El catálogo de Netflix es un fenómeno impredecible. Tanto, como para que sus éxitos, ocurran sin que sea muy claro qué hace de una película un triunfo total o pasar desapercibida entre las múltiples opciones que ofrece la plataforma. Este es, en cierta forma, el caso de En las profundidades del Sena, la película que ha logrado sorprender al público y convertirse, sin que esté muy claro el motivo, en un éxito de audiencia. Mucho más, en el contenido más visto del servicio de suscripción durante las últimas semanas. Eso, con un argumento en apariencia disparatado: la de un ataque de tiburones en plena capital francesa. 

No obstante, más allá de lo interesante que pueda resultar — o no — su premisa, la película tiene un aval más interesante aún. La de ser recomendada por Stephen King a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter). El autor, que reconoció que al principio había dudado si una historia semejante podía resultar, comentó que no solo le pareció “terrorífica”. Además, encontró sus últimos 25 minutos tan espeluznantes como para hacer de En las profundidades del Sena, una de sus recomendaciones en línea. Lo que brinda un especial interés a la cinta y a la forma en que muestra un tipo de horror muy poco común.

Te dejamos tres cosas que debes saber de En las profundidades del Sena, la película que se ha convertido en un raro éxito en Netflix. De su guion con un trasfondo medioambientalista a sus títulos de cierre, tan impactantes como para resultar tan efectivos como una escena poscréditos. Todo para profundizar en esta nueva apuesta de Netflix que sorprendió — como suele ocurrir — a buena parte de sus suscriptores. 

Un guion bien pensado para una historia simple

El director y guionista Xavier Gens tomó una premisa absurda y la exploró desde un punto de vista curioso. En las profundidades del Sena no pretende dar un nuevo giro al terror con animales salvajes, ni tampoco, convertir una cinta de tiburones al acecho, en una obra de arte. De modo, a que toma algunas decisiones inteligentes y audaces. 

Por un lado, brindar un trasfondo de bioética y cuidado del medioambiente a la película, lo que permite al argumento ir en direcciones distintas. Los tiburones no son enemigos, tampoco criaturas humanizadas. Son animales salvajes que intentan sobrevivir en una situación dura. Lo que implica que ocurran todo tipo de sucesos que les permite la adaptación al mar contaminado o a nuevos lugares. No siempre funciona, pero la cinta se toma en serio brindar algunas explicaciones a lo que narra en pantalla. 

Al otro lado, brindar a sus personajes cierta entidad más allá de evitar ser comidos, o no, por las bestias fuera de control. Así que Sophia (Bérénice Bejo), investiga y luego intenta detener a Lilith, el tiburón mako centro de la acción. Este último, no solo sufre una serie de cambios físicos debido a la contaminación de los océanos, sino que es la consecuencia directa de eso. Lo que lleva a la película a su siguiente hilo conductor.

Una cacería brutal en el Sena

Mientras en el fondo del mar — y después, en el Sena — los tiburones se preparan para el ataque, la película dedica un poco de tiempo e interés a lo que ocurre sobre la superficie. No en exceso, pero si el suficiente para que lo que pasará, sea algo más que un escenario lleno de muertes sangrientas presentadas de forma explícita. 

En las profundidades del Sena se toma la paciencia para mostrar personajes directamente imprudentes, estúpidos y al final, víctimas inevitables de lo que ocurre bajo el agua. Pero más que ser pasto para las fauces ansiosas de las criaturas, la cinta dedica interés a que haya una motivación — al menos, el esbozo de una — en toda la acción. Lo que permite que con la muerte de varios de sus personajes y después el ataque en oleada de los tiburones, la cinta llegue a un nuevo nivel de crueldad y violencia.

En específico, porque parte de la gravedad de la situación, es debido a la forma en que las mismas autoridades de París reaccionan a lo que pasa. Lo que incluye ignorar avisos y también, desafiar abiertamente las exigencias de precaución. 

Unos títulos de cierre brillantes

Pero uno de los puntos más curiosos de la cinta, se encuentra en su cierre. Se trata del recorrido que muestran las imágenes que acompañan los títulos finales y que describen lo que pasó después de la gran escena final de la película. La decisión es lo suficientemente inteligente como para que la animación — que se hace más grande y detallada a medida que llega a su final — funcione como una escena poscréditos.

Mucho más interesante, como una declaración de intenciones de la producción. La película puede ser el comienzo de una saga. Lo que, debido al éxito obtenido hasta ahora, podría ocurrir muy pronto. 

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