En The Acolyte, la atención del argumento está puesta en un período de la cronología de Star Wars que, hasta ahora, no había sido explorado en el Canon cinematográfico o televisivo. Se trata de la Alta República, el momento de mayor esplendor de la democracia galáctica. Al otro extremo, la nueva serie de Disney+ también explora en la Orden Jedi desde un punto de vista por completo nuevo. Se trata del momento en que tenía pleno poder y era, de hecho, un punto de equilibrio en el poder en la política entre planetas. Pero a la vez, ya comenzaba a perfilarse los primeros rasgos del mal que, siglos después, se transformaría en un poderoso enemigo, capaz de arrasarlo todo. 

La posición de la Orden Jedi en la Alta República, siempre ha sido un tema de debate entre los fanáticos y ampliamente explorado en videojuegos y libros de la saga. En especial, porque se supone que, por entonces, su colaboración con la democracia era total y debían absoluta lealtad al sistema. No obstante, ya en el proyecto multimedia Star Wars: The High Republic de Lucasfilm, se revela que la caída de los Jedis es más complicada — y su historia, más extensa — de lo que parece. Específicamente, porque no empezó con los vaivenes de manipulación que terminaron con la toma de poder de Palpatine, más de trescientos años adelante. En realidad, los problemas interiores de la Orden dieron inicio en el punto más radiante y en apariencia estable de la República. Algo que veremos en profundidad en The Acolyte.

En especial, porque es un terreno inédito que, además, se sitúa mucho antes de la primera mención del tema, los eventos de Star Wars: Episodio I — La amenaza fantasma. No obstante, tanto en lo planteado por la experiencia multimedia como por diferentes libros, dejan claro que los Jedis ya padecían algunas grietas en su organización en su momento de mayor solidez.  

Una larga historia 

Star Wars: The High Republic abarca 350 a 50 años antes de la Saga Skywalker, lo que le permitió explorar con más amplitud qué estaba ocurriendo con exactitud con los Jedis en un momento poco conocido. Por lo pronto, la experiencia multimedia deja claro que tanto Antigua República como la Orden Jedi atravesaban su mejor momento. Lo que no solo benefició a la forma en que se percibió a la época — que más adelante se tendría como el punto de mayor solidez del sistema político — sino la idea de la incorruptibilidad de los Jedis. 

Razones no faltan: tanto como en los cómics como libros del proyecto, se describe a la Alta República como una era de una enorme fuerza e influencia. Comenzado por tener figuras de poder carismáticas como la Canciller Suprema Lina Soh, hasta la iniciativa de grandes obras como el recorrido y pacificación del Borde Exterior. No obstante, en medio de lo que parecía una prosperidad pujante e imparable, había sucesos oscuros. Como el ataque de la organización terrorista Nihil y o la belicosa raza de sensibles a la Fuerza llamada Drengir. Poco a poco, las grandes promesas y bondades de la Alta República, debieron enfrentarse a ese lado retorcido y perverso. Mucho más, someter a los Jedis a la doble presión de lograr librar a la República de una amenaza semejante. 

En la reciente novela Star Wars: The Rising Storm de Cavan Scott, publicada en el 2021, se profundiza en esa ambigüedad hasta ahora poco explorada. Lo que incluye un ataque de los Nihil contra la Canciller Soh. Algo que permite al Canon de nuevo modificarse. Además, detallar la realidad de un universo sometido al asedio de todo tipo de sensibles a la Fuerza, sin entrenamiento Jedi. Lo que lleva a un tema de interés. ¿Qué papel tenían los caballeros de la Orden en medio de una situación compleja?

The Acolyte: las primeras desavenencias en la República 

Según Star Wars: The Rising Storm y Out of the Shadows de Justina Ireland, que continúa los eventos narrados en el primero, las primeras grietas en la unidad de los Jedis comenzaron justo con sus enfrentamientos con los Nihil. En especial, porque descubrir que había todo un grupo de sensibles a la Fuerza, que no eran por necesidad Sith, pero tampoco caballeros, desconcertó a buena parte de ellos. Aunque la Orden trabajó de manera estrecha con la República, lo cierto es que según las novelas — parte también de Star Wars: The High Republic — la Orden se tomó todo lo relacionado con los Nihil de forma muy personal. Mucho más, cuando una tercera vía a sus creencias y responsabilidades, era una posibilidad hasta entonces desconocida. 

Por otro lado, en la República, el ataque de los Nihil también tuvo consecuencias. Y eso fue, relacionar a los Jedis a la política dentro del Senado. Lo que les convertiría una fuerza específica dentro del gobierno. Siglos más adelante, la Orden Jedi centralizaría su poder en Coruscant, en detrimento del resto de los Templos. Lo que, al final, sería una de las grietas en fortaleza. Que es lo que muestra, en mayor o menor medida, las precuelas. 

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Todo lo anterior provocó que los Jedis comenzaran a pensar en que el poder político era tan importante como digno de ser vigilado de cerca. Lo que les llevó a mantenerse vigilante a lo que ocurría en el Senado oponerse de tanto en tanto a la República. Una circunstancia que provocaría malestar en el Senado y que, mucho después, sería el suceso de relevancia que permitiría a Palpatine tildarles de sospechosos. E incluso, traidores. Una situación cuyo origen podría mostrarse en The Acolyte.

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