Ayer, Microsoft dejó en claro que está más dispuesta que nunca a encontrar el éxito que durante tanto tiempo le ha sido esquivo a Windows en ARM. La introducción de los Copilot+ PC, una nueva categoría de ordenadores enfocados en la inteligencia artificial, es demostración cabal de ello. Lo mismo se puede decir de los nuevos Surface Pro y Surface Laptop, impulsados por los Snapdragon X Plus y Snapdragon X Elite de Qualcomm. Aunque también existe otra pieza clave en esta historia que ha pasado prácticamente desapercibida, y se llama Prism.
Para que Windows en ARM triunfe, necesita de aplicaciones nativas. Y si bien muchas empresas ya han manifestado su compromiso de llevar su software a esa plataforma, es una realidad que todavía falta bastante. Prism es ni más ni menos que el emulador que se encargará de cubrir la brecha entre x86 y ARM.
Microsoft cree que los usuarios de los nuevos Copilot+ PC tendrán un catálogo de apps nativas bastante completo. Sin embargo, existen muchas herramientas que todavía no están disponibles en Windows en ARM, y que tampoco se sabe si tendrán una versión para dicha plataforma en el futuro inmediato. Es por ello que Prism juega un papel tan importante en esta transición hacia el segmento de los nuevos ordenadores con IA integrada.
Prism es para Windows en ARM lo mismo que Rosetta y Rosetta 2 fueron para macOS durante sus transiciones desde PowerPC a Intel y desde Intel a Apple Silicon, respectivamente. Es decir, una capa de compatibilidad que permita la ejecución sin modificaciones de software para x86 en chips como los de la serie Snapdragon X de Qualcomm.
Microsoft pone muchas fichas en Prism para lograr el ansiado éxito de Windows en ARM
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Si bien Microsoft no ha detallado al extremo el funcionamiento de Prism, sí ha lanzado algunas afirmaciones bastante ambiciosas. Esta herramienta puede emular aplicaciones de x86 el doble de rápido que en dispositivos anteriores con Windows en ARM, dice la compañía. Aunque tal vez lo más sorprendente sea que los de Redmond sostienen que es tan eficiente como Rosetta 2, de Apple.
El software de la manzana ha sido crucial para la exitosa transición de los Mac a los chips de la serie M de Apple Silicon. De modo que si Microsoft está en lo cierto y logra que su vasto catálogo de software para equipos con x86 se ejecute sin problemas en Windows en ARM, el atractivo por los Copilot+ PC puede incrementarse rápidamente.
Pero ojo, que eso no significa que los de Redmond piensen abandonar el soporte a los procesadores de Intel o AMD. Sin embargo, ambas todavía tienen bastante trabajo por hacer para integrar en sus chips las potentes NPU que se necesitan para ejecutar las nuevas experiencias de inteligencia artificial de Windows 11. De modo que los ordenadores con Snapdragon X Plus y Snapdragon X Elite les están sacando una ventaja inicial en esta carrera.
Microsoft aspira a vender 50 millones de Copilot+ PC en 2025. De conseguirlo, supondría un salto brutal para la adopción de Windows en ARM. Prism tendrá que cargar sobre sus hombros buena parte del peso del software, mientras los desarrolladores trabajan en versiones nativas de sus apps.