Las grandes estrellas de rock no están exentas de los ciberataques, tal como ha dejado en evidencia el reciente caso de The Smashing Pumpkins. El líder de la banda, Billy Corgan, reconoció en una entrevista que pagó un rescate para evitar que un hacker filtrara ATUM, su último álbum, meses antes de su lanzamiento.
El músico y compositor confesó que un pirata informático fue capaz de acceder al material cuando estaba en crudo; es decir, a punto de ingresar al proceso de mezcla y masterizado. Si bien los detalles del ataque no se han revelado, Corgan dio a entender que no fue un hackeo específicamente dirigido a The Smashing Pumpkins, puesto que las autoridades también hallaron música perteneciente a otras bandas.
El líder de la banda no dijo quién fue el blanco del ciberataque, pero explicó que el FBI fue fundamental para evitar la filtración. También explicó que el actor malicioso no puso sus manos sobre todas las canciones de ATUM, aunque sí sobre 9 de las más importantes.
"Probablemente fueran las canciones más pegadizas, de tipo single. Entonces, no solo [lo entregaría al público] seis meses demasiado pronto, sino que estaría regalando el álbum antes de que uno tenga la oportunidad de intervenir. De alguna manera, un pirata informático estaba ofreciendo los archivos a cambio de dinero, y pudimos rastrearlos, pagar y evitar que se filtraran. El FBI se involucró. No sé cómo consiguieron lo que consiguieron", explicó el principal exponente de The Smashing Pumpkins.
Tengamos en cuenta que el último lanzamiento de la banda estadounidense es una ópera rock de tres actos. La misma se lanzó entre noviembre pasado y el corriente mes de mayo, y se compone de 33 canciones.
The Smashing Pumpkins pagó para evitar la filtración de su último álbum
Billy Corgan no especificó cuánto pagó para evitar la filtración de ATUM, aunque reconoció que el dinero salió de su propio bolsillo. Además, calificó al autor del hackeo como "un mercenario" que logró poner sus manos sobre material de múltiples artistas. Incluso mencionó que entre la música robada había clásicos de bandas del pasado que estaban preparando relanzamientos. Así, ya se especula con que el incidente pudo involucrar a una discográfica, a un estudio de grabación o a un ingeniero de sonido.
"No fue un fanático de los Pumpkins empeñado en filtrarlo en Reddit", aseveró el músico y compositor. Por lo pronto, se desconoce cuáles han sido los demás artistas afectados por el ataque, o si otros han optado por seguir los mismos pasos de The Smashing Pumpkins pagando un rescate.
Por lo pronto, Corgan dijo desconocer cómo había finalizado la investigación y la intervención del FBI. Aunque sí mencionó que, al parecer, los autores del ataque dejaron algunas pistas que permitieron que se los rastreara.
El caso de The Smashing Pumpkins está abriendo algunos temas para el debate. Por un lado, porque, por lo que menciona el artista, no se trató de un ataque de ransomware específicamente dirigido a la banda. El hacker no robó las canciones para luego pedir un rescate a Billy Corgan y sus compañeros, sino que intentó venderlas al mejor postor.
De ser así, lo que hizo el compositor fue pagar para evitar "un mal mayor": que la música llegara a los fanáticos en un estado inadecuado. Algo que podría haberle costado críticas negativas, puesto que, lógicamente, la grabación filtrada no estaría a la altura del lanzamiento final.
No obstante, este "control de daños" también se podría ver como un precedente peligroso. Con los ataques de ransomware por las nubes, que una banda del calibre de The Smashing Pumpkins pague para evitar una filtración, podría abrir la puerta a un escenario peligroso. Específicamente, que estos hackeos se vuelvan más recurrentes contra otros exponentes del rock y demás géneros musicales.