El Océano está lleno de cables submarinos que cruzan diferentes continentes. Se estima, de hecho, que hay más de 400 cables bajo la superficie del mar que recorren, en total, 1,3 millones de kilómetros de la superficie del planeta. Pero Viking Link es diferente al resto por un motivo: se trata del cable eléctrico más largo del mundo, con una longitud de 765 km, y está destinado a conectar las redes eléctricas de Reino Unido y de Dinamarca.

Viking Link es diferente al resto de cables submarinos, porque, a diferencia de otros que recorren el océano, como puede ser MAREA, con 6.000 km, o Grace Hopper, un cable de Google que recorre más de 6.000 kilómetros de océano entre Nueva York, Reino Unido y Bilbao, no está destinado a las telecomunicaciones, sino a generar electricidad. Es decir, no es un cable de fibra óptica, sino de alto voltaje.

El objetivo del cable eléctrico Viking Link, fabricado en cobre, acero, papel y plástico, es aprovechar la energía eólica que se genera en Dinamarca para llevar la electricidad a Reino Unido y más concretamente a 1,4 millones de viviendas británicas. Por el momento, trabaja en potencias de 800 MW, pero se espera que, para 2025, momento en el que el cable funcionará a pleno rendimiento, alcance los 1.500 MW.

El cable eléctrico submarino bautizado como Viking Link es obra de la National Grid británica y Energinet, una compañía danesa que suministra electricidad. Su instalación ha sido posible gracias a una inversión de unos 2 millones de euros, y han sido necesarias más de 3 millones de horas de trabajo; aproximadamente 6 años. El cable conecta la localidad Bicker Fen, en Lincolnshire (Reino Unido) hasta Jutlandia, en Dinamarca, y pasa por un lecho marino muy profundo, lo que ha dificultado las tareas de instalación.

La instalación está distribuida de la siguiente manera. Por un lado, hay un cable de aproximadamente 620 Km que recorren Gran Bretaña y Dinamarca, que cruzan aguas holandesas y alemanas y que está enterrado en el fondo del mar. El lugar de llegada de estos cables es Boygrfit, East Lindsey, donde se conectan a otro par de cables de alta tensión subterráneos que viajan por tierra hasta una estación convertidora en North Ing Drove.

Después, la estación convierte la electricidad de corriente continua (CC) a corriente alterna (CA), y esta viaja, a través de otros sistemas de cables, hasta la subestación de National Grid ubicada en Bicker Fen, Lincolnshire.

En el caso de Dinamarca, los cables están conectados a otro par de cables de corriente continua que viajan por tierra, hasta una subestación llamada Revsing y parten desde una estación convertidora que, tal y como su propio nombre indica, convierte la energía entre corriente continúa y corriente alterna.

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