Microsoft tendrá que dedicar más esfuerzos para convencer a los reguladores de que la compra de Activision no perjudica la competencia en la industria de los videojuegos. Si bien los de Redmond recientemente cerraron acuerdos con Nintendo y NVIDIA para llevar Call of Duty a sus plataformas, la FTC, el organismo regulatorio de Estados Unidos, todavía no ve con buenos ojos la adquisición.
La FTC asegura que Microsoft ha realizado estos movimientos para tener un elemento que justifique la compra de cara a los reguladores. No obstante, consideran que la compañía no ha revelado los detalles apropiados sobre cada acuerdo.
Ciertamente, durante los últimos días han surgido dudas en torno a los compromisos de Microsoft con estas empresas, principalmente con Nintendo. ¿Por qué? Es bien sabido que la Switch, en cuanto a prestaciones técnicas se refiere, es inferior al resto de plataformas donde Call of Duty ya está presente. Por lo tanto, algunos desean saber cómo Microsoft eludirá las limitaciones del hardware para lograr su objetivo.
Por este y otros motivos, las autoridades de la FTC quieren saber más detalles. No solo de los acuerdos con Nintendo y NVIDIA, sino también cuál es el plan concreto de Microsoft con el resto de franquicias de Activision.
"A pesar de la clara intención de utilizar estos acuerdos en su defensa, Microsoft se ha negado a proporcionar documentos internos relacionados con esos acuerdos, o comunicaciones con terceros que no sean Nvidia, Nintendo y Sony. A Microsoft no se le debe permitir presentar o confiar estos acuerdos sin brindar los elementos subyacentes solicitados."
FTC.
Y ojo, porque la solicitud de información se ha extendido a los contenidos de ZeniMax, compañía propietaria de Bethesda que Microsoft compró por 7.500 millones de dólares en 2020. "La FTC busca todos los documentos relacionados con la exclusividad del contenido que Microsoft adquirió de ZeniMax y la que propone adquirir de Activision", mencionan.
¿Qué tiene que ver ZeniMax y Betshesda en todo este asunto? Bueno, los reguladores creen que Microsoft, una vez obtenga las propiedades intelectuales de Activision, podría gestionarlas de la misma manera que hizo con ZeniMax. Es decir, haciendo exclusivos algunos juegos, como es el caso de Starfield o Redfall.
Sony aprovecha las dudas sobre la gestión de ZeniMax para intentar frenar a Microsoft
Sony, de hecho, igualmente se apoyó en la gestión de Microsoft sobre las franquicias de ZeniMax para mostrarse en contra de la adquisición de Activision. "Si bien no es una violación de un compromiso, la conducta de Microsoft en relación con la adquisición de ZeniMax proporciona evidencia adicional de por qué debe abordarse con precaución", expresaron en un documento enviado a la CMA, el regulador del Reino Unido. Los japoneses continuaron su intervención diciendo:
Cuando Microsoft propuso adquirir ZeniMax, le dijo a la Comisión Europea que no tenía la intención de cesar o limitar la disponibilidad de juegos de ZeniMax en consolas rivales. Microsoft también declaró públicamente a los inversionistas: 'Estamos comprometidos a los juegos multiplataforma porque, si es bueno para el ecosistema del gaming, es bueno para nosotros. No tenemos intenciones de sacar todo el contenido de Bethesda de las plataformas de la competencia'".
Sony.
Como bien mencionó Sony previamente, Microsoft no violó ese compromiso. Al especificar "No tenemos intenciones de sacar TODO el contenido de Bethesda", logran cubrirse tras convertir a Starfieldy Redfall en exclusivas. Pese a ello, en PlayStation temen que los de Redmond hagan lo mismo con algunos títulos de Activision.
Sin embargo, al menos en lo que se refiere a Call of Duty, en Microsoft se han cansado de prometer que su intención no es limitar la disponibilidad de la popular franquicia, sino expandirla hacia plataformas donde, hoy en día, no tiene presencia. Esa es la razón por la que unieron fuerzas con Nintendo y NVIDIA.