El mundo registró una cifra récord en emisiones de dióxido de carbono el año pasado. Una de las principales causas fue el rebote de los viajes aéreos tras la pandemia por coronavirus, publicó hoy la Agencia Internacional de Energía. También tuvo un fuerte impacto que muchas ciudades sigan apostando a la energía generada a base de carbón.
Se emitieron en total 36,8 mil millones de toneladas de gases contaminantes, lo que representa un incremento de 0,9%. El informe de la agencia detalla que el mayor aumento provino de los mercados emergentes de Asia.
A pesar del récord, no fue tan malo como se esperaba. El resultado de 2022 fue mucho menor que el salto excepcional de más de 6% registrado en 2021. La organización explicó que esto se logró gracias, también, a que creció el uso de energía solar y eólica. También destaca la adopción de alternativas sustentables en todo el mundo, como los vehículos eléctricos y las bombas de calor. Pero la agencia advirtió que no hay motivos para alegrarse.
El récord en emisiones de dióxido de carbono potencia la emergencia climática
La comunidad científica está desconcertada. Insisten en que todo el mundo debe considerar, de una vez por todas, reducir drásticamente las emisiones de gases contaminantes para frenar la emergencia climática.
"Cualquier crecimiento en las emisiones, incluso del 1%, es un fracaso", dijo Rob Jackson, profesor de ciencias del sistema terrestre de la Universidad de Stanford y presidente del Proyecto de Carbono Global. "Es recorte o caos para el planeta", dijo en entrevista con AP.
El director de la Agencia Internacional de Energía, Fatih Birol, apuntó contra las grandes industrias. Dijo que no están cumpliendo con su compromiso. "Las empresas internacionales y nacionales de combustibles fósiles están obteniendo ganancias récord y tienen que asumir su parte de responsabilidad... Es fundamental que revisen sus estrategias", dijo Birol.
Las emisiones de dióxido de carbono del carbón, específicamente, aumentaron en todo el mundo un 1,6% el año pasado. Mientras que las derivadas de la quema de petróleo se elevaron un 2,5%, cerca de la mitad por culpa del sector de la aviación.
Europa y China registraron una caída
A diferencia de la tendencia global, las emisiones en Europa y China disminuyeron. En la Unión Europea cayeron 2,5% en comparación con el año anterior, pero la agencia explicó que fue gracias a un invierno más ligero que redujo la demanda de calefacción. También ayudó el aumento de los precios del gas natural, que llevó a las industrias a bajar la producción.
China, aunque continúa como el mayor emisor del mundo, tuvo una ligera caída del 0,2%. Esto está relacionado con un crecimiento económico más débil y a la desaceleración de la industria de la construcción. También influyeron varias medidas implementas por el gobierno de este país para contener la propagación de la COVID-19 y que limitaron el uso de energía.
En Estados Unidos, por el contrario, las emisiones aumentaron 0,8%. Los estadounidenses enfrentaron a principio de 2022 un invierno con temperaturas muy bajas, lo que impulsó una mayor demanda de calefacción. La agencia destacó que este tipo de fenómenos meteorológicos extremos provocaron una quinta parte del crecimiento de emisiones del año pasado.