Una ola gigante ha dejado al menos 5 muertos y 7 heridos en un restaurante de playa en la provincia de KwaZulu-Natal, en Sudáfrica. En el vídeo se puede ver cómo la gente al principio se sorprende con el espectáculo, pero después se desata el pánico, cuando el agua comienza a golpear a varias personas contra las paredes del fondo del local, llevándose a otros de nuevo hacia el mar.
Los cuerpos de rescate actuaron rápidamente, evitando que el número de víctimas fuese aún mayor. No es el primer suceso de este tipo que se da en la zona, por lo que las autoridades ya han prevenido a la población y los turistas para que no se bañen en la playa. ¿Pero qué está pasando? ¿Por qué se están desencadenando estos fenómenos costeros?
Para responder a esta pregunta lo primero que debemos tener en cuenta es que una ola gigante no es lo mismo que un tsunami. Al menos no necesariamente. Por lo general, el origen de los tsunamis es muy diferente al de las olas convencionales, aunque estas también pueden provocar grandes destrozos, como hemos visto en Sudáfrica.
Terror en Sudáfrica
La ola gigante sacudió el restaurante durante el domingo, 17 de septiembre, Sin embargo, ha habido más sucesos similares durante todo el fin de semana, en las cercanías de Ciudad del Cabo.
Unos medios hablan de cinco víctimas mortales y otros de cinco heridos de gravedad. A falta de datos oficiales, lo que está claro es que la ola gigante desató el pánico en el restaurante. ¿Pero cómo ocurrió?
Algunos expertos del clima creen que se debe a una marejada primaveral. No debemos olvidar que Sudáfrica está en el hemisferio sur y que allí se encuentran a pocos días de empezar la primavera. Algunos de los fenómenos climáticos de esta estación ya están haciendo estragos, por lo que se ha prevenido a la población para evitar más víctimas y daños materiales.
¿Cuál es la diferencia entre una ola gigante y un tsunami?
La principal diferencia entre una ola gigante y un tsunami es que las olas, gigantes o no, se forman por la acción del viento, mientras que los tsunamis son el resultado del movimiento de las placas oceánicas. Veamos qué quiere decir todo esto.
Para empezar, las olas no se forman simplemente porque el viento mueve el agua y ya está. Deben converger varios factores. En primer lugar, se genera un cambio de presión en el aire, que hunde un poco la superficie del agua. Esto genera una fuerza alrededor, parecida a la que se origina cuando metemos un juguete en un cubo de agua y vemos que esta se desplaza. Sin embargo, en este caso no hay ningún objeto.
Al producirse un desequilibrio, el agua que se hundió vuelve a subir, para restaurar el desequilibrio. Pero su velocidad vertical la hace subir por encima de la posición inicial. Se genera así un movimiento vertical que, ahora sí, puede ser desplazado por el viento en dirección horizontal. Ya tenemos las olas. Cuanto mayor es el cambio de presión, más grande será la ola, y también se desplazará más violentamente cuanto más viento haga. Ahí tendríamos la diferencia entre una ola gigante y otra más pequeña.
Un tsunami es diferente. La corteza de nuestro planeta está formada por una serie de placas en constante movimiento. Esto provoca que sus bordes puedan rozarse o que incluso alguna pueda desplazarse encima o debajo de otra. Son movimientos que poco a poco van generando tensiones que pueden liberarse súbitamente, dando lugar a terremotos.
Ahora bien, si esas tensiones tienen lugar en las placas que se encuentran bajo los océanos, la energía liberada provoca un movimiento de toda la columna de agua. Esto sería el tsunami. Lo más normal es que ocurra por terremotos, aunque también puede darse por otros fenómenos violentos que sacudan las placas oceánicas, como la caída de un meteorito en el mar.
Hay grandes diferencias entre los tsunamis y las olas, incluso si son olas gigantes. Lo primero que más llama la atención es la distancia entre olas. Tanto en un caso como en otro son ondas que se forman en el agua, por lo que no se tratará de una cresta aislada, sino de una serie de ondas que se repiten con periodicidad. En el caso de las olas, la separación entre unas y otras es de aproximadamente 100 metros. En cambio, con los tsunamis, es de centenas de kilómetros.
Otra gran diferencia es que las olas se forman arriba y los tsunamis abajo. Es decir, que las olas se generan en la superficie, por los cambios de presión que ya hemos visto. En cambio, los tsunamis proceden del movimiento de las placas de la corteza terrestre, debajo del agua. Por lo tanto, las olas afectan solo a unas decenas de metros, desde la superficie hacia abajo, pero los tsunamis actúan sobre toda la columna de agua, de ahí su violencia.
¿Qué es la marejada que se está produciendo en Sudáfrica?
Las autoridades de Sudáfrica y los expertos del clima han explicado que la ola gigante ha sido resultado de una marejada primaveral.
Por definición, una marejada es un movimiento tumultuoso de grandes olas. Esto puede ocurrir por muchas causas. Es muy habitual es que vengan acompañando a tormentas en las que hay una gran caída de la presión atmosférica, provocando todo el fenómeno que ya hemos visto.
En Sudáfrica está pasando ahora con el paso a la primavera por uno de estos fenómenos climáticos. Una gran caída de presión que está llenando sus mares de peligrosas olas gigantes. No hay una forma de evitarlo, así que lo único que se puede hacer es avisar a la población, para evitar males mayores como los del restaurante costero. Las autoridades ya lo han hecho, ahora solo queda esperar.