haberle causado esos episodios de risa tan característicos. Se sabe también que las personas con afectación pseudobulbar son propensas a trastornos del estado de ánimo como la depresión, por lo que todo tiene sentido. Esta es una de las conclusiones de un artículo sobre la personalidad del Joker escrito por el psiquiatra ruso Valentin Yurevich Skryabin. En él también hace un análisis de la personalidad del personaje siguiendo los criterios del DSM-5, el manual que engloba todos los trastornos mentales reconocidos. 

Joker 2: Folie à Deux
Joker 2: Folie à Deux

Rasgos que se afianzan en Joker 2

En su análisis del personaje, Skryabin hace referencia sobre todo a dos rasgos de la personalidad de Arthur que se ven en la primera película: el narcisismo y la psicopatía.

Puestos a hablar de trastornos, el único que menciona basándose en los criterios del DSM-5 es el trastorno de personalidad narcisista. No habla del trastorno de personalidad múltiple o el trastorno disociativo de la personalidad, como se conoce actualmente. Sin embargo, ese es el único al que recurre su abogada en el Joker 2. ¿Podría Arthur tener este trastorno?

El trastornos de personalidad múltiple y su relación con El Joker 2

El trastorno disociativo de personalidad se basa en la coexistencia de dos o más identidades en una misma persona. Cada una de ellas tiene diferentes comportamientos, experiencias e incluso recuerdos. Esos recuerdos normalmente no pasan de una identidad a otra, por lo que se producen periodos de amnesia en los que el paciente no recuerda lo que ha hecho, con todo el desasosiego que eso produce. De hecho, Arthur asegura que solo recuerda luces brillantes y música.

Hay dos tipos de trastorno disociativo de la personalidad: el posesivo y el no posesivo. En el primero, el paciente tiene el poder de actuar con todas sus identidades. Sin embargo, con el segundo se ve desde fuera. Es incapaz de tomar decisiones sobre su comportamiento, porque no puede tomar el control.

Joker 2: Folie à Deux
Joker 2

En el caso de Arthur, la duda es si realmente padece amnesia de aquellos episodios en los que presuntamente pierde el control o si se lo está inventando. Y es que en su artículo, Skryabin sostiene que el payaso es muy capaz de controlar sus actos e incluso sus pensamientos. En ningún momento le hablaba a su terapeuta sobre la relación con su vecina, que se acaba descubriendo que era imaginaria. Por eso, no parece que él mismo se la crea. Simplemente, la evoca en su mente porque le gusta.

De ser así, el trastorno de personalidad múltiple no cuadraría mucho con su persona, como intenta defender su abogada en Joker 2. Quizá por ello, acaba prescindiendo de la abogada para defenderse él mismo, ya que sabe que no podrá sostener la mentira mucho más tiempo

Lo que está claro es que, sea cual sea el trastorno, esto no deja de ser ficción. Incluso si lo viésemos como una posibilidad real hay que tener en cuenta que el suyo es un caso poco frecuente y que, además, deja de tomar su medicación. Las personas con trastornos mentales pueden hacer vida normal en la mayoría de casos si no dejan su medicación. Y la inmensa mayoría no suponen un peligro para nadie. No estigmaticemos a estos pacientes por algo que no deja de ser una película basada en el villano de un cómic. Por mucho realismo que le haya dado Todd Phillips, sigue siendo eso.