Uno de los mayores inconvenientes de usar componentes de terceros, en cualquier dispositivo, es que dependes de lo que hagan —o dejen de hacer— otros fabricantes. Esto supone un riesgo a la innovación y, desde luego, la posibilidad de que los costos cambien de un día para otro. Tu margen de maniobra, entonces, es mínimo. En Microsoft son conscientes de esta situación y finalmente han dado el paso para desarrollar los Maia 100 y Cobalt 100, sus propios procesadores para sus centros de datos.
El Microsoft Maia 100 y Cobalt 100, aunque tienen diferentes propósitos, comparten múltiples características. La más importante: ambos apuestan por la arquitectura ARM. Dicha tecnología, cuya popularidad se disparó hasta las nubes con el auge de los dispositivos móviles, poco a poco se abre terreno en ordenadores, y ahora apunta a los centros de datos. A diferencia de la arquitectura x86, ARM constantemente mejora tanto en rendimiento como en eficiencia energética.
El principal objetivo del Microsoft Maia 100, que dispone de 105.000 millones de transistores, es convertirse en el cerebro de sus soluciones de inteligencia artificial. Recordemos que los de Redmond, a través de Azure, ofrecen servicios para realizar tareas asociadas a la IA. Así pues, implementar un chip diseñado en casa no solo les permite innovar a su propio ritmo, sino también ahorrar costos.
Un punto importante es que, al momento de diseñar Maia 100, Microsoft tuvo en mente la escalabilidad. Una infraestructura de inteligencia artificial debe estar lista para crecer cuando se requiere, ya sea para atender a un mayor número de clientes o porque está ofreciendo nuevos servicios. En cualquier caso, el chip puede afrontar ese crecimiento sin problemas.
OpenAI se beneficiará del Microsoft Maia 100
La primera compañía que se beneficiará del Microsoft Maia 100 es OpenAI, responsable de ChatGPT. Sus servicios están instalados en Azure, así que el nuevo procesador de inteligencia artificial les cae como anillo al dedo. De hecho, ingenieros de OpenAI se involucraron en el desarrollo del Maia 100.
"Nos emocionamos cuando Microsoft compartió por primera vez sus diseños del chip Maia, y trabajamos juntos para perfeccionarlo y probarlo con nuestros modelos. La arquitectura de inteligencia artificial de Azure, ahora optimizada hasta el silicio con Maia, allana el camino para entrenar modelos más capaces y hacerlos más baratos para nuestros clientes", comentó Sam Altman, CEO de OpenAI.
Por su parte, el Cobalt 100 está destinado a procesar otros servicios de Azure. Es una auténtica bestia, ya que integra 128 núcleos. Esto último es clave, ya que ayuda al chip a ser más eficiente en el ámbito energético. Según Microsoft, el Cobalt 100 consume un 40% menos energía que los chips que usaban anteriormente. La diferencia es brutal.
"Con estas incorporaciones al portafolio de hardware de infraestructura de Azure, nuestra plataforma nos permite ofrecer el mejor rendimiento y eficiencia en todas las cargas de trabajo", agrega Microsoft.
Ojo, la presentación del Maia 100 y Cobalt 100 no significa que Microsoft se despedirá de su asociación con NVIDIA y AMD, sus principales proveedores de chips para centros de datos. Seguirán trabajando en conjunto para usar sus procesadores en otras tareas. Eso sí, los nuevos chips entrarán en operación está el próximo año.