Avatar 2: El sentido del agua iba a ser muy diferente a como la veremos el próximo 16 de diciembre en los cines. James Cameron, que lleva más de una década pensando en cómo iba a continuar su historia, decidió tirar por la borda horas de trabajo. Según cuenta el director a The Times UK, lo que veremos en la nueva película de Avatar será muy diferente a lo que estaba sobre el papel en un primer momento. De hecho, Cameron afirma que el primer guion de la película terminó en la basura después de un año completo de trabajo.
Continuar con el éxito de 2009 de Avatar era una tarea complicada. Como una de las películas más taquilleras de la historia, buscar una secuela para los habitantes de Pandora, y extender su universo en una saga de películas, era una tarea compleja. La promesa de un Avatar 2, y sucesivos, siempre estuvo sobre la mesa. Aunque nadie esperaba que pasasen 12 años desde la anterior entrega.
James Cameron tenía que estar a la altura de lo que se esperaba de Avatar 2. Tanto que los escritores del guion siempre tuvieron la amenaza del despido sobre sus cabezas. Aunque esto no está claro que funcione del todo, pero es una de las tendencias de un director altamente obsesivo con sus proyectos. Según el director, esto los mantenía totalmente enfocados en el trabajo. En el caso del primer guion de Avatar 2, simplemente Cameron lo tenía claro: no estaba a la altura.
“Todas las películas funcionan en diferentes niveles. El primero es superficie, que es carácter, problema y resolución. La segunda es temática. ¿Qué intenta decir la película? Pero 'Avatar' también trabaja en un tercer nivel, el subconsciente. Escribí un guion completo para la secuela, lo leí y me di cuenta de que no llegaba al nivel tres. Auge. Comenzar de nuevo. Eso tomó un año”.
De la película de Avatar 2, que finalmente ha sido grabada con un nuevo guion ahora sí aprobado por el propio Cameron, se saben pocos detalles. Algunas imágenes que nos sitúan en un mundo acuático y, de nuevo, una batalla entre humanos y nativos para salvar su ecosistema. Esto era lo complicado y lo que quería buscar el propio James Cameron. Una historía que naciese del final de Avatar, pero que tuviese vida propia. Que tuviese la misma esencia que su antecesora, algo que parece ser que no cumplía el primer guion. Después de todo, Avatar sentó todas las bases para los títulos sucesivos. El ecosistema, la historia, los personajes... Algo que quieren mantener al resto títulos de la saga.
El hecho de que Cameron tirase a la basura un año de trabajo es positivo. No tanto para los guionistas, pero sí para lo que esperamos de Avatar 2 en los cines. Con una década a sus espaldas el listón está alto. Y Cameron, conocido por su carácter obsesivo con los títulos que tiene entre manos, no puede permitirse decepcionar con el nuevo mundo acuático de Pandora.