Que las vacunas del COVID han salvado millones de vidas en todo el mundo es un hecho. No hay más que ver como, a pesar de no detenerse, la pandemia ha dado un gran vuelco desde el momento en el que se comenzó con su administración. Las olas son menos intensas, la mayoría de los pacientes enferman levemente y, en general, hemos podido empezar a hacer vida más normal, sin apenas restricciones. Por todo esto, se han ido administrando sucesivos refuerzos de las vacunas, empezando por las personas de mayor riesgo y siguiendo por el resto. En España, por ejemplo, se han puesto ya cuatro dosis a prácticamente toda la población vulnerable que lo ha deseado, mientras que el resto pueden decidir si la quieren o no. ¿Pero cómo se toma una decisión así?

Lo cierto es que son muchos los factores que se deben tener en cuenta. Para empezar, sería ideal comprobar si mantenemos la inmunidad celular. Es decir, aquella que va más allá de los simples anticuerpos. No obstante, aunque las pruebas para verificarlo no son difíciles, es un engorro hacerlas para toda la población. Además, entran en juego factores como la edad del vacunado, sus comorbilidades, si ya ha pasado el virus o no o incluso el tipo de vacuna que se le ofrece. Por eso, un equipo de científicos del Hospital General de Massachusetts ha desarrollado un modelo matemático dirigido a predecir cómo de necesarios son los refuerzos.

Se tienen en cuenta tanto los pacientes sanos, como aquellos con factores de riesgo como el cáncer. Y también las variantes circulantes y los tipos de vacunas del COVID disponibles. Además, se consideran algunos escenarios hipotéticos para que podamos adelantarnos a los acontecimientos. De este modo, han dado algunas recomendaciones generales, aunque lo ideal es verlo paso por paso. 

vacunas del coronavirus, person holding white and blue labeled bottle
Foto por Spencer Davis

¿Necesitamos más vacunas del COVID?

Los autores de este estudio publicaron otro en 2021 en el que usaban un modelo matemático para predecir la gravedad del COVID-19 según diferentes factores. Ahora, han seguido trabajando sobre él para decidir cómo de necesaria es una nueva dosis de alguna de las vacunas del coronavirus.

En el modelo se tienen en cuenta diferentes variantes del COVID-19, incluyendo algunas hipotéticas. Por ejemplo, se supone la existencia de alguna que sea capaz de evadir el sistema inmunitario con una mayor eficacia que el resto.

Además, se consideran los diferentes tipos de vacunas, incluyendo las recientes bivalentes. Estas son aquellas que incluyen antígenos tanto de la variante original como de otra, generalmente la ómicron. Que tengan antígenos de ambas quiere decir que aportan más variedad y preparan al sistema inmunitario para defenderse de ellas.

Por eso, los expertos recomiendan los refuerzos de estas vacunas del coronavirus a toda la población de riesgo y, para el resto, las aconsejan bastante en aquellas personas que aún no hayan pasado el COVID-19. Esto es así porque, si solo tienen la vacuna original y no han tenido una infección natural, solo cuentan con protección frente a una variante.

Conclusiones generales y personalizadas

En cuanto al tipo de pacientes, este modelo matemático considera a las personas sanas o con comorbilidades. Así, concluyen que los refuerzos de vacunas del COVID de ARN mensajero, como las de Pfizer y Moderna, proporcionan protección a personas sanas durante aproximadamente un año. Por eso no es inicialmente necesario ponerlos más seguidos. En cambio, los pacientes de riesgo, como los inmunodeprimidos o las personas con cáncer, deberían ponerse los refuerzos de las vacunas del coronavirus cada menos tiempo.

Por otro lado, señalan que quienes solo se vacunaran con Janssen deberían ponerse dosis de refuerzo, pertenezcan al grupo que pertenezcan. Estas son las recomendaciones generales que han hecho, tanto en el estudio como en un comunicado del Hospital.

No obstante, con su modelo podría estudiarse cada caso de una forma más personalizada. Quizás el futuro esté ahí. De momento, ante la duda, lo más aconsejable es preguntar a nuestro médico y, por supuesto, decidir libremente con toda la información en la mano. 

Eso sí, no debemos olvidar que ninguna de las vacunas del COVID que existen hasta el momento son de las que se conocen como esterilizantes. Es decir, no protegen de la infección, pero sí de los síntomas graves. S hay algo más frecuente aún que los refuerzos de las vacunas del coronavirus, son las oleadas de mitos sobre los mismos. Es importante también no dejar que estos nos infecten.

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