Más de 150 ejecutivos de empresas como Airbus, Ubisoft, Renault, Heineken, Dassault, TomTom, Peugeot y Carrefour, entre otras, han firmado una carta abierta expresando su preocupación y desacuerdo por el actual formato de la Ley de IA que aprobó negociar el Parlamento Europeo.

La misiva, dirigida a los representantes de la Comisión Europea, el Consejo Europeo y el Parlamento Europeo, expone que el borrador actual de la legislación pone en peligro "la competitividad y la soberanía tecnológica de Europa". En especial, al hablar sobre sistemas de inteligencia artificial generativa.

Según los firmantes, la versión de la Ley de IA que ha adoptado el Parlamento Europeo es demasiado estricta al lidiar con modelos fundacionales. Y tampoco discierne entre los hipotéticos casos de uso que pueda darle cada empresa o institución involucrada. Esto llevaría a los desarrolladores de este tipo de tecnologías a afrontar "riesgos de responsabilidad y costes de cumplimiento desproporcionados".

Las empresas que han alzado la voz contra el enfoque aplicado a la Ley de IA reconocen que algún tipo de regulación es necesaria. Sin embargo, sostienen que la "lógica rígida" detrás de la legislación que se pretende debatir es un enfoque burocrático e inefectivo. Y afirman que lo único que se logrará será que las compañías más innovadoras del sector se vayan de Europa y que se genere una "brecha de productividad crítica" con Estados Unidos.

"Debemos tener claras las consecuencias. Al igual que la invención de internet o el avance de los chips de silicio, la IA generativa es el tipo de tecnología que será decisiva para la capacidad de rendimiento y, por lo tanto, la importancia de las diferentes regiones. Los estados con los modelos de lenguaje masivos más poderosos tendrán una ventaja competitiva decisiva. Y su influencia será todavía mayor. Por ejemplo, al reemplazar los motores de búsqueda y establecerse como los asistentes de nuestra vida personal y profesional diaria, también serán herramientas poderosas que darán forma no solo a nuestra economía sino también a nuestra cultura. Europa no puede permitirse quedarse al margen".

Fragmento de la carta abierta contra la Ley de IA que quiere debatir el Parlamento Europeo

La Ley de IA comienza a dividir posiciones en Europa

Inteligencia artificial / Unión Europea | La Ley de IA comienza a dividir posiciones en Europa

Si bien es cierto que la Ley de IA todavía tiene un largo camino por recorrer antes de recibir su aprobación definitiva y entrar en vigencia, ya ha comenzado a dividir posiciones en Europa. La postura del Parlamento Europeo sobre la regulación ha ratificado la implementación de un sistema de categorización del riesgo. Esto ya ha provocado el disgusto de figuras como Sam Altman, el CEO de OpenAI, quien criticó la redacción de la legislación. Esto se debe a que, en su forma actual, considera a las aplicaciones de IA generativa, como ChatGPT, como de "alto riesgo".

La Ley de IA también obliga a los desarrolladores de modelos de lenguaje y fundacionales a registrarse y cumplir estrictos requisitos. Por ejemplo, deben identificar qué materiales protegidos por Copyright utilizan para entrenarlos. Y también deben diseñarlos para que sean capaces de generar contenidos considerados como ilegales. Los firmantes de la carta abierta creen que la legislación debería "limitarse a establecer principios generales en un enfoque basado en el riesgo".

"La implementación de estos principios debe confiarse a un organismo regulador específico compuesto por expertos a nivel de la UE y debe llevarse a cabo en un proceso ágil capaz de adaptarlos continuamente al rápido ritmo del desarrollo tecnológico y los riesgos concretos que se manifiestan".

Una discusión extensa

La misiva contra la Ley de IA no solo lleva los nombres de reconocidos empresarios como Luca de Meo (Renault), Corinne Vigreux (TomTom) o Yves Guillemot (Ubisoft). También aparecen políticos como Cédric O, exsecretario de Estado para el Sector Digital del gobierno de Francia, y expertos en inteligencia artificial como Yann LeCun, el jefe científico de inteligencia artificial de Meta.

Jeannette zu Fürstenberg, fundadora del fondo de capital de riesgo La Famiglia y firmante de la carta abierta, vertió términos todavía más duros contra la Ley de IA en su perfil de LinkedIn. Allí aseguró que, en su actual formato, la legislación puede traer "implicaciones catastróficas" para la competitividad europea.

Claro que también han aparecido voces contrarias a lo expresado por las empresas y sus principales ejecutivos. Dragoș Tudorache, miembro del Parlamento Europeo y uno de los impulsores del borrador de la Ley de IA, criticó la abierta. "Es una pena que el lobby agresivo de unos pocos esté capturando a otras empresas serias. Desafortunadamente, eso socava el liderazgo innegable que Europa ha tomado a nivel mundial en materia de regulación", le dijo a Financial Times.

Las negociaciones por la Ley de IA prometen ser extensas e intensas. Todo apunta a que el debate entre los países de la UE y la Comisión Europea se intensifiquen cuando España asuma la presidencia del Consejo de la Unión Europea en julio. No obstante, la legislación podría comenzar a regir a más tardar en 2026.

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