Esta madrugada (en horario peninsular español) se fallaron los premios Ig Nobel, una parodia de los verdaderos premios Nobel que cada año galardona a las investigaciones más disparatadas de la temporada. Al contrario de lo que ocurre con los verdaderos Nobel, no hay categorías establecidas, pues pueden variar, dependiendo de las investigaciones que se consideren merecedoras. Esta vez se han premiado la combinación de geología y química, la literatura, la ingeniería mecánica, la salud pública, la comunicación, la medicina, la nutrición, la psicología, la educación y la física. Y algo interesante es que los verdaderos premios Nobel se nos resisten a los españoles, pero parece que con los Ig Nobel sí que triunfamos.
Dos de las investigaciones tienen a investigadores españoles. Una de ellas, de hecho, se ha hecho principalmente desde nuestro país. Pero, dejando eso a un lado, todas las investigaciones premiadas son divertidas, pero también interesantes.
En cuanto al premio, no se trata de una gran suma económica, como con el Nobel, sino 10 trillones de dólares de Zimbabwe. Puede parecer muy apetecible, pero al cambio vienen siendo unos 30 céntimos de euro. Y es que en los Ig Nobel todo es guasa y diversión. Aunque, ojo, porque algunas de sus investigaciones pueden tener aplicaciones de lo más útiles.
Los Ig Nobel de 2023
Este 2023, los Ig Nobel han premiado todo tipo de investigaciones, en categorías muy diferentes.
Geología y Química
En esta categoría, el Ig Nobel ha ido para un equipo de científicos de Polonia y Reino Unido, por investigar por qué a algunos científicos les gusta lamer las rocas. Es bien sabido que esta es una práctica que a veces realizan los geólogos. ¿Pero por qué?
En realidad este estudio es más bien una revisión histórica que una investigación en sí. Pero explica, con casos reales, por qué esto se viene haciendo durante tanto tiempo, especialmente con fósiles. Básicamente, se debe a que “la humectación de la superficie permite que las texturas fósiles y minerales destaquen bruscamente, en lugar de perderse en el desenfoque de las microrreflejos y microrefracciones que salen de una superficie seca”. Por eso, una pasadita con la lengua puede sacar a relucir lo que antes estaba oculto.
Literatura
¿Qué se siente cuando repetimos una misma palabra muchas, muchas, MUCHAS veces? Un equipo de científicos de Francia, Reino Unido, Malasia y Finlandia lo ha estudiado. Es interesante, porque al hacer que los participantes copiaran y repitieran una misma palabra muchas veces, consiguieron reproducir el fenómeno del Jamais Vu. Este es exactamente lo contrario del Dèja Vu, pues consiste en hacer que algo que sabemos que es conocido nos resulte desconocido. Cuando estas personas repetían la palabra, de repente les parecía peculiar y exótica.
Ingeniería mecánica
Investigadoras de India, China, Malasia y Estados Unidos han ganado este Ig Nobel por reproducir la pesadilla de un aracnofóbico. Y es que han resucitado arañas muertas para utilizarlas como herramientas. Ojo a la cursiva del verbo resucitar. No las han devuelto a la vida, pero sí que han exprimido su capacidad de movimiento perdida y la han aprovechado para su propio beneficio.
Salud pública
Este Ig Nobel ha ido a parar a investigadores de Corea del Sur y Estados Unidos por, citamos textualmente, “controlar y analizar rápidamente las sustancias que excretan los seres humanos”. Es una forma muy fina de decir que han desarrollado un inodoro que analiza lo que se deposita en él, en busca de enfermedades, como la COVID.19 o cualquier otra que se pueda detectar en las heces y la orina.
Comunicación
Hay personas expertas en hablar al revés. Algún tipo de aplicación debe tener seguro. Pero lo que han hecho estos científicos de Argentina, España, Colombia, Chile, China y Estados Unidos ha sido estudiar su actividad mental, para saber qué es lo que les da esta super capacidad lingüística.
Medicina
El Ig Nobel de medicina lo ha ganado un equipo de científicos de Estados Unidos, Canadá, Macedonia, Irán y Vietnam, por estudiar en cadáveres si hay el mismo número de pelos en las dos fosas nasales de una persona. Esto, aunque parezca un chiste tiene una explicación, y es que se ha visto que las personas con alopecia areata suelen desarrollar más alergias, por la pérdida de los pelos protectores de la nariz. Por lo tanto, es una parte del cuerpo que no deberíamos descuidar.
Nutrición
Unos investigadores japoneses han descubierto que unos palillos electrificados a modo de pajitas para beber pueden aumentar el sabor de las bebidas y comidas. Incluso aumentan los sabores distintos que se perciben.
Educación
Este Ig Nobel ha ido a manos de un equipo de científicos procedentes de China, Canadá, Reino Unido, Países Bajos, Irlanda, Estados Unidos y Japón, por estudiar los efectos de la anticipación del aburrimiento. Dicho muy grosso modo, si antes de una clase de universidad o una conferencia ya pensamos que va a ser aburrida, da igual lo amena que la haga el conferenciante o profesor. Posiblemente nos aburra soberanamente.
Psicología
Los seres humanos somos bastante tendentes a la imitación. Incluso sin darnos cuenta. Por eso, unos psicólogos de Estados Unidos hicieron un curioso experimento para comprobar cuántas personas se paraban por la calle a mirar hacia arriba si otro transeúnte lo hacía. Ellos han ganado el Ig Nobel de psicología.
Física
Para terminar, unos investigadores procedentes de España, Suiza, Francia y Reino Unido han ganado el Ig Nobel de física por analizar cómo se ve influenciada la marejadilla de los océanos por la actividad sexual de las anchoas. Y es que, cuando estos peces se ponen manos a la obra, hacen grandes cambios a su alrededor.
Los Ig Nobel también pueden ser beneficiosos
Algunos investigadores consideran un desprestigio que se les galardone con el Ig Nobel. De hecho, en 1995 el entonces asesor científico del Gobierno de Reino Unido, Robert May, pidió encarecidamente que no se le diese este premio a investigadores británicos.
Pero hay que reconocer que, más allá de la parodia, estos premios sirven para dar a conocer investigaciones que sí pueden ser muy útiles. Por ejemplo, en 2006, el Ig Nobel de biología lo ganaron unos científicos que descubrieron que uno de los mosquitos portadores de la malaria se veía atraído por una variedad concreta de queso: el Limburger. Fue muy gracioso y divertido, pero desde entonces este queso se coloca en algunos países africanos en lugares estratégicos para alejar a los mosquitos de las personas. Gracias a eso, junto a otras medidas, se están combatiendo en parte las epidemias de malaria.
Por lo tanto, los Ig Nobel no tendrán el prestigio de sus primos suecos, pero también pueden traer grandes alegrías. A quienes los ganan, si tienen sentido del humor, y al resto del mundo, si no se queda solo en el chiste de la investigación.