La nueva Ley de Inteligencia Artificial está un paso más cerca de su aprobación definitiva, pero no todos en la Unión Europea están felices con ello. Francia, por ejemplo, ha sido muy crítica de la nueva normativa y cree que lo único que logrará será frenar la innovación.
Así lo manifestó el presidente francés, Emmanuel Macron, en las últimas horas. Según reporta Financial Times, el mandatario aseveró que contar con una regulación tan estricta y que comience a aplicarse mucho antes que en otras partes del mundo no necesariamente es algo bueno.
"Podemos decidir regular mucho más rápido y con mucha más fuerza que nuestros principales competidores. Pero regularemos cosas que ya no produciremos ni inventaremos. Esto nunca es una buena idea", afirmó Macron. El líder galo manifestó, además, que la Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea resultaría especialmente nociva para Francia.
De acuerdo con el presidente francés, la Ley de Inteligencia Artificial beneficiará a las empresas del Reino Unido, puesto que al no sufrir su aplicación directa podrán sacar ventaja en la lucha por el liderazgo en el desarrollo de este tipo de tecnologías en Europa. Pero no solo eso. También aseveró que la estricta legislación de la Unión Europea no solo pondrá un freno a la innovación doméstica, sino que también permitirá que Estados Unidos y China amplíen su superioridad global en este sector.
"Cuando miro a Francia, es probablemente el primer país en términos de inteligencia artificial en Europa continental. Estamos cabeza a cabeza con los británicos [en la competencia], pero ellos no tendrán esta regulación sobre los modelos fundacionales. Pero, sobre todo, estamos todos muy por detrás de los chinos y los estadounidenses", indicó Macron sobre los efectos negativos de la Ley de Inteligencia Artificial.
Francia no está conforme con la nueva Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea
Los comentarios de Macron llegan apenas días después de que el trílogo (Comisión Europea, Parlamento Europeo y Consejo de la Unión Europea) llegaran a un acuerdo provisional por la nueva Ley de Inteligencia Artificial. Una negociación maratónica y que no estuvo exenta de polémicas.
Durante las discusiones por el alcance de la normativa, Francia fue uno de los países que intentó bajarle el tono a algunos de los apartados más estrictos. Sin embargo, no tuvo demasiada suerte. Eso sí, los galos aún no se darían por vencidos y buscarían formar alianzas para introducir modificaciones antes de su aprobación definitiva. Y hasta se habla de que intentarían bloquearla. De acuerdo con el Financial Times, los franceses tratarían de cerrar filas con Italia y Alemania como parte de esta estrategia.
La Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea establece un enfoque basado en la categorización del riesgo. Establece reglas inflexibles para los sistemas de IA que se consideran de alto riesgo o que representan una amenaza a la transparencia. En el caso de la inteligencia artificial de propósito general —GPT-4 (OpenAI), Gemini (Google), LLaMA 2 (Meta), etc.—, sus desarrolladores deben asegurar que los sets de datos usados para entrenarlas sean de alta calidad. Así mismo, deben respetar las leyes de derechos de autor, proteger la información de los usuarios, disponer de medidas para evitar los ciberataques, contar con métodos para detectar, evaluar y mitigar riesgos sistémicos, implementar supervisión humana y hasta informar sobre su eficiencia energética.
En el caso de que las empresas no cumplan, se exponen a castigos con multas millonarias. Claro que la Ley de Inteligencia Artificial no se limita a esto. En Hipertextual hemos publicado un repaso más detallado en el que puedes conocer el alcance total de la normativa.
Las críticas
Expertos del sector tecnológico consideran que la nueva legislación abarca demasiados aspectos y deja varios puntos a media cocción. Además, sostienen que muchas empresas se verán obligadas a eliminar parte de su presupuesto de ingeniería para enfocarlo en el apartado legal y de cumplimiento. Algo que, ciertamente, no todas estarán dispuestas a hacer. Y algunas firmas ya han avisado que si no se flexibilizan ciertos aspectos regulatorios, no descartan retirarse de la Unión Europea. El caso que más ruido hizo en su momento fue el de OpenAI, que amenazó con bloquear el acceso a ChatGPT en la región.
El brazo europeo de la Asociación de la Industria de la Computación y las Comunicaciones (CCIA Europe), fue categórico al respecto. El organismo calificó al acuerdo provisional de la Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea como una "oportunidad perdida".
"Sin mejoras importantes a nivel técnico en las próximas semanas, la Ley de Inteligencia Artificial será una oportunidad perdida para Europa. El acuerdo introduce una serie de mejoras bienvenidas al texto inicial, como la posibilidad de que los desarrolladores demuestren que un sistema no representa un alto riesgo.
Desafortunadamente, sin embargo, el texto final se aleja en gran medida del enfoque sensato basado en el riesgo propuesto por la Comisión Europea, que priorizó la innovación sobre la regulación excesivamente prescriptiva. La Ley de Inteligencia Artificial acordada impone obligaciones estrictas a los desarrolladores de tecnologías de vanguardia que sustentan muchos sistemas posteriores y, por lo tanto, es probable que ralentice la innovación en Europa".
CCIA Europe.
La Ley de Inteligencia Artificial debe ser aprobada definitivamente por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea. La legislación comenzará a aplicarse de forma completa dos años después de su publicación, de modo que recién llegaría en 2026. Eso sí, sus prohibiciones entrarían en vigor a los 6 meses de su aprobación, mientras que los límites a las IA de propósito general lo harían a los 12 meses.