Ya conocemos los ganadores del Premio Nobel de Medicina y el de Física. El primero ha sido para las vacunas del coronavirus y el segundo para un ingenioso método para poder captar el rápido movimiento de los electrones. Hoy, para terminar con los galardones científicos, ha llegado el turno del Premio Nobel de Química, cuyos ganadores han sido Moungi Bawendi, del MIT, Louis Brus, de la Universidad de Columbia, y Alexei Ekimov, de la Corporación Tecnológica de Nanocristales de Estados Unidos. Todos ellos han sido premiados por su papel en el descubrimiento y la síntesis de puntos cuánticos.

El anuncio ha tenido lugar a las 11:45, hora peninsular española (y hora sueca), en la Real Academia Sueca de Ciencias. Como ayer, el encargado de llevarlo a cabo ha sido Hans Ellegreen, Secretario general de la Real Academia Sueca de Ciencias.

Los ganadores tendrán que repartirse un premio de 10 millones de coronas suecas, equivalentes a unos 980.000 euros. Su investigación lo merece, desde luego. ¿Pero por qué es tan importante?

El mundo cuántico, ganador del Premio Nobel de Química

Cuando reducimos muchísimo el tamaño de las cosas, su propiedades cambian. Ya no estamos en nuestro mundo, sino en el mundo cuántico. Ese por el que Ant-Man se mueve gracias a las partículas Pym.

Pero el mundo cuántico es muchísimo más pequeño que una hormiga o una avispa. Es un mundo que no se ve, pero en el que las propiedades de la materia cambian tanto que se rigen por sus propias reglas físicas. Es un mundo tan insólito que, en él, un gato puede estar vivo y muerto a la vez, como explicó en su día Erwin Schrödinger. Pero no es sobre eso sobre lo que trata el Premio Nobel de Química de 2023. Tampoco sobre las ficticias partículas Pym.

Los tres ganadores de este galardón han tenido un papel esencial en la síntesis de puntos cuánticos, partículas tan pequeñas que se rigen por las propiedades cuánticas. Dicho de otro modo, estos científicos consiguieron traer el mundo cuántico a nuestro mundo macroscópico.

Los primeros en lograrlo fueron Brus y Ekimov, quienes, a principio de la década de 1980, lograron sintetizar estas partículas tan pequeñas de forma independiente. Esto es algo muy bueno; ya que, si dos grupos de investigación hacen algo de forma independiente, suele significar que el hallazgo no ha sido una casualidad. Después, en 1993, Bawendi logró optimizar el método. Esto fue muy importante, ya que no se trataba de un hallazgo de laboratorio; sino que, por fin, podía tener aplicaciones en nuestro día a día.

gato de Schrödinger
El experimento imaginario del gato de Schrödinger explica muy bien lo diferentes que son las propiedades cuánticas de la materia. Dhatfield (Wikimedia)

¿Para qué sirvió este descubrimiento?

Traer el mundo cuántico a nuestras vidas tiene aplicaciones que van desde la electrónica hasta la medicina. Por ejemplo, se aprovechan las propiedades cuánticas para difundir la luz en las pantallas de televisión modernas y las lámparas LED. También sirve para favorecer el inicio de ciertas reacciones químicas. Incluso se usa para iluminar concretamente el tejido tumoral, facilitando mucho el trabajo a los cirujanos.

Sin duda, estos tres científicos merecían hacerse con el Premio Nobel de Química. Es muy importante que la ciencia pueda tener aplicaciones útiles para la humanidad. Esto, además, ayuda a salvar vidas. No puede haber una aplicación mejor.