El test de embarazo con saliva ha llegado. Hasta ahora, si una persona quería saber si estaba embarazada, en las primeras semanas solo podía hacerlo de dos formas. O con un test de embarazo de orina o mediante un análisis de sangre realizado en un centro sanitario. La primera opción es la más habitual para salir de dudas, pues es más accesible. No obstante, no resulta muy cómoda. Orinar en el palito sin que una parte caiga en la mano es complicado. La otra opción es depositar la orina en un vaso y meter ahí el test, pero tampoco es sencillo. Por eso, los científicos han estado buscando opciones más cómodas.
La gonadotropina coriónica humana (hCG por sus siglas en inglés), es la hormona que se usa para detectar un embarazo. Se produce en la placenta y puede detectarse ya en etapas muy tempranas de gestación, tanto en la orina como en la sangre. No obstante, hace tiempo que se sabe que también puede detectarse en la saliva. Por eso, la compañía israelí Salignostics ha desarrollado Salistick, un test de embarazo con saliva que ya se está comercializando en Reino Unido e Irlanda.
Según relatan desde la compañía, antes de la comercialización se realizaron encuestas para saber si las mujeres preferirían un test de embarazo con saliva. El 68% señalaron que sí, mientras que el 11% preferían el clásico de orina y el 21% no tuvieron preferencias. Habría que ver si ese 68% se mantiene sabiendo que el test de embarazo de saliva es ligeramente menos preciso que el de orina. Sea como sea, parece una opción interesante y, desde luego, mucho más higiénica.
Así funciona el test de embarazo de saliva
El test de embarazo de saliva funciona exactamente igual que el de orina. Es decir, mediante flujo lateral. La muestra, que se obtiene girando un hisopo en el interior de la boca durante 30 segundos, se coloca en la unidad analítica, donde hay anticuerpos que reconocen a la hCG y se unen a ella. Así, empieza a ascender por capilaridad por una tira de celulosa, hasta llegar a la zona de control. Ahí, hay anticuerpos que se unen a otros que estaban en el tampón en el que se sumerge la muestra. Es decir, la unión se producirá siempre. Puesto que estos anticuerpos están unidos a moléculas coloreadas, cuando se depositen en la zona de control, aparecerá una raya oscura.
Después, la muestra sigue ascendiendo hasta la zona de resultados. En ella, hay anticuerpos que se unen específicamente a los que reconocieron a la hCG. De este modo, la línea coloreada solo aparecerá si hay hCG en la muestra. Por lo tanto, al igual que en los test de embarazos convencionales o en los test de antígenos de COVID, si hay dos líneas el resultado es positivo, si solo hay línea de control es negativo y si no hay ninguna o no aparece línea de control, el test no ha funcionado adecuadamente.
El resultado se obtiene en un tiempo de entre 15 y 30 minutos y, aunque se observa con esas dos líneas típicas, cuenta con una peculiaridad que lo hace muy original: una aplicación que permite mandar el resultado a amigos y familiares. Así no hay que hacer fotos del test.
Un poco menos preciso
Desde la compañía, señalan que la precisión de este test de embarazo de saliva es del 96,32%. Algunos test de orina alcanzan el 99%, así que es ligeramente menos preciso. No obstante, con tal de no mancharse las manos, puede que haya quien lo prefiera. Además, es posible que aún se siga perfeccionando.
Quizás en un futuro eso de orinar en un palito nos parezca tan lejano como en los tiempos en los que el veredicto lo daba una rana. Con la diferencia de que la prueba de la rana no funcionaba y el test de orina es, más allá de la sangre, lo más eficaz que hemos tenido hasta el momento.