Han pasado más de tres años desde que Star Wars Jedi: Fallen Order vio la luz. Su lanzamiento no fue un tema menor, pues sorprendió a propios y extraños al demostrar que en EA sí tenían la capacidad, a través de Respawn Entertainment (Titandall, Apex Legends), de desarrollar una experiencia sobresaliente de la popular franquicia. Todo ese éxito nos ha permitido, ahora, disfrutar Star Wars Jedi: Survivor, su esperada secuela.
En su momento, Star Wars Jedi: Fallen Order marcó un antes y un después para Electronic Arts. Primeramente, porque les dio un respiro con la saga intergaláctica, uno muy necesario tras los resonantes fracasos de la saga Battlefront. Por otro lado, dejó en evidencia que los juegos para un solo jugador, aquellos a los que la propia compañía se oponía en favor de los títulos multijugador, tenían el potencial de convertirse en superventas.
Pero, como sucede con cualquier éxito en la industria de los videojuegos, se eleva el listón de cara a una posible continuación. Eso fue, precisamente, lo que ocurrió en torno a Star Wars Jedi: Survivor. La expectación de la comunidad se encuentra en niveles muy altos. Te puedo decir, desde ahora, que el título está a la altura de toda esa ilusión que se acumuló en los últimos meses.
Un juego más ambicioso en todos los sentidos
Seamos sinceros, Fallen Order era tan bueno que el margen de mejora quedó reducido al mínimo. Sí, Star Wars Jedi: Survivor ha corregido los pocos puntos negativos de su predecesor, pero, para realmente hacernos sentir que estamos experimentando una auténtica secuela en cuanto a jugabilidad se refiere, Respawn tenía un as bajo la manga.
La primera gran decisión del equipo creativo fue limitar la disponibilidad de su juego a las consolas de la actual generación, y por un motivo muy importante.
La gran apuesta de Star Wars Jedi: Survivor queda en evidencia apenas comiences tu aventura junto a Cal Kestis. Todo se siente más ambicioso y extenso en múltiples sentidos. Hay algunas ideas implementadas que, sencillamente, no hubieran sido posibles en el hardware de la generación anterior. Principalmente lo que tiene que ver con los escenarios.
Fallen Order nos dio acceso a múltiples planetas con entornos semi-abiertos. Survivor lleva más allá esa premisa, pues los escenarios son significativamente más grandes y la libertad de recorrerlos es aún mayor. En este juego, la exploración pasa a convertirse en un pilar primordial. Y no es que antes no importara, sin embargo, la diferencia es notable.
Esa experiencia "aumentada" no solo va de la mano de ampliar las dimensiones de los nuevos escenarios, entre los cuales hay lugares completamente nuevos para el canon de Star Wars y otros bien conocidos. Lo anterior, por si solo, no aportaría demasiado si no existiese un largo listado de actividades por realizar en ellos. No obstante, contamos con un buen número de tareas que puedes llevar a cabo al margen de la campaña principal, misma que comentaré más adelante.
Te invito a que le dediques tiempo a explorar los entornos, ya que hay muchas sorpresas y, sobre todo, recompensas que pueden facilitar tu travesía en la historia. Al mismo tiempo, sirve de práctica para mejorar tus movimientos y habilidades de combate.
Las posturas, la gran novedad del gameplay
Y ya que he hecho mención del sistema de combate, otro apartado fundamental de la jugabilidad, en esta entrega se siente más refinado y con un abanico de movimientos más amplio. No solo hereda los de ataque y defensa básicos del título previo, también se agregan nuevos.
En este punto podrías pensar, quizá, que tus contiendas con los enemigos se volverán más complejas tras la introducción de movimientos adicionales. Sin embargo, en Respawn han encontrado la manera de enriquecer los enfrentamientos sin renunciar a la simpleza que distinguió a Fallen Order.
Star Wars Jedi: Survivor se apoya en las posturas, que son, básicamente, movimientos agrupados en distintas categorías. Cinco, para ser exacto, y cada una con su propio árbol de habilidades. De hecho, esta idea me hizo recordar a Ghost of Tsushima, que recurre a un sistema muy similar para diferenciar el estilo de lucha del protagonista samurái.
En Star Wars Jedi: Survivor, de hecho, tiene el mismo propósito. Hay que tener en cuenta que Cal Kestis ya no es un novato. Sus vivencias pasadas, incluyendo los enfrentamientos con algunos de los enemigos más temidos de la franquicia, han contribuido a su madurez. No solo en el plano emocional, sino también en lo relacionado a sus habilidades con los sables de luz.
Así pues, cada postura tiene sus ventajas y desventajas, y será crucial saber cuál usar en función de los antagonistas que tenemos enfrente. Por ejemplo, la del sable único se distingue por ser una propuesta equilibrada tanto en ataque como en defensa. Es ideal para enemigos del Imperio convencionales.
Aunque, si procedemos a la postura de dos sables —uno en cada mano—, la experiencia empieza a cambiar. Tenemos una mayor velocidad de ataque, pero es más fácil que los enemigos nos hagan daño. Por su parte, la del sable doble —como el de Darth Maul— es ideal para hacer frente a un grupo de enemigos que nos rodean, ya que el alcance del Lightsaber es mayor.
Igualmente se ofrece la postura de la guardia cruzada, que no es más que un ataque pesado con poder letal. Eso sí, se sacrifica muchísima velocidad. Si estos movimientos no se ejecutan de forma prudente, corres el riesgo de dejar a Cal totalmente desprotegido. Para finalizar, está la postura del blaster, que ofrece una pistola para alcanzar enemigos a la distancia.
Todo lo anterior, por supuesto, va acompañado de una amplia variedad de enemigos, pues de nada sirve añadir más movimientos si no hay rivales que te inviten a usarlos. Verás tropas conocidas, y otras que hacen su debut en Star Wars Jedi: Survivor. Lo mejor es que llegan momentos en que hay que determinar cuál es la mejor postura para hacerles frente debido a las evidentes diferencias en sus formas de atacar y defenderse. Esto permite la existencia de un componente estratégico que enriquece la jugabilidad.
Una propuesta que me dejó una grata sorpresa es el nivel de personalización del personaje tanto en su comportamiento como en lo visual. En el primer rubro tenemos implementado un sistema de progresión con los clásicos árboles de habilidades. Algunos de ellos, como ya señalé, están ligados a las posturas, mientras que otros operan de manera independiente.
La cantidad de habilidades que debutan es considerable. Además, tienes la libertad de darle prioridad a los árboles o ramificaciones que mejor se adapten a tu estilo de juego. Mi consejo es que logres un equilibrio, ya que el juego está diseñado para sacar partido de cada habilidad tarde o temprano.
Con relación al aspecto del personaje, no van a faltar los vestuarios y diseños para el sable de luz. Hay para todos los gustos y los puedes obtener completando actividades, o bien, como recompensa de una ardua exploración.
Otra cosa me agradó demasiado, y que cualquier juego con continuación debería replicar, es que no necesitas aprender todo desde cero. Survivor da por hecho que disfrutaste la aventura anterior y no pierde el tiempo explicando cómo funcionan las mecánicas que, que se supone, ya conoces. En consecuencia, dedica el tiempo a enseñarte las verdaderas novedades.
Star Wars Jedi: Survivor propone una historia oscura y más profunda
En este punto es oportuno hablar de la historia. Sin profundizar en detalles narrativos aparte de los ya revelados por EA previo al lanzamiento, te puedo contar que Star Wars Jedi: Survivor transcurre cinco años después de Fallen Order. La expansión del Imperio no se detiene y Cal Kestis sigue intentando evitarlo con los pocos recursos y apoyo que tiene a la mano. Una tarea titánica, sin duda.
En contraste con la campaña del primer juego, Survivor cambia el tono para denotar que Kestis ya no es un simple Padawan. Si bien el aprendizaje nunca termina, los conocimientos y habilidades que está adquiriendo en esta etapa lo convierten en un Jedi temible.
Es patente que el juego propone una atmósfera oscura. No solo por el dominio del Imperio, igualmente porque Kestis, consciente de que ahora es una máquina de matar, explora sus límites morales; aquellos que ya no tienen mucho sentido tras la caída de la Orden Jedi. La narrativa se atreve a profundizar en los conflictos internos del protagonista y en las consecuencias de valerse, muchas veces solo, en un universo lleno de peligros.
Respawn alcanzó un nuevo techo en lo relacionado a contar historias. Star Wars Jedi: Survivor tiene un argumento sólido y complejo que se disfruta de principio a fin, y que constantemente te genera la curiosidad de saber qué pasa después. Es bueno ver que los videojuegos también pueden ser una fuente narrativa valiosa para el canon de la franquicia.
Un punto que debes considerar —si no lo habías intuido antes— es que la historia de Survivor está muy ligada a los eventos de Fallen Order. Si no has tenido la oportunidad de disfrutar este último, no te recomiendo adentrarte en la nueva aventura. Hay muchas referencias al juego anterior y, como mencioné previamente, en cuanto a la jugabilidad asumen que ya conoces las principales mecánicas.
Un apartado gráfico y artístico que no defrauda
Gráficamente hablando, Star Wars Jedi: Survivor cumple con lo que podrías esperar de un título AAA de la actual generación, sin embargo, no puede ser considerado como un exponente visual. Queda claro que gran parte de los esfuerzos de Respawn Entertainment estuvieron centrados en ofrecer una narrativa más profunda y en mejorar la jugabilidad.
Ojo, no significa que visualmente sea una decepción, pero sí queda un margen de mejora que puede ser aprovechado en una hipotética tercera entrega. Pese a ello, se puede destacar la atención por el detalle de los escenarios. Crecieron en tamaño, pero no hay un solo rincón que se sienta descuidado o vacío. Todo tiene un motivo de existir y convive en armonía con la jugabilidad.
En lo que sí sobresale es en la dirección artística. Hay un trabajo excelso en la manera de imaginar planetas, criaturas, armas, enemigos y vestuarios. La banda sonora, por su parte, es excepcional. Honra las siempre distintivas melodías de Star Wars y está compuesta para atender la gran diversidad de situaciones que vas a vivir. Desde momentos de júbilo, hasta esas peligrosas contiendas contra jefes finales.
En términos generales, Star Wars Jedi: Survivor es una entrega fantástica. Respawn consiguió lo que parecía imposible: superar la calidad de Fallen Order. Y lo hizo implementando ideas frescas en un género que no da mucho lugar a la innovación. La jugabilidad transmite excelentes sensaciones y variadas experiencias por medio de un personaje que es más letal que nunca. Y si lo anterior te parece poco, el estudio sigue subiendo peldaños en el terreno narrativo. Indudablemente, estamos ante un contendiente al juego del año.