Aunque lo más normal es que la gripe aviar se transmita principalmente entre aves, también puede darse el caso de que se contagie a humanos. Por eso, ante un brote de la enfermedad, se deben tomar todas las precauciones posibles para evitarlos. Y, lógicamente, esas precauciones pasan por no abrazar a las aves infectadas, por mucho aprecio que se les tenga.

Esta es la advertencia que se han lanzado a comunicar varios científicos ante el reciente brote de gripe aviar en Reino Unido. La razón por la que han querido hacer esta aclaración es que han visto en redes sociales a muchos granjeros abrazando a sus aves enfermas. Buen ejemplo de ello es el del emú Emmanuel, famoso en TikTok por inmiscuirse en los vídeos de su dueña. 

El vínculo con los animales para algunas personas puede ser el mismo que con los humanos. Por eso, es comprensible que haya quien busque abrazarles para consolarlos. Pero, del mismo modo que nos aislamos de los humanos enfermos cuando tienen una enfermedad contagiosa, también debemos hacerlo con las aves contagiadas de gripe aviar. 

¿Qué es la gripe aviar y cómo se contagia?

La gripe aviar es una enfermedad causada por subtipos del virus Influenza A, que afecta principalmente a las aves, aunque también puede darse en mamíferos como los propios humanos.

Entre sus síntomas más habituales están la tos, la secreción nasal y ocular, el plumaje erizado y la disminución de la producción de huevos. No obstante, pueden darse formas más graves que provocan coloración azulada por la falta de oxígeno, problemas neurológicos, hemorragias y, en los peores casos, la muerte.

Es muy contagiosa, por lo que puede afectar a granjas enteras si no se toman medidas. En cuanto a su contagio a humanos, si bien no es muy habitual, con apenas 1.000 contagios desde 2003, sí que se han dado algunos brotes. Aun así, es una preocupación epidemiológica también para humanos; ya que, si el virus de la gripe aviar llegara a recombinar con algunos de los virus de la gripe que nos afectan a nosotros, tendría potencial para convertirse en una gran pandemia.

Se contagia principalmente por el contacto con las heces o las secreciones respiratorias de los animales infectados. Por eso, abrazar a las aves con la enfermedad puede no ser la mejor de las ideas.

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No las abraces, aunque te cueste

Las imágenes de Eco Sister besando al emú Emmanuel, afectado por el brote de gripe aviar, han generado un gran revuelo en las redes sociales. Por un lado, resulta emotivo ver el vínculo que se ha formado entre ave y humana. Pero, por otro, como bien han avisado varios expertos en enfermedades infecciosas, es una temeridad. 

Un contacto tan estrecho puede suponer un contagio que no solo pondría en peligro a la cuidadora del emú. También a otras personas y al resto de aves de la granja. Por eso, se debe evitar el contacto. 

La pandemia de coronavirus nos ha enseñado que las enfermedades zoonóticas, que pasan a humanos desde un reservorio animal, no son un juego. Una vez detectado un brote en animales, se debe hacer todo lo posible por frenarlo, y eso también pasa por evitar el contacto cercano con los ejemplares afectados. No debemos olvidar que cada vez que un virus pasa a un nuevo hospedador, tiene la oportunidad de replicarse, sacar copias de sí mismo y, en ese proceso, cometer errores que le lleven a mutar y volverse, quizás, más peligroso. Eso es algo que tampoco queremos que ocurra. 

Por eso, aunque sea duro, evita el contagio con infectados. Sean de la especie que sean.