Varias agencias de seguridad de EE. UU. advirtieron que es posible que grupos de inteligencia en Rusia y China intenten robar información confidencial de empresas espaciales estadounidenses. El objetivo, aseguran, es acceder a datos comerciales y de investigación que podría servirles para impulsar los programas espaciales de sus propios países.
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI), el Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad (NCSC) y la Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea (AFOSI) emitieron este viernes un boletín con la advertencia. Aseguran en el documento que entidades extranjeras organizan ataques cibernéticos para acceder a información clave. También advierten sobre inversiones estratégicas a través de empresas de terceros para así lograr acceso a la industria espacial de EE. UU.
Aunque las agencias no aclaran en el reporte de dónde provienen estas amenazas, un funcionario de contrainteligencia estadounidense confirmó a Reuters que se teme de Rusia y China. «Anticipamos amenazas crecientes para este sector floreciente de la economía estadounidense», dijo esta fuente. Y agregó: «China y Rusia se encuentran entre las principales amenazas de inteligencia extranjera para la industria espacial estadounidense».
Tanto China como Rusia han impulsado considerablemente sus proyectos espaciales en los últimos años. Rusia está por convertirse en el primer país en aterrizar una sonda espacial en el polo sur de la Luna. China, por su parte, lanzó su propia estación espacial hace dos años y está preparando su primer viaje tripulado a la superficie lunar para 2030.
La amenaza de Rusia y China a EE. UU.
El documento advirtió a las empresas espaciales de EE. UU. que tenga cuidado con las solicitudes de visitas a las instalaciones. También pidió que sean bastante prudentes en conferencias o actos similares, que podrían ser aprovechados para recopilar información confidencia.
Además de la NASA, que es una agencia gubernamental, también operan en EE. UU. empresas espaciales privadas como SpaceX, liderada por Elon Musk, y Blue Origin, fundada por Jeff Bezos. Estos intentos extranjeros «pueden dañar a las entidades comerciales estadounidenses y a la seguridad nacional y económica más amplia de los EE. UU.», dice la advertencia de las agencias gubernamentales.
El boletín afirma que los empleados de estas empresas espaciales también están en riesgo de ser reclutados a través de ofertas de viajes al extranjero. Pide, además, estar atentos a las solicitudes de trabajo de consultoría y al pago de incentivos financieros a cambio de información confidencial. Ante cualquier sospecha, las compañías espaciales deben informar al FBI o a la AFOSI.
El jefe de la NASA, Bill Nelson, reconoció en mayo pasado que el programa espacial China representaba una amenaza para ellos. «Estamos viviendo una carrera espacial», dijo en entrevista con El País y El Mundo. La NASA está preparando la misión Artemis, con la que espera volver a enviar humanos al polo sur de la Luna en 2025.
La posibilidad de encontrar agua en forma de hielo en este lugar inexplorado del satélite es lo que está movilizando con tanto entusiasmo a los programas de EE. UU., Rusia y China. «Queremos preservar esas posibles reservas para la comunidad internacional, e impedir que China llegue y diga que el agua es suya», dijo Nelson. Aunque la misión de China está anunciada para 2030, el funcionario dijo que nunca se sabe: «Puede que China esté planeando en realidad llegar antes».