Nuevo Porsche Macan eléctrico: una bestia tanto en autonomía como en lujo

Sabíamos que llegaría. Y también conocíamos algunas de sus características. Pero ha sido hasta este jueves cuando la marca germana ha retirado por completo el velo del esperado Porsche Macan eléctrico, revelando todos sus entresijos y, cómo no, la oferta comercial.

Este vehículo se suma al Porsche Taycan, el primer y, hasta ahora, único coche eléctrico de la marca. El Macan, además, reemplaza al icónico modelo de combustión, el cual desaparecerá del mercado en los próximos meses para dejar hueco a esta nueva propuesta.

Un factor importante es que el Porsche Macan eléctrico ha sido desarrollado desde cero para abrazar este tipo de motorización. Es decir: no se trata de un vehículo de combustión adaptado a eléctrico. Este planteamiento denota la confianza de Porsche en las soluciones eléctricas y, también, permite optimizar tanto la producción como el diseño del propio el vehículo para obtener mejores resultados tanto económicos como en la carretera.

Un vehículo eléctrico pensado desde cero

El vehículo se basa en la plataforma PPE del grupo Volkswagen (Premium Platform Electric), pensada para coches eléctricos de alta gama, y diferente de la J1 empleada en el Taycan. Esta misma plataforma también será utilizada en el Audi A6 e-tron y el Audi Q6 e-tron, que llegarán al mercado en los próximos meses.

El Porsche Macan eléctrico cuenta con una batería de 100 kWh brutos que promete más de 600 km de autonomía. También llega con una arquitectura de 800 voltios y un sistema de carga rápida (en corriente continua) de hasta 270 kW de potencia que promete pasar del 10 al 80% en 21 minutos. En caso de que la estación de carga no soporte la arquitectura de 800 voltios, la potencia de carga máxima cae hasta los 135 kW (la mitad). En corriente alterna, por otra parte, la cifra desciende hasta los 11 kW.

El Porsche Macan eléctrico, por otra parte, monta amortiguadores con tecnología PASM (Porsche Active Suspension Management), así como un eje trasero direccional de manera opcional, dos tecnologías que prometen mejorar el confort y la maniobrabilidad del vehículo en situaciones adversas.

El Porsche Macan eléctrico está repleto de pantallas

El interior del Porsche Macan eléctrico está dominado por pantallas. La única excepción es el control de la climatización, para el cual sí se ha reservado una botonera especial en la parte inferior de la consola central. Todo lo demás, en cambio es digital: desde el cuadro de instrumentos hasta la pantalla central de 12,6 pulgadas.

La marca, además, monta un tercer panel de 10,9 pulgadas frente al asiento del copiloto, desde el cual se pueden realizar diversas acciones como controlar la navegación o la música. Y, por si esta propuesta no fuera suficiente, también se ofrece un heads-up display frente al conductor.

Por fuera, el Porsche Macan eléctrico presenta un diseño familiar pero, a la vez, diferente al de otras generaciones. Destacan, sobre todo, las ópticas delanteras y posteriores, que heredan parte de su personalidad del Taycan. También saltan a la vista las diferencias en las tomas de aire, cuya posición y diseño varía al no tener que refrigerar un motor de combustión.

Las llantas, por otra parte, pueden ser de hasta 22 pulgadas. Y un detalle que llama la atención es que las ventanillas no tienen marco alrededor, como ocurre en los vehículos de Tesla.

El maletero, por otra parte, tiene una capacidad de 540 litros a los que se suman 84 litros del maletero frontal, superando de manera notable a los modelos previos de la marca germana.

Dos versiones que van de los 85.382 euros a los 116.914 euros

Porsche, al menos inicialmente, planea dos versiones diferentes del Macan eléctrico. Las dos superan los 600 km de autonomía y ofrecen tracción a las cuatro ruedas gracias a dos motores, situados en cada eje.

Las principales diferencias entre ambas versiones del Porsche Macan eléctrico se encuentran en la capacidad de aceleración, la velocidad punta y el par máximo, además de en el precio, evidentemente.