¿A que voy yo y lo encuentro?, dijo Eldert Advokaat. Así, tras una larga investigación, el geólogo holandés logró encontrar por fin un continente desaparecido durante 155 millones de años. Vale, posiblemente no fue así. Pero sí que es cierto que Advokaat ha sido el autor principal de un estudio en el que se describe el hallazgo de Argoland, un continente desaparecido tras separarse de Australia, muchísimo antes de que los humanos caminasen sobre la Tierra.

Si se sabía que este continente existió es porque quedaron huellas de la separación de Australia en fósiles, cadenas montañosas y rocas. Sin embargo, su ubicación ha sido un misterio durante muchos años. Hay separaciones mucho más claras, como la de África y América del Sur, que encajan prácticamente como las piezas de un puzle. Pero la pieza que encaja con Australia no parecía estar en el mapamundi.

Ahora, estos científicos han descubierto que el problema durante todo este tiempo había sido precisamente buscar una sola pieza. Porque Argoland, en realidad, no es un continente formado por una sola masa de Tierra. Tras separarse, se convirtió en un archipiélago que ahora se encuentra bajo el sudeste asiático.

En busca del continente desaparecido

Además de las huellas en fósiles y cadenas montañosas, la mayor prueba de la existencia de Argoland es el vacío que dejó tras su marcha. Esta es una cuenca ubicada en las profundidades del océano, al oeste de Australia, llamada Llanura Abisal de Argo. 

Claramente, había un hueco en el puzle que indica que, en algún momento, hubo una pieza que se arrancó de cuajo. ¿Pero dónde está esa pieza?

El equipo de científicos ha pasado 7 años utilizando modelos informáticos para intentar dar con Argoland, inicialmente sin resultados. Buscaban un pedazo de placa continental que pudiese encajar con el hueco que quedó junto a Australia.

Pero, después de darse muchas veces contra un muro invisible, decidieron cambiar de estrategia. 

Cuando un pedazo de placa continental se separa, deja un rastro en el fondo marino, que nos puede hacer intuir cuál fue su viaje. En este caso, se puede observar que debió desplazarse hacia el noroeste, hasta alcanzar las islas del sudeste asiático. Pero allí no hay ningún continente que encaje con Argoland.

En cambio, sí que se han encontrado pequeños fragmentos continentales, rodeados por placas oceánicas muy antiguas. La litosfera, la capa más sólida y superficial de la Tierra, está compuesta por placas, que pueden ser oceánicas, continentales o mixtas. Las primeras son las que están cubiertas mayormente por corteza oceánica. Muy grosso modo, las que están bajo el océano. Las continentales las cubre mayormente la corteza continental y las mixtas están cubiertas por ambos tipos de corteza.

Por lo tanto, lo que se ha observado al seguir el viaje de Argoland es que cerca del continente asiático hay fragmentos de esas placas continentales que se encuentran rodeados de corteza oceánica antigua, de modo que debió desplazarse desde otro lugar hace muchísimos años. Ante este hallazgo, los geólogos de la Universidad de Utrecht decidieron usar sus modelos para analizar el origen de estas pequeñas cintas de terreno y, efectivamente, vieron que geológicamente cuadraban con lo que algún día escapó de Australia. 

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¿Por qué Argoland ha permanecido oculto tanto tiempo?

Hay dos motivos por los que se ha tardado tanto en encontrar Argoland. El primero, como ya hemos visto, ha sido el empeño de los científicos en buscar un continente completo. Pero hay más.

El segundo obstáculo ha sido la diferencia de densidad entre la corteza oceánica y la continental, que ha provocado que estos pequeños fragmentos de continente permanecieran ligeramente ocultos bajo el nivel del mar. 

Respuestas sobre una misteriosa línea invisible

El hallazgo de este continente desaparecido es importante por muchos motivos. En primer lugar, porque por fin se ha colocado una pieza de la Tierra que ha sido un misterio durante muchos años.

Pero, también, porque ayuda a explicar un fenómeno muy curioso, conocido como línea de Wallace. Se trata de una barrera invisible que cruza el centro de Indonesia y separa a especies animales muy diferentes, que nunca se mezclan entre sí. Al oeste de la línea se encuentran mamíferos placentarios, como simios, tigres y elefantes, que también se encuentran en el sudeste asiático. Pero estos están casi completamente ausentes en el este, donde se pueden encontrar marsupiales y cacatúas. Esto es muy interesante, porque se trata de animales muy característicos típicamente de Australia. Por lo tanto, posiblemente llegaron allí a la deriva, sobre los restos de Argoland. Dos misterios resueltos por el precio de uno. El “a que voy yo y lo encuentro” mejor aprovechado de la historia.