Suele decirse que los polos opuestos se atraen. Todos lo hemos escuchado alguna vez. Sin embargo, según un estudio publicado recientemente, podría ser que esta sea una idea bastante equivocada. Y es que, según los psicólogos autores del mismo, el parecido físico parece ser un parámetro clave para que una persona le parezca atractiva a otra. Está claro que, para buscar pareja, la belleza está en el interior. Pero, al menos para una primera impresión, el físico suele ser importante.
Cabe destacar que este no es el primer estudio que se realiza sobre las preferencias de las personas a la hora de buscar pareja. Tampoco es el primero sobre lo que encontramos atractivo en otros individuos. Pero sí es el primero que se lleva a cabo en un ambiente bastante realista, ya que se han reproducido las típicas citas rápidas en las que cada pareja interactúa durante tres minutos y luego pasa a la siguiente.
Generalmente se suele dar a los voluntarios las fotografías de otras personas para que opinen sobre su apariencia. Pero en esta ocasión pudieron verlas en persona y hablar con ellas, con lo cual también se les pudo preguntar sobre otros parámetros, como la amabilidad que percibieron en cada una de ellas.
Los polos opuestos no se atraen (al menos no siempre)
En este estudio, que se ha publicado en Evolution and Human Behaviour, participaron 682 personas. Todos ellos eran personas heterosexuales, por lo que las citas rápidas tuvieron lugar con personas del género opuesto. La mitad aproximada fueron con voluntarios de su misma etnia, mientras que el resto fueron diferentes.
Después, se les preguntó qué citas les habían parecido más atractivas y cuál había sido la percepción sobre su amabilidad y capacidad de comprensión.
Por otro lado, los investigadores hicieron fotos de todos los voluntarios, para después comparar los resultados con sus rasgos faciales. Así, vieron que, curiosamente, la mayoría de participantes encontraban más atractivas a las personas con rasgos faciales similares a los suyos. Esto era independiente de otros parámetros que se han relacionado con el atractivo en otros estudios, como la simetría de la cara o la cercanía de la estructura geométrica al promedio de su género.
Además, eran mucho más propensos a ver atractivas a personas de su misma etnia. En cuanto a la percepción de la amabilidad y la comprensión, también se percibió mejor a personas con morfologías faciales similares. De hecho, algo curioso es que, en este caso, la etnia era independiente. Es decir, puede que una persona afroamericana sintiese como más amable a una persona blanca caucásica, con la forma de la cara parecida a la suya, que a alguien aforamericano con la cara, por ejemplo, más alargada.
¿Esto nos influye a la hora de buscar pareja?
Algo importante es que estas personas se vieron en una cita de tres minutos y no volvieron a encontrarse nunca más. O, si lo hicieron, eso no formó parte del estudio. Por eso, lo que vemos es una percepción del atractivo a primera vista. Para entablar una relación entran en juego otros muchos factores. Es cierto que el físico es importante a la hora de buscar pareja, pero no es lo único que entra en juego. De hecho, a veces una persona que no nos parece atractiva a primera vista puede atraernos mucho más, e incluso parecernos atractiva, cuando la conocemos mejor.
Para solucionar ese pequeño detalle, estos científicos quieren repetir la investigación con parejas ya consolidadas. Esta es la que consideran una de las limitaciones del estudio, junto al hecho de que las fotografías que ellos tomaron eran totalmente planas y quizás podrían haber evaluado mejor los rasgos con imágenes tridimensionales.
Sea como sea, esto resulta bastante curioso. Muchas personas somos nuestros peores jueces. Nos vemos mal en el espejo y sentimos que nuestros rasgos no son suficientemente agraciados. Pero luego, inconscientemente, según este estudio, los vemos atractivos en otras personas. No serán tan malos entonces. Si la última vez que te miraste en el espejo te sentiste mal, prueba a pensar en eso.