La Navidad es una época del año en la que disfrutamos de estar con nuestros seres queridos. Al menos esa es la intención. Y cuando hablamos de seres queridos, eso incluye tanto a los humanos como a las mascotas. De hecho, nuestros perros y gatos pueden llegar a ser más familia que algunas personas con las que compartimos sangre. Por eso, es normal que queramos que ellos también disfruten de los alimentos y entretenimientos típicos de estas fiestas. Pero hay un problema y es que, por mucho que los sintamos como iguales, somos especies diferentes y lo que a nosotros nos sienta bien puede ser muy peligroso para ellos.
En un artículo publicado recientemente en The Conversation, la veterinaria Leticia Fanucchi ha hablado de algunos de los alimentos que mandan a los servicios de urgencia a montones de perros y gatos cada Navidad. Pero no se trata solo de comida. También hay algunas plantas típicas de la decoración de estas fiestas que pueden ser muy peligrosas para ellos.
Es importante conocer estos alimentos y plantas peligrosas para nuestras mascotas, pues así podremos compartir con ellas la Navidad de una forma mucho más segura para todos. Por mucho que nos pongan esos ojitos adorables, hay cosas que es mejor que no compartamos con ellos.
Si tienes perros o gatos, cuidado con estos alimentos
Para empezar, hay que evitar los alimentos muy grasos. En Navidad es habitual que abusemos un poco más de las grasas. Tampoco es bueno para nosotros. Pero lo cierto es que tanto perros como gatos pueden experimentar las consecuencias mucho antes. Una sola ración puede enviarles a urgencias veterinarias con una inflamación del páncreas, conocida como pancreatitis. Los síntomas de la misma son principalmente vómitos y diarrea. Es importante tenerlo en cuenta; ya que, si no se busca solución a tiempo, los daños pueden extenderse a otros órganos, como los riñones. Además, es posible que se generen problemas de coagulación de la sangre, con todo lo que eso implica.
También hay que tener cuidado con el ajo, la cebolla y las chalotas. Son alimentos inocuos para los humanos. Sin embargo, resultan muy tóxicos, tanto para los perros como para los gatos. Esta toxicidad puede causar rotura de los glóbulos rojos y, como consecuencia, una anemia muy intensa. Los síntomas son de nuevo diarrea y vómitos, aunque a ellos se puede sumar letargo e ictericia. Esta última se manifiesta con una coloración amarillenta de la piel, los ojos, las uñas y las encías de nuestras mascotas.
¿Y qué sería de la Navidad sin el pan, los bizcochos y otros bollos horneados? Para los humanos pueden ser más o menos sanos, dependiendo de la cantidad de azúcares o grasas que contengan. Pero para ellos serán peligrosos siempre que lleven levadura fresca. Esta se reactiva con el calor. Y la temperatura corporal tanto de los perros como de los gatos es más alta que la nuestra. Por lo tanto, si bien en nuestro estómago no se reactiva la levadura, en el suyo sí puede hacerlo. Si ocurre, empieza a fermentar azúcares, produciendo etanol, que también es aún más peligroso para ellos que para nosotros. Visto esto, queda claro que tampoco debemos dejar que tomen bebidas alcohólicas.
No compartas el postre con tus mascotas
Ya que nosotros disfrutamos tanto de los postres de Navidad, podemos querer compartirlos con nuestras mascotas. Sin embargo, si queremos darles un postre, lo mejor será recurrir a sus golosinas habituales. No deberíamos compartir con ellos las nuestras, pues hay varios componentes que les pueden enfermar.
Por ejemplo, algo tan simple como el chocolate contiene multitud de sustancias que son peligrosas para perros y gatos. Especialmente las metilxantinas pueden provocar una intoxicación que cursa con síntomas como temblores, aumento de la frecuencia cardíaca, vómitos, diarrea, inquietud e incluso convulsiones.
Incluso los postres sanos pueden hacerles enfermar. Por ejemplo, hay frutas, como las uvas, que son especialmente peligrosas. Contienen ácido tartárico, capaz de provocar un fallo renal tanto en perros como en gatos. Por lo tanto, en Nochevieja podemos ver las campanadas con ellos, pero sin que prueben las uvas.
Finalmente, puede que nosotros queramos cuidarnos o que necesitemos evitar el azúcar por cualquier motivo. En ese caso, es posible que recurramos a edulcorantes como el xilitol. En nuestro caso es seguro, pero en el de perros y gatos puede provocar una descarga brusca de insulina que, en algunos casos, llega a ocasionar la muerte del animal. Hay que evitar que lo tomen y, en caso de que ocurra, acudir a urgencias veterinarias cuanto antes. Y no, el azúcar tampoco les hace bien, así que tampoco les des postres endulzados a la manera tradicional.
El problema de las plantas de Navidad
No solo los alimentos navideños son un problema para perros y gatos. También hay que tener cuidado con algunas plantas típicas de estas fiestas. Especialmente con dos.
Por un lado, nos encontramos con el caso de la flor de Pascua, también conocida como pascuero (Euphorbia pulcherrima). Esta es peligrosa para nuestras mascotas por su savia, que se encuentra en toda la planta. No pasa nada porque se rocen con las flores o incluso porque las huelas o las toquen. En cambio, si la muerden y tragan algo de savia, pueden sufrir una intoxicación que les provoca irritación de las mucosas, hipersalivación y vómitos. No es mortal, pero tampoco resulta agradable, por lo que lo mejor es tener cuidado y evitar estas plantas, sobre todo si tenemos cachorros, mucho más propensos a mordisquear todo lo que se encuentran.
Por otro lado, otra planta navideña que puede ser peligrosa para perros y gatos es el muérdago (Phoradendron flavescense). Esta es habitual en la decoración de algunos países, donde existe la tradición de colgarla en los marcos de las puertas para que las parejas se besen bajo ella. Es muy bonito, sí. Sin embargo, a nuestras mascotas pueden causarles desde vómitos y diarrea abundante a respiración dificultosa. Incluso pueden acabar provocando shock y muerte por colapso cardiovascular a las pocas horas de la ingesta.
Por lo tanto, lo mejor es evitar también esta planta si tenemos mascotas en casa. Al fin y al cabo, cualquier lugar es bueno para besarse. En Navidad y en cualquier momento del año.