Netflix es el servicio de streaming original. La idea de reemplazar todo formato físico por una página web fue una genialidad. Nunca más ibas a tener que sufrir porque no te acordabas donde pusiste tu DVD, Netflix buscaría la película por ti. Como vivimos en un mundo competitivo, múltiples servicios de streaming nacieron justamente para sacar a Netflix del trono. Así fue como surgió Hulu, la Pepsi de los servicios de streaming. Hoy en día existen más de doscientos servicios de esta naturaleza, haciendo realidad lo que los memes profetizaron. El chiste solía ser que, en vez de representar una solución futurista, los servicios de streaming se convertirían en el equivalente de los canales de televisión, ya que no bastaría con suscribirse a uno solo, sino que serían necesarios, docenas. Quizá por este desarrollo competitivo fue que nació Jetflicks.

El enemigo principal de los servicios de streaming es la piratería. En el pasado, la piratería no representaba una preocupación importante, puesto que reproducir un formato físico no suele ser lo suficientemente rentable para justificar hacerlo a gran escala. El Internet cambiaría todo eso. Para piratear un capítulo de una serie no hace falta producir nada, simplemente tomas el archivo, lo subes y listo. Sin embargo, muchas personas disfrutan de la facilidad de acceso que ofrece la alternativa legal, por tan solo unos cuantos dólares. Cuando apareció Jetflicks, un servicio que combinaba ambos aspectos en uno, muchos empresarios entraron en modo de crisis.

Jetflicks ostentaba tener más contenido que Netflix, Hulu, Vudu y Amazon Prime Video combinados. Por diez dólares al mes podías tener acceso a todo eso. Según el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, esto causó un daño substancial a los dueños del copyright de las series de televisión. Cinco hombres han sido condenados por operar la página web. Su modelo de negocio era bastante sencillo, escanear The Pirate Bay y Torrentz, descargar todas las series de televisión que encontraran, las subían a sus propios servidores y cobraban por tener acceso. Así ganaron millones de dólares. El robo de propiedad intelectual es innegable, sin embargo, hay muchas razones para creer que la piratería en realidad no hace que los autores y productores pierdan dinero.

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¿La piratería genera pérdidas económicas?

Parece ser un hecho que la piratería digital jamás dejará de existir. Sobran historias en las que el FBI cierra permanentemente un sitio pirata popular como Megaupload o Z-Library, castigando a los que se estaban lucrando del robo intelectual. Sin embargo, los archivos como tal siempre están respaldados en otros sitios web. La naturaleza del Internet es responsable por blindar esta práctica, ya que no hay nadie que tenga un control centralizado sobre la World Wide Web. Incluso si llegaran a acabar con todos los sitios piratas que existen, lo cual es prácticamente imposible, nada evitaría que los usuarios que han descargado los archivos simplemente vuelvan a subirlos. Jetflicks es simplemente el caso más reciente.

Pero el hecho de que sea muy difícil de controlar no significa que debamos aceptarlo, si está moralmente mal. El argumento principal a favor de que la piratería digital debe ser condenada moralmente dice que esta práctica perjudica económicamente tanto a los artistas detrás de la obra como a las empresas que las distribuyen. Esto es bastante cuestionable.

Así te ves cuando pirateas una serie. Imagen generada con IA.

Se han realizado muchísimos estudios que supuestamente calculan la fortuna que la piratería le roba a los artistas y empresarios. Sin embargo, muchos de ellos cometen el error de afirmar que cada descarga ilegal significa una pérdida económica para una compañía. Como si el usuario se hubiera visto obligado a pagar por el contenido si no fuera por la piratería. La realidad es que, para la mayoría de personas, si no fuera por la piratería, simplemente no verían el contenido en primer lugar. Es decir, que optar por una opción gratis no te convierte en un cliente potencial.

Si esos estudios tuvieran razón, sería imposible que Game of Thrones fuera una de las series televisivas más valiosas que existen y, al mismo tiempo, el show de televisión más pirateado de la historia. Por eso es que Jeff Bewkes, CEO de Time Warner, dijo que el hecho de que GoT sea el show más pirateado era mejor que un Emmy.

No deberíamos darle más dinero a George R. R. Martin hasta que termine de escribir A Song of Ice and Fire. Imagen generada con IA.

Según este estudio general, la relación resulta ser inversa a lo que se cree comúnmente. La piratería tiene el poder de crear clientes potenciales. Es decir, que alguien que no hubiera podido ver tu contenido de otra manera lo piratea, se convierte en fanático y tiende a gastar su dinero en tu franquicia a futuro. La respuesta es que la piratería sí genera pérdidas económicas, pero también genera tanto potenciales ganancias como un aumento en la popularidad cultural del producto. Un cálculo serio resultaría muy complicado, pero es un hecho que la industria del entretenimiento es una fábrica de millonarios, la piratería no ha cambiado eso en lo más mínimo.

Los fundadores de Jetflicks sí merecen ser castigados, ya que no solo habían pirateado el contenido, sino que se estaban lucrando del trabajo ajeno, convirtiéndolos en una empresa criminal. Sin embargo, no hay justificación para que la piratería como tal sea considerada un crimen grave. Moralmente cuestionable, quizás, pero demasiado difícil de regular como para gastar recursos en intentarlo.

One reply on “Jetflicks tenía más contenido que todos los servicios de streaming juntos. Ahora sus creadores están presos”