La temporada de premios en la industria del cine está en pleno desarrollo. A los Globos de Oro les siguió la ceremonia de los Critics Choice Awards. De esta puede que haya salido uno de los discursos más emotivos del premio en mucho tiempo, si se tiene en cuenta la historia particular de quien ganó como “Mejor actor”, Brendan Fraser, por su papel en The Whale.

Cuando se cita el nombre de Brendan Fraser, lo normal es pensar en el intérprete que protagonizó George de la Selva y la saga La Momia. Un sujeto apuesto, con un físico al que dedicaba bastante tiempo en el gimnasio y trabajos que calaron de buena manera en la industria, sin llegar a ser clásicos del cine ni nada por el estilo. Pero con un buen rédito económico.

El Brendan Fraser de esas producciones es muy distinto al actual, que el pasado 15 de enero de 2023 fue reconocido como “Mejor actor” en los Critics Choice Awards. Ya no tiene aquella figura delgada y su rostro ya muestra el paso de los años. Son detalles que esconden una historia compleja, un relato que lo acerca mucho a su personaje en The Whale, un profesor de literatura que sufre obesidad y que atraviesa su propio desierto para encontrarse consigo mismo.

La celebración de Brendan Fraser
en los Critics Choice Awards

Luego de protagonizar George de la Selva y la saga La Momia, la carrera de Brenda Fraser parecía gozar de buena salud. Era reconocido. Su nombre estaba en boca de propios y extraños de la industria. Los guiones llegaban sin mucha dificultad a sus manos. Ese último aspecto es clave dentro de su historia particular: no siempre acertó en los proyectos que eligió, a la par con propuestas comerciales atractivas. 

Su rostro y trabajo generaban confianza, pero el criterio y en ocasiones las producciones en las que participaba no resultaban en aciertos, ni profesionales ni comerciales. Su figura, de forma progresiva, se empezó a devaluar. A esto se suman problemas personales, como la separación de su esposa, Afton Smith, en el 2007, luego de haberse conocido en 1993 y tener tres hijos. 

Brendan Fraser, quien había aprendido a estar ante las luces y el flash de la cámara con naturalidad, empezaba a experimentar una soledad desconocida para él. Puede que por esto, durante su discurso de celebración tan ser reconocido como “Mejor actor” en los Cristics Choice Awards hiciera una referencia al desierto: 

https://twitter.com/brucebatman007/status/1614909399054647297

Antes de ese fragmento, Brendan Fraser dijo lo siguiente: 

“Gracias por este honor, Critic's Choice Association. Fue Herman Melville quien escribió una vez que 'solo hay cinco críticos en América. El resto está dormido'. Me alegro mucho de que se hayan despertado por mí. ¿Dónde estaban para En pata de guerra (una broma, a propósito de su trabajo en esa producción de 2010)? Esta película, The Whale, trata del amor, de la redención… de encontrar la luz en un lugar oscuro”.

A esto siguió un tramo en el que se refirió a sus compañeros: 

“Tengo tanta suerte de haber trabajado con un conjunto que es increíble e incluye a Hong Chau, que debería tener su propia película basada en cada personaje que ha interpretado. Sadie Sink, a la que le he dicho a todo el mundo que es increíble. Ty Simpkins, ganaste un point break en cada día. Sam Hunter (el guionista) eres mi faro”.

También agradeció al director del film, Darren Aronofsky, por haberlo rescatado profesionalmente.

La redención y un episodio oscuro

The Whale y la labor de Brendan Fraser avanzan sumando buenas críticas y comienzan a caer los premios. Más allá del resultado final, de todo el metal que acumule o no, es evidente que este es un punto de inflexión en la carrera del actor. Fraser vuelve a estar sobre la cresta de la ola, siendo una persona distinta a aquella que protagonizó relatos de aventura.

A su reintegración a la industria del cine y la televisión, mediante papeles en distintas producciones, se suma este reconocimiento como “Mejor actor”. Un vuelco total a una carrera que parecía perdida y para una persona que atravesó momentos complejos, como el abuso sexual que vivió en 2003. Matías Bauso, citando un perfil al intérprete publicado en GQ, lo describe de la siguiente manera en Infobae:

“En un evento, Philip Berk, el presidente de la Asociación de Periodistas Extranjeros de Hollywood, pasó la mano por detrás de su espalda, tocó una de sus nalgas y luego con un dedo frotó reiteradas veces su perineo. Él (Brendan Fraser) solo atinó a sacarle la mano después de unos segundos y salió del lugar sin decir nada. Recién pudo contar esta situación quince años después. Berk negó las acusaciones. Dijo que no ocurrió nada de eso y que solo había sido una broma. Tiempo después, Berk fue expulsado de la Asociación por el contenido racista de unos mails. Brendan culpó a este incidente —que no ha sido confirmado por otras fuentes ni ha tenido recorrido judicial— de su endeblez anímica y de haber sido raleado de ciertos ámbitos de Hollywood durante años, ya que el hombre era muy poderoso”.

Su discurso en la ceremonia de los Critics Choice Awards fue un mensaje esperanzador para quienes atraviesan distintas situaciones complejas en la actualidad; en especial, su cierre: 

“Si tú, como Charlie (al que interpretó en esta película) luchas de alguna manera contra la obesidad o simplemente sientes que estás en un mar oscuro, quiero que sepas que si tú también puedes tener la fuerza para ponerte en pie e ir hacia la luz, ocurrirán cosas buenas”.

Como las que le están pasando a Brendan Fraser.