La búsqueda de vida extraterrestre ha sido una obsesión humana durante siglos. Hay muchísimos mitos al respecto, pero también algunas historias reales. No del hallazgo de alienígenas, ni muchísimo menos, pero sí de teorías y experimentos bastante disparatados.

Y es que, en realidad, cuando se busca vida extraterrestre, se piensa en vida microscópica. Que existan alienígenas inteligentes es algo más propio de la ficción, aunque sí que ha habido científicos que han querido investigarlo.

De hecho, la propia NASA ha puesto en marcha recientemente un estudio sobre objetos voladores sin identificar, más conocidos como OVNIs. Al ser un estudio dirigido por científicos, se basa en la cautela y en ningún momento se da por hecho que esos objetos sin identificar tengan un origen alienígena. De hecho, el objetivo principal es identificar fuentes naturales que puedan detenerse para garantizar la seguridad de la población. Aun así, todas las cartas están sobre la mesa y cualquier opción se considera posible. Pero, dejando a un lado este estudio de la NASA, ¿cuáles son esas afirmaciones sobre la búsqueda extraterrestre que, aun pareciendo un mito, ocurrieron de verdad?

Stephen Hawking pensaba que los alienígenas podrían ser peligrosos

El físico Stephen Hawking, famoso por su estudio de las singularidades espacio temporales en el marco de la relatividad general, también habló de la búsqueda de vida extraterrestre.

De hecho, en una entrevista para un documental de Discovery Chanel, llegó a opinar que, si los alienígenas nos visitaran, sería "algo así como cuando Cristóbal Colón llegó a América". Muy poco amable para los indígenas; que, en este caso, seríamos los habitantes de la Tierra. Aun así, consideraba importante la búsqueda de vida en otros planetas. 

William Herschel pensaba que los marcianos serían muy altos

William Herschel es muy famoso por los estudios que llevó a cabo junto a su hermana Caroline. Juntos descubrieron varios objetos celestes, entre los que destacan algunos cometas e incluso el planeta Urano.

Pero, además, gracias al uso de telescopios muy potentes para la época, pudo medir aproximadamente el planeta Marte. Calculó también sus estaciones, su periodo de rotación y su gravedad. Por eso, teniendo en cuenta todos esos datos, estimó que, si vivían alienígenas en Marte, deberían ser más altos que los humanos.

vida extraterrestre, nasa
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Posible vida extraterrestre en la “Zona de Ricitos de Oro”

La búsqueda de vida extraterrestre se centra en lo que se conoce como la zona de habitabilidad de una estrella. Es decir, un punto a una distancia en la que no hace tanto frío para que el agua se congele ni tanto calor para que se encuentre en estado gaseoso.

Se la conoce también como Zona de Ricitos de Oro precisamente porque, en el cuento infantil, la niña conocida con ese nombre se cuela en la casa de tres ositos y les roba un plato de sopa. Había tres platos, uno por cada oso, pero ella se toma aquel en el que su contenido no está ni muy caliente ni muy frío. Finalmente, se sienta a descansar en el sillón que no estaba ni muy blando ni muy duro. Ideal para albergar vida extraterrestre.

La vida extraterrestre no nos visita porque nuestro Sol es aburrido

Aunque esto pueda parecer broma, es la conclusión de un estudio aceptado para su publicación en Astrophysical Journal, en el que se señala a nuestro Sol como una estrella poco atractiva para una civilización en expansión

Se expone que los mejores objetivos para una migración deberían ser las estrellas de baja masa. Particularmente las enanas K. Así, podrían garantizar su longevidad. Nuestro Sol, en cambio, es una enana amarilla, de tamaño medio. Con esto, los autores del estudio intentan dar una explicación a la Paradoja de Fermi. Esta expone que una civilización alienígena en expansión se extendería rápidamente por nuestra galaxia, por lo que ya tendría que haber llegado al sistema solar. Si no lo ha hecho, se supone que no existe tal civilización. ¿Pero y si simplemente se ha saltado nuestro sistema planetario porque nuestro Sol no le interesa?

Desde luego, es una conclusión interesante. Aunque, de todos modos, siendo realistas, de momento basta con seguir buscando vida extraterrestre microscópica. Ya habrá tiempo de pensar en alienígenas. 

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