A la hora de buscar agua en Marte no solo es importante dar con depósitos que se encuentren aún en el planeta. Los rastros de masas de agua pasadas también tienen importancia. Esto podría indicar que algún día hubo vida y eso es mucho más de lo que se ha encontrado nunca. Uno de los encargados de buscar esos posibles rastros es Perseverance, un rover que lleva desde 2021 analizando lo que parece ser el delta de un antiguo lago.

Su trabajo directamente en el terreno es de vital importancia, ya que, por muchos orbitadores que se manden a rodear el planeta rojo, para encontrar rastros pasados de agua en Marte no queda más remedio que analizar las rocas bajo su superficie.

Por eso, Perseverance está equipado con instrumentos capaces de tomar mediciones periódicas del suelo sobre el que se desplaza. El aterrizaje de la nave que lo acompañaba tuvo lugar en el cráter Jezero. En este, se sospecha que hace tiempo que hubo un lago. Ahora, gracias a las últimas medidas del rover, la sospecha se ha convertido en realidad y las posibilidades de encontrar rastros de vida en nuestro planeta vecino se han multiplicado.

Perseverance en busca de rastros de agua en Marte

Entre mayo y diciembre de 2022, Perseverance, un robot del tamaño de un coche, condujo desde su cráter hasta lo que se sospecha que era el delta de un lago. 

Por el camino, utilizó uno de sus instrumentos para lanzar hacia el subsuelo una onda de radar cada 10 centímetros. Así, logró obtener un mapa subterráneo que ahora se ha analizado en un estudio publicado en Science Advance por científicos de la Universidad de California Los Angeles (UCLA) y la Universidad de Oslo.

Los datos obtenidos por Perseverance demuestran que los sedimentos que hay bajo esta zona no se depositaron de una sola vez. En realidad, hay dos capas distintas, separadas por dos periodos de erosión. Es decir, una capa se depositó, se erosionó, luego se colocó otra y se volvió a erosionar. Por otro lado, las imágenes obtenidas muestran que los sedimentos son horizontales y planos, igual que en los lagos de la Tierra.

agua en marte
Crédito: Svein-Erik Hamran, Tor Berger, David Paige, Universidad de Oslo, UCLA, NASA

La confirmación de lo que ya esperábamos

Los orbitadores que analizaron Marte desde la distancia mandaron a la Tierra imágenes que hacían sospechar de la presencia de un lago en el cráter Jezero y un delta en sus cercanías. Ahora, gracias a los datos obtenidos bajo su superficie, se puede contemplar esta hipótesis con mucha más seguridad. Además, los científicos detrás del hallazgo, han hecho una reconstrucción de los que pudieron ser los hechos.

Según la información de Perseverance, posiblemente el cráter, procedente del impacto de algún objeto celeste, se llenó de agua alimentada por un río. Así, se formaría un lago en cuyo fondo se depositaron sedimentos de terreno, igual que en los lagos terrestres. Posteriormente, el lago se encogió, de manera que los sedimentos procedentes del río, al no tener su recorrido habitual, se extendieron, formando un delta.

Por lo tanto, hubo dos deposiciones de sedimentos. La primera, en la que se formó el lago, y la segunda, con la formación del delta. Pasarían muchísimos años entre un periodo y otro. Por eso, los sedimentos, mientras tanto, se erosionarían, tanto por la propia acción del agua como por otros agentes.

Todo esto lleva a pensar que, como ya se intuyó antes de lanzar la misión de Perseverance, el cráter Jezero es un lugar perfecto para buscar vida. El agua en Marte es el mejor indicador y, visto lo visto, parece que, hace muchísimo tiempo, corrió a raudales por su entorno. Habrá que esperar al regreso a la Tierra de las muestras que está tomando el rover, pero la historia sigue siendo prometedora. 

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