Slack es una popular aplicación de mensajería instantánea para uso profesional, una plataforma de productividad para teletrabajar que tiene millones de usuarios gracias a su sencillez, versatilidad y a la posibilidad de conectarla con decenas de otras aplicaciones y servicios online. El pasado mes de febrero, anunció Slack AI, la IA de Slack. Un modelo de IA para dotar su herramienta de características más personalizadas y eficientes. 

La idea es buena. Muchos ya utilizan, de una manera u otra, modelos de IA en su día a día. Bien sea para recordar reuniones, organizar o responder mensajes, tomar nota y resumir las reuniones de trabajo o para no tener que escribir ellos mismos páginas y páginas de informes. En el caso de Slack, Slack AI está pensada para recomendar o encontrar mejor canales, personas, mensajes o archivos. También para autocompletar las búsquedas. Y ese es solo el principio. 

Pero, recientemente, varios usuarios de Slack han leído la política de privacidad de esta aplicación y se han encontrado con algo bastante espinoso: la IA de Slack emplea mensajes y datos privados de sus usuarios para entrenar su IA

Qué dice el documento sobre Slack AI

Slack AI aprende de tus mensajes, archivos y contenidos salvo que digas lo contrario

En el documento oficial de Principios de privacidad, Slack dice que “para desarrollar modelos de IA (inteligencia artificial) / AA (aprendizaje automático) no generativos para ciertas funciones, como los emojis y las recomendaciones de canales, nuestros sistemas analizan los Datos de cliente (como mensajes, contenido o archivos que se hayan enviado en Slack), así como Otra información (entre la que se incluye la información de uso)”.

A continuación, el documento habla de seguridad y privacidad. “Los datos no se filtrarán entre los espacios de trabajo)” y “contamos con controles técnicos para evitar el acceso”. Pero una cosa no quita la otra. Además, en ningún momento Slack advirtió a sus usuarios de ello. Y más si tenemos en cuenta que las funciones de la IA de Slack están limitadas a los clientes de pago

El único consuelo que le queda al usuario es “la posibilidad de elegir entre ambas alternativas”. Es decir, que si no quieres que tus “datos de cliente” sirvan para entrenar los modelos de inteligencia artificial de Slack, debes comunicárselo a la compañía. Sin embargo, el método elegido es propio de otros tiempos.

Para arreglar la polémica, Slack publicó dos artículos en su blog oficial. El primero, explicando la seguridad y privacidad que hay detrás de la IA de Slack. Y el segundo, aclarando cómo protege Slack los datos de sus clientes mediante el aprendizaje automático y la IA.

Ponte en contacto con Slack

Slack AI

Volviendo al documento oficial de Principios de privacidad de Slack, nos da una alternativa si no queremos que nuestros mensajes, archivos y demás contenidos compartidos en esta aplicación pasen por Slack AI. Literalmente dice, “haz que los/as propietarios/as del espacio de trabajo, de la organización o los/as propietarios/as principales se pongan en contacto con nuestro equipo de Experiencia de cliente a través de feedback@slack.com, escribiendo tu URL de espacio de trabajo/organización y “Slack Global model opt-out request.” (Solicitud de abandono del modelo global de Slack) en el asunto. Procesaremos tu solicitud y la responderemos cuando se haya completado el proceso de abandono”.

Es decir, el propietario del espacio de trabajo o de la organización que utilizas para acceder a Slack, tendrá que ponerse en contacto con Slack. Tú, de manera individual, no puedes. Salvo que cumplas lo anterior. Que en algunos casos se cumple. Pero no en todos. En concreto, hay que enviar un mensaje de correo a la dirección feedback@slack.com del departamento de atención al cliente. En ese mensaje debe indicarse el enlace de nuestro espacio de trabajo y, entendemos que en el asunto, Slack Global model opt-out request. Por si acaso, inclúyelo también en el propio mensaje.