Se estima que el ganado representa el 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo. Sobre todo, por la producción de metano. Una empresa canadiense está proponiendo una alternativa a la industria, que permitirá la cría de vacas diseñadas genéticamente para eructar menos metano. Y, de esta forma, colaborar para frenar el cambio climático.

Semex, una compañía de soluciones genéticas e insumos ganaderos, comenzó este año a comercializar el primer semen de toro disponible en el mercado con un rasgo genético de bajo metano. Ya están ofreciendo el producto en cerca de 80 países. Entre las primeras en recibirlo están una granja en Gran Bretaña y varias lecherías en Estados Unidos y Eslovaquia, dijo el vicepresidente de la empresa, Drew Sloan, a Reuters.

Ben Loewith, un granjero lechero de Canadá, también recibió el producto. En junio, comenzó a inseminar artificialmente 107 vacas y novillas con el semen de Semex. Las primeras crías nacerán el próximo año. «La reproducción selectiva para reducir las emisiones, siempre que no sacrifiquemos otros rasgos, parece una victoria fácil», dijo Loewith.

Los eructos son la principal fuente de emisiones de metano del ganado. Y el metano es el segundo gas que más impacto tiene en el efecto invernadero, después del dióxido de carbono. Aunque menos abundante, el metano tiene un poder de calentamiento 80 veces mayor que el dióxido de carbono. Por eso, reducir sus emisiones es tan importante para la lucha contra el cambio climático.

Semex dijo a Reuters que estiman que su iniciativa podría reducir las emisiones de metano del ganado lechero de Canadá en un 1,5 % anual. El beneficio sería de entre un 20 % y 30 % menos para 2050.

Ganado y la emisión de metano.

El estudio detrás de las vacas que eructarán menos metano

El material genético bajo en metano es resultado de un trabajo conjunto entre Semex y Lactanet, la agencia de registro de leche de Canadá. Lactanet lanzó en abril pasado la primera evaluación genómica nacional de metano del mundo.

El análisis incluyó a 60% de las granjas lecheras de Canadá. Esta revisión permitió a los productores identificar qué vacas podrían engendrar terneros que genéticamente estén condicionados a liberar menos metano.

Este registro, a su vez, se basó en una investigación de las universidades de Guelph y Alberta. Un grupo de científicos de estas instituciones desarrolló durante siete años un método para medir el metano del ganado lechero. Los investigadores tomaron muestras de las exhalaciones del ganado para medir la presencia de metano. Luego, compararon los resultados con la información genética y las muestras de leche.

Christine Baes, profesora de la Universidad de Guelph y participante del estudio, explicó que las emisiones de metano en las vacas lecheras de Canadá varían de 250 a 750 gramos por día. «Creamos casi una guía telefónica para decir: Este animal tiene estos genes y produce tanto metano», explicó Baes a Reuters.

Pero el metano es solo una parte del problema. La ganadería también es la causante de la tala de bosques en muchas partes del mundo. En Brasil, por ejemplo, más de 800 millones de árboles se han talado en el Amazonas en los últimos seis años para satisfacer la demanda mundial de carne de res brasileña.

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