La publicidad en línea es casi tan vieja como la web en sí y mueve miles de millones de dólares al año. Y si bien los anuncios no son del agrado de todos, son una pieza vital para que muchos negocios subsistan —especialmente los medios de comunicación—, y para que la gran mayoría del contenido disponible continúe siendo gratuito. Sin embargo, la industria publicitaria también se ha convertido en una vía cada vez más usada para distribuir malware y promover estafas. Por eso, el FBI quiere que uses un bloqueador de anuncios en tu navegador preferido.
En las últimas horas, dicho organismo alertó sobre el creciente uso de anuncios en los principales buscadores web con fines maliciosos. Específicamente, casos en los que cibercriminales compran anuncios a empresas como Google para que se muestren al buscar marcas o nombres de empresas importantes. Y como las publicidades aparecen en lo más alto de las páginas de resultados, muchos usuarios dan clic sobre ellas sin prestar atención. Algo que, claramente, puede dejarlos expuestos a graves problemas.
La metodología de los actores maliciosos no es precisamente nueva. No obstante, en los últimos años se ha vuelto cada vez más popular, tanto para distribuir malware como para realizar ataques de ransomware o de suplantación de identidad. Por ello, el FBI ha emitido una serie de recomendaciones, entre las que se encuentra el uso de un bloqueador de anuncios.
"Usa una extensión de bloqueo de anuncios cuando realices búsquedas en Internet. La mayoría de los navegadores permiten que un usuario agregue extensiones, incluidas las que bloquean las publicidades. Estos bloqueadores de anuncios se pueden activar y desactivar dentro de un navegador para permitir anuncios en ciertos sitios web y bloquearlos en otros", explicó el FBI. Nada que cualquiera con un poco de experiencia en la web no sepa, es cierto. Pero también es una realidad que los métodos para engañar al público son cada día más sofisticados.
El FBI ve con buenos ojos que uses un bloqueador de anuncios
El uso de un bloqueador de anuncios es un tema que siempre se ha prestado a un candente debate. Como ya dijimos, la publicidad es la principal vía de ingresos —la única, a veces— de medios de comunicación y empresas con presencia 100% digital. Sin embargo, es innegable que en muchísimos casos ha sido mal utilizada o de forma engañosa.
Por ende, no es ilógico que el FBI se haya animado a alentar el uso de un bloqueador de anuncios. Aunque el organismo norteamericano no se ha detenido allí. También ha recomendado precauciones adicionales, como revisar que las URL sean las correctas, puesto que muchas webs maliciosas utilizan direcciones que son muy similares a las oficiales, pero con letras mal ubicadas.
Pese a ello, también debemos decir que cada vez se utilizan métodos más complejos para embaucar a los usuarios. Como los principales navegadores web ya advierten cuando se intenta acceder a una URL mal escrita, los cibercriminales se han puesto más creativos. Un método muy popular para engañar a los usuarios se llama cloaking, que, si bien nació para engañar a los motores de búsqueda y mejorar el posicionamiento de un sitio web, ha mutado en algo mucho más peligroso.
De hecho, la firma de seguridad Malwarebytes publicó un artículo muy interesante al respecto este año. A través del cloaking, los hackers logran que se muestre una dirección verídica en los anuncios de la página de resultados de Google, pero utilizan un doble redireccionamiento para enviar al público a una página maliciosa. En casos así, un bloqueador de anuncios realmente es una herramienta muy útil para evitar dolores de cabeza.
Lo recomiende el FBI o no, un bloqueador de anuncios es una buena herramienta a tener a mano. Siempre y cuando recuerdes que muchos de tus sitios favoritos sí necesitan de la publicidad para seguir funcionando, y que puedes desbloquearlos para que no sean alcanzados por la extensión.